Risas y chanzas. Jajaja, jojojo, jijiji... qué divertido... Y rasguña las piedras... y rasguña las piedras... ooh ooh ooooooooh.
La antipolítica está en su mejor momento. El ying y el yang argentos. ¿Qué sería de Dios sin el diablo?
Si hay una política en ascenso, presencia del Estado, circulo virtuoso de la economía, trabajo y producción, inclusión social, nuevos derechos sociales y políticos... también hay crisis, ajuste, vuelta al neoliberalismo, trampa, contubernio, marketing político y vaciamiento de las ideas.
Los políticos del establishment constantemente se reciclan.
1
Tomemos, por ejemplo, a PATRICIA BULLRICH y SILVANA GIUDICI. Ambas han tenido más exposición pública, más horas de televisión que el propio Marcelo Tinelli.
La exmilitante de JP, excuñada de Rodolfo Galimberti, exministra de Trabajo de De la Rua, tuvo una micerrima cantidad de votos en las primarias, representando a la Coalición Cívica. Bullrich, en la lista de diputados nacionales por la Ciudad de Buenos Aires, tuvo tan pésima actuación como Lilita Carrió. Igual a no importa, LA BULLRICH y su MARIDO tienen armada una PYME que les da buenos dividendos.
La chica radical, en cambio, parece la solterona del barrio, la que nunca tuvo novio y se dedicó a la política, a ver si enganchaba algo. Fue invitada de tiempo completo en los programas de TN, fue candidata porteña a la jefatura de gobierno, y mimada por Ricardo Alfonsín: no logró ni el 3 % de los votos. Un desastre.
Como dice Mirta Legrand, quien durante 40 años se sentó a almorzar con las mismas figuritas repetidas delante de las cámaras: "el público se renueva". Las chicas de marras, ni lerdas ni perezosas, luego de tan mala actuación en las primarias, hacen borrón y cuenta nueva. Buscan nuevos horizontes, total, la gente se olvida rápido.
Las diputadas buscan acomodarse de nuevo en el escenario político, porque en la CC o en la UCR se les viene la noche. Entonces, apareció una fotografía en la cual se ve a Silvana Giudici y Patricia Bullrich con miembros del PRO en una distendida cena íntima. Según publicó la Política On Line, el sábado por la noche se juntaron a comer con Federico Pinedo, Gabriela Michetti y Paula Bertol.
Luego del evento decidieron publicar las imágenes del encuentro en las redes sociales. Las chicas contaron por Twitter cómo fue la reunión a la que Pinedo llamó "partuza". Según los dirigentes, comieron sushi, y celebraron el encuentro tocando la guitarra y el bombo...
2
Tras la "partuza", tanto Bullrich como Giudici negaron que piensen en pasar a las filas del PRO.
En realidad, no importa si se pasan o no. Es igual. Son la Antipolítica. La foto vieja de un país que murió en el 2001, manchada de sangre, intoxicada por el humo en la plaza de Mayo. La esperanza que se fue en el helicóptero. Los malos recuerdos. El no se puede. La mentira. Quizás, esté bueno que se junten todos los crápulas, para tenerlos identificados, bien visibles, para no volver a equivocarnos.
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La antipolítica está en su mejor momento. El ying y el yang argentos. ¿Qué sería de Dios sin el diablo?
Si hay una política en ascenso, presencia del Estado, circulo virtuoso de la economía, trabajo y producción, inclusión social, nuevos derechos sociales y políticos... también hay crisis, ajuste, vuelta al neoliberalismo, trampa, contubernio, marketing político y vaciamiento de las ideas.
Los políticos del establishment constantemente se reciclan.
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Tomemos, por ejemplo, a PATRICIA BULLRICH y SILVANA GIUDICI. Ambas han tenido más exposición pública, más horas de televisión que el propio Marcelo Tinelli.
La exmilitante de JP, excuñada de Rodolfo Galimberti, exministra de Trabajo de De la Rua, tuvo una micerrima cantidad de votos en las primarias, representando a la Coalición Cívica. Bullrich, en la lista de diputados nacionales por la Ciudad de Buenos Aires, tuvo tan pésima actuación como Lilita Carrió. Igual a no importa, LA BULLRICH y su MARIDO tienen armada una PYME que les da buenos dividendos.
La chica radical, en cambio, parece la solterona del barrio, la que nunca tuvo novio y se dedicó a la política, a ver si enganchaba algo. Fue invitada de tiempo completo en los programas de TN, fue candidata porteña a la jefatura de gobierno, y mimada por Ricardo Alfonsín: no logró ni el 3 % de los votos. Un desastre.
Como dice Mirta Legrand, quien durante 40 años se sentó a almorzar con las mismas figuritas repetidas delante de las cámaras: "el público se renueva". Las chicas de marras, ni lerdas ni perezosas, luego de tan mala actuación en las primarias, hacen borrón y cuenta nueva. Buscan nuevos horizontes, total, la gente se olvida rápido.
Las diputadas buscan acomodarse de nuevo en el escenario político, porque en la CC o en la UCR se les viene la noche. Entonces, apareció una fotografía en la cual se ve a Silvana Giudici y Patricia Bullrich con miembros del PRO en una distendida cena íntima. Según publicó la Política On Line, el sábado por la noche se juntaron a comer con Federico Pinedo, Gabriela Michetti y Paula Bertol.
Luego del evento decidieron publicar las imágenes del encuentro en las redes sociales. Las chicas contaron por Twitter cómo fue la reunión a la que Pinedo llamó "partuza". Según los dirigentes, comieron sushi, y celebraron el encuentro tocando la guitarra y el bombo...
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Tras la "partuza", tanto Bullrich como Giudici negaron que piensen en pasar a las filas del PRO.
En realidad, no importa si se pasan o no. Es igual. Son la Antipolítica. La foto vieja de un país que murió en el 2001, manchada de sangre, intoxicada por el humo en la plaza de Mayo. La esperanza que se fue en el helicóptero. Los malos recuerdos. El no se puede. La mentira. Quizás, esté bueno que se junten todos los crápulas, para tenerlos identificados, bien visibles, para no volver a equivocarnos.
Que no se ofenda nadie, pero... a mí me dan un poco de asquito. Un poco, nada más. Perdón. Espero que Miglino y Monner Sanz no me haga un juicio.
Daniel Mancuso
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