Mi hijo, de 22, está viajando seguido a Formosa con su grupo a pulmón para ayudar a la comunidad de la Etnia Aborigen Pilaga y comprometerse solidariamente con la Escuela n° 95, ubicada en el Paraje "El Simbolar" cerca de Las Lomitas.
(Hacé clic sobre la foto para agrandar la pobreza)
Inventan e imaginan fórmulas artesanales para conseguir dinero y donaciones y así paliar momentáneamente la pobre existencia de los formoseños abandonados a la buena del tiempo.
Viene feliz cada vez que sintió que su viaje y su trabajo mejoró ALGO la calidad de vida de estos compatriotas olvidados. Pero detrás de su mirada, en algún recoveco de su joven y maravillosa ingenuidad, hay una acusación velada que me pega directamente en medio del corazón.
Su silencio cansado me pregunta por qué hay tanta pobreza, por qué no llega la luz, el gas, el agua, los caminos, la leche... por qué están descalzos, desnutridos, no tienen libros, viven en taperas... ¿Adónde está la humanidad que no hace nada y sigue despreocupada? ¿O el gobierno? ¿O los políticos? ¿O...?
Estoy haciendo hipótesis sobre la cantidad y calidad de las preguntas de todos y cada uno de los integrantes del grupo a pulmón y de grupos similares, que sin quererlo se ven empantanados (o se verán) con una realidad que los golpée fuerte y los desmoralice duro.
¿Por qué hay pobres en Argentina? ¿Qué hace la Presidenta que no hace nada? dirán por allí, se escuchará por allá, repetirán en la tele... y en la calle, y en las casas.
Es cierto que se tarda muy poco en destruír (Masacre Hiroshima Genocidio Nagasaki, 24 de MARZO, Glosario Palestino...) y se tarda mucho tiempo en reparar lo arruinado, y a veces, nunca se puede reparar del todo las heridas y tragedias.
Mientras los diarios se pelean para ganar en la timba del porcentaje de pobres y desocupados y desamparados de la patria, hacen estadísticas y refutan datos oficiales, la pobreza sigue existiendo. Porque no importan los números sino las causas. Hay pobres porque hay ricos, porque hace 200 años los españoles, los ingleses y los yanquis (en orden cronológico y quizás cuantitativo) nos roban a manos llenas. Porque aquellos se asociaron con piratas nativos, latifundistas, militares, políticos, abogados y toda clase de cipayos vernáculos para que las corporaciones, monopolios y multinacionales hicieran su tarea hematófaga con los trabajadores argentinos.
Hay pobres porque cuando un gobierno popular se opuso a la sangría de nuestras riquezas, los gorilas, la iglesia y los opositores reaccionarios junto a las clases acomodadas y las fuerzas armadas vendepatria lo voltearon salvajemente. (vea Peronismo)
Hay pobres porque no se distribuye la riqueza, los que tienen más deben pagar más impuestos y el Estado debe ser el gran equilibrador social que garantice la justicia, la libertad y la soberanía.
Hay pobres porque los agrogarcas cortan rutas y no quieren pagar derechos de exportación. Los monopolios fagocitan licencias, medios, cables, diarios y se quejan porque una ley de la democracia venga a reglamentar los derechos, obligaciones, abusos y olvidos de los poderosos empresarios desinformadores. El negocio financiero mueve millones y no tributa al Estado: ¡Ea! ¡a por ellos!
Hay pobres y los habrá todavía, querido hijo (aunque no me lo preguntes), por muchas razones, algunas más evidentes que otras. Hay pobres y los habrá todavía porque las caretas, los medios cómplices y la ciudadanía tilinga y bienpensante siguen ocultando, apañando a los monstruos neoliberales, a los ladri, a los atorrantes, a los lobbistas, a los políticos empresarios, a los Agrogarcas, a los oradores de la falacia moral, a los amigos de la impunidad y fundamentalmente, siguen chupándonos la sangre y las ideas. Hasta que digamos basta y nos dejemos de escuchar pamplinas y comprar espejitos de colores con el control remoto...
Daniel Mancuso
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