domingo, 7 de diciembre de 2008

LA OPOSICIÓN



Cuando las cosas van mal, algunos apelan a cualquier medio para logras sus objetivos. "el fin justifica los medios" es el axioma de la política "democrática" miserable. Cuando a los dirigentes políticos (mediocres, mezquinos) los votos no los favorecen (porque la gente no come vidrio), el horizonte se tiñe de falacias de colores sucios y el aire se ensucia de murmullos descalificantes, ponzoñosos.

Cuando la fuerza política a la que pertenecen está en el fondo de la consideración pública y el descrédito; cuando a sus dirigentes no se les cae ni una idea potable; cuando los negocios amenazan con decrecer las ganancias; cuando se corta el chorro de lo que estaba para pocos para que venga la corriente que lleva al mar distributivo y en ese momento suenan los clarines de la diatriba; cuando las alianzas mostraron su incapacidad para gobernar; cuando las ideas "democráticas" responden al puro formalismo pero no tienen contenido ni efectividad; cuando ante un descontento cualquiera agarran el megáfono y empiezan a azuzar a los temerosos caceroleros; cuando a cada propuesta de gestión, por las dudas, critican y están en desacuerdo porque no es el momento adecuado para determinadas acciones de gobierno que no responden al deseado marco institucional que se necesita para afianzar los resortes de una democracia pluralista y que tenga consenso, siempre y cuando se haga lo que ellos opinan y así nos pongamos de acuerdo en que ellos tienen la razón; cuando la temperatura supera los 30 ºC y la culpa por la humedad y los días pegajosos la tiene el gobierno; ... cuando todo eso sucede, estamos frente a la OPOSICIÓN.

Ser oposición: opinar antes y después de una medida de gobierno, analizar, advertir, desenmascarar, poner cara de preocupación por el futuro de todos nosotros aunque muchos de nosotros no estemos preocupados, inventar preocupaciones por las dudas, olvidarse de los pecados del pasado, de los errores del presente, aparecer en todos los medios de comunicación, hacer declaraciones sobre todos los temas, escarbar las baldosas para tratar de encontrar la inmundicia que seguramente tiene que estar escondida porque "estos tipos son todos corruptos".

Ser oposición, ponerse la escarapela, colgarse la bandera, usurpar la argentinidad de todos y apropiársela por la fuerza del micrófono, dar un golpe de estado a la cordura, propalar desconfianzas por televisión y advertir que "se viene el caos, así que después no digan que no avisamos". La contraseña: colgarse una cruz, un rosario, una estrella, un cartel de decente sin máculas, agarrar una sarten o una olla (preferentemente con una cuchara de madera) y gritar a los 4 vientos que "todo está podrido y no se puede seguir así".

Ser oposición: ponerse siempre del lado opuesto al interés general, sentarse al lado de los enemigos de siempre: las coorporaciones, los organismos internacionales de crédito, los bancos usureros, los gurúes de las finanzas, los economistas del statu quo, los culpables del hambre y la pobreza de nuestro pueblo. Darle micrófono y cámara a cuanto pelmazo discurra en contra del proceso democrático transformador en marcha.

Ser oposición: apoyar a los empresarios agropecuarios desabastecedores, tirando leche en las rutas y amenazándonos a todos con su prepotencia capitalista campechana, con su disimulada conspiración en contra del proyecto popular, convocar a favor de los mariscales de la derrota, propalar noticias catastróficas, asustar a los confundidos, confundir a los asustados, sembrar los cimientos de una comunidad pusilánime, consumidora de bienes, servicios e ideas prediseñadas, predigeridas, prefabricadas. Pero critican, rechazan, las movilizaciones populares, el corte de una calle para reclamar un derecho pisoteado (por los dueños del dinero y de la verdad, los beneficiados de los 90, los neoliberales consuetudinarios, los quejosos y pipones opositores).

Ser oposición: mejor que mentir es tergiversar. Tomar un hecho, formular una noticia de acuerdo al interés coyuntural de los grupos de poder, dar las vueltas necesarias hasta conseguir el discurso acorde, al derecho y al revés, lo importante es acomodar la realidad, los acontecimientos, a las necesidades del mercado, del poder económico y comunicacional.

Algunos dirigentes "democráticos" (esos que hacen uniones, alianzas o coaliciones) utilizan frases rimbombantes en sus discursos de campaña (es decir todo el año, todo el tiempo, porque su vida transcurre en una continua contienda electoral, que casi siempre pierden), y entre sus referentes, utilizan ejemplos poco felices, de próceres genocidas (Roca, Mitre, Uriburu) o de la Alemania nazi, entre otros.

Dicen los que saben que la proyección ("mecanismo de defensa mediante el cual el sujeto, normal, neurótico o psicótico, expulsa de sí, en un proceso de segregación psíquica -localizando en persona o cosa externa-, sentimientos, cualidades, e incluso "objetos" que no termina de aceptar como propios. Con este mecanismo nos enfrentamos a un mecanismo de defensa muy arcaico que de modo patente se ve desarrollar en conductas paranoides o directamente paranoicas"), es muy común en algunas formas de pensamiento normales de la vida cotidiana de ciertos personajes.


Luego de escucharlos hasta el hartazgo, de que repitan innumerables y pobres frases hechas, no sería descabellado inferir que algunos opositores abrevan en las aguas del pensamiento del señor Joseph Goebbels, a quien se le atribuye mucha influencia en la propaganda moderna. Sus 11 principios son diariamente utilizados por la intelligentzia vernácula:

« 1. Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo.»

La letra K se transformó en la letra maldita. El ex presidente y la actual presidenta son denostados en cadenas de mail, carteles sojeros y movilizaciones pitucas. "K": la expresión más acabada de la política antipática y que provoca rechazo inmediato, piel de gallina, vómitos, dolor de cabeza y cólicos varios en las clase acomodadas de la Argentina "interpretada".

« 2. Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.»

Los piqueteros, los sindicalistas, los villeros, los trabajadores podiendo aumento o en huelga, los ministros, los diputados, los senadores, los artistas, en suma, todo aquello que tenga proximidad al gobierno está contaminado con el virus del oficialismo tóxico.

« 3. Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. "Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan.»

Si se reparan los daños ocasionados a la sociedad en su conjunto por el orden juríridico anterior, injusto e ilegítimo (Obediencia Debida, Punto Final, Indulto a los militares), si se cuenta con una Corte Suprema insospechada, si se hace incapié en los tratados internacionales y en los derechos humanos más elementales: se aduce que la Justicia sigue lenta, que hay jueces inconpetentes, que se trabaja en temas pasados o incompleto o que hay temas prioritarios o que la sociedad reclama otras cosas, que son garantistas para los ladrones pero no para los "decentes", que las puertas de los tribunales son giratorias y cosas por el estilo.

Si se vuelve a la órbita del Estado lo que antes fue privatizado (Aerolíneas, AFJP, etc) : No es el momento adecuado, "es tarde para eso", "por qué no lo hicieron antes", "van por la caja", "es más de lo mismo: roban, hacen negocios", "eso no soluciona nada, no sirve".

« 4. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave. »

El robo de un ratero en una pizzería, se transforma en Telenoche en: "grave problema de inseguridad", se hace la reiteración de la noticia hasta el fastidio, entrevistas con los vecinos, cronología de los robos irresueltos desde la llegada de Cristobal Colón a la isla La Española, satanización de la autoridad competente ("¿qué hace Cristina que no viene aquí a dar explicaciones?"), pedido de "mano dura", bajar la imputabilidad hasta los recién nacidos (porque seguro serán futuros delincuentes).

« 5. Principio de la vulgarización. Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar.»

La complicidad de los medios de comunicación ha sido evidente, dando mucho espacio a consignas, discursos y temáticas falaces, reiteradas hasta el cansancio, hasta imponer los temas como "problemas de todos", instalando la agenda a discutir, "imponiendo el humor social", y lograr que parte de la sociedad los sienta como propios: "está todo mal", "el país es un caos", "no se puede salir a la calle", "la inseguridad nos tiene atrapados", y otros...


« 6. Principio de orquestación. La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. De aquí viene también la famosa frase: «Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad».

Todo está mal, no hay solución, estamos condenados al fracaso. La política es para robar. NO se les puede creer, son todos corruptos. Nada funciona, este país nunca va a salir adelante, ¿Por qué no fuimos colonia de los ingleses en vez de los españoles?, ¿Y si ponemos al dolar como moneda nacional? ¡¡Si nos invaden los yanquis nos hacen un favor!!

« 7. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.»

Si se inaugura una obra pública ("¿Cuánto habran afanado con las coimas y sobornos a funcionarios?"). Si se envía un proyecto de Ley al Congreso ("¡¡¡No vale, porque tienen mayoría y se juntan con otros partidos que también andan en la transa y además no estamos de acuerdo porque no hay diálogo y no hacen lo que nosotros que somos minoría queremos que hagan los 40 millones de argentinos, porque sabamos lo que está bien!!!")

« 8. Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.»

"Luego de varias encuestas, informes confiables de consultoras de opinión y organismos privados de estudios de mercado y calificadoras de riesgo y un informe secreto del Banco Mundial, hemos llegado a la conclusión que este modelo de gestión actual de la Presidenta, va directo al fracaso más rotundo poniendo en riesgo la vida, la salud y el futuro de las próximas generaciones."

« 9. Principio de la silenciación. Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.»

Como no tienen proyectos ni propuestas ni soluciones (importantes, útiles, necesarias), toman un tema y lo estiran, lo gastan, por ejemplo, el tema comodín: La inseguridad (días y días, hablando las 24 horas del crimen del ingeniero); o la inflación y la carestía de los alimentos; o la destrucción de las economías agropecuarias (debido a que "el Campo no puede más, está asfixiado"): creando un pánico medíatico que se extiende como la viruela por el inconciente colectivo de determinados sectores permeables a los noticieros (máquinas trituradoras de ideas).

« 10. Principio de la transfusión. Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.»

Los pobres son malos, propensos a la delincuencia y si son jóvenes, peor, más violentos y peligrosos. Los negros, cabecitas, bolivianos, peruanos, paraguayos, indios, son todos delincuentes, o lo serán. Hay que encarcelar a los pibes desde la primaria, no ser garantistas. Nestras familias son rehenes de los jueces que liberan a los pibes chorros. La Argentina, el mundo al revés: "Somos democráticos pero segregamos, despreciamos u odiamos al diferente, como los nazis (y Perón que hizo mucho por los pobres, por los negritos, era un facho)". ¿Se entiende?

« 11. Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente de que piensa «como todo el mundo», creando una falsa impresión de unanimidad.»

Lamentablemente, mucha gente a nuestro alrededor repite automáticamente esas cosas, frases, "pensamientos", análisis, opiniones categóricas, que escuchó por ahí, en televisión, por la radio, que le dijo alguien, en un mensaje de texto, un mail, el diario... son pensamientos de otro, no son propios, son ideas ajenas que se instalan en sujetos sin pensamiento crítico. Preocupante. Sin dudas, muchos ciudadanos, compatriotas de buena fe, están desorientados, y son rehenes de los medios que manipulan la información, creándoles una sensación hostil y perturbadora "en una nación peligrosa para la vida y la hacienda".

Tenemos que trabajar, estudiar, bregar, proponermos, militar para construir una sociedad donde la mayoría de sus integrantes pueda discernir su "propia palabra", para no ser manipulados por nadie y lograr la libertad y la justicia en beneficio del conjunto. Muchos argentinos estamos en eso, siguiendo la huella de los que ya no están, en pos de la América, la Argentina, la patria soñada...

Daniel Mancuso







2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sobre Joseph Goebbels y analogías.
He visto exactamente la misma idea perspicaz, arrojada desde el otro lado. Evidentemente, unos y otros, se han informado muy bien, o sea, han bebido de esa fuente, no se si atraídos por el amor o por el odio, o por internet.
Crear el inconciente colectivo es inherente a los que detentan el poder, garantizan así su continuidad, con actores alternantes (empleados, bah).
Botones:
un ex-gobernador de la provincia de Buenos Aires, estampó su firma en diversos artículos de uso provistos durante su gestión;
políticos y sindicalistas, han puesto de moda repartir prendas con su nombre al frente y/o al dorso;
numerosos automóviles circularon con una oblea que decía "los argentinos somos derechos y humanos";
cuando el general borracho salió, la plaza estaba llena;
una gran masa de peregrinos se ampolló los pies para pedirle o agradecerle a un ícono y escuchar a Bergoglio (esta es pre-Goebbels)

Todos son Salieris de Goebbels.

daniel mancuso dijo...

Hay algo que aclarar: de un lado y del otro se apela a Joseph Goebbels y analogías, es cierto, pero... de un lado se ayuda a la gente y se amplían derechos, no se jode a nadie deliberadamente. Del otro lado: se benefician unos pocos y nos jodemos todos, trágicamente. Esa es la diferencia.

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