«Los domingos a la mañana leemos el Clarín, y a la tarde nos queremos suicidar».
Esa es la frase más recurrente que se escucha en las instituciones de salud mental, consultorios sicológicos, y hospitales públicos.
Fue el tema central del último Congreso Argentino de Sicología, donde se discutieron las causas del malestar ciudadano y las enfermedades previsibles en el el siglo XXI.
Las malas noticias difundidas por los medios masivos de comunicación son las responsables de la aparición de diversas enfermedades actuales: insomnio, estrés, enfermedades coronarias, ansiedad, paranoia, ataques de pánico..., dicen los especialistas.
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Leemos a Eduardo Van Der Kooy, en El rumbo radicalizado de Cristina, y un resabio artero nos amarga la jornada. El alma se intranquiliza, la conciencia nos pone tensos. Ya nada será igual. "Ella" está sola, motu proprio, y decide cual Isabel II, desde su bunker K, imponiendo intempestivamente sus caprichos. Ni sus ministros conocen los oscuros designios. Se juntan en "campamentos" como si estuvieran en guerra, ya no más en oficinas civilizadas. Declaran conflictos a troche y moche, buscando enemigos para distraer a la plebe. Y hasta quieren arbitrar entre el capital y el trabajo. Un escándalo...
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¿Adónde nos conduce Cristina? ¿¡Eh!? ¿Adónde?Esa es la frase más recurrente que se escucha en las instituciones de salud mental, consultorios sicológicos, y hospitales públicos.
Fue el tema central del último Congreso Argentino de Sicología, donde se discutieron las causas del malestar ciudadano y las enfermedades previsibles en el el siglo XXI.
Las malas noticias difundidas por los medios masivos de comunicación son las responsables de la aparición de diversas enfermedades actuales: insomnio, estrés, enfermedades coronarias, ansiedad, paranoia, ataques de pánico..., dicen los especialistas.
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Leemos a Eduardo Van Der Kooy, en El rumbo radicalizado de Cristina, y un resabio artero nos amarga la jornada. El alma se intranquiliza, la conciencia nos pone tensos. Ya nada será igual. "Ella" está sola, motu proprio, y decide cual Isabel II, desde su bunker K, imponiendo intempestivamente sus caprichos. Ni sus ministros conocen los oscuros designios. Se juntan en "campamentos" como si estuvieran en guerra, ya no más en oficinas civilizadas. Declaran conflictos a troche y moche, buscando enemigos para distraer a la plebe. Y hasta quieren arbitrar entre el capital y el trabajo. Un escándalo...
«La Presidenta continúa ejercitando un estilo llamativo, inaugurado cuando quedó sola. Que trasunta alguna reminiscencia señorial. Realiza una o dos apariciones públicas, con coreografías bien armonizadas , incluidos los que carcajean y aplauden. Mecha anuncios con recurrentes cifras sobre el progreso económico y social, exactas o muchas veces imprecisas. Y se recluye. Recalcó, días pasados, quizás por cierta sensación general contraria, que en su Gobierno existe el trabajo en equipo. Ocurre que la mayoría de los ministros ni se entera...»
«Cuando se corre el telón, también asoman otros objetivos. La ofensiva contra las petroleras, insinuada hace dos semanas, ha recobrado fuerza. Junto con el nuevo valor de las jubilaciones, Cristina metió una primer daga contra los bancos. Se van construyendo, por necesidad, nuevos enemigos porque la realidad económica comienza a retacearle encanto al relato...»
«La posible reestatización de Repsol-YPF está sembrada en el campamento K».
«La prohibición de distribuir dividendos. Un candado para evitar la salida de dólares del país. Las petroleras serían responsables del encarecimiento de la actividad económica. Los bancos, de la presión sobre el dólar y la ausencia de crédito accesible para fogonear la producción. Los medios de comunicación no adictos, de divulgar aquellos problemas. Cada uno de esos trazos serviría para bocetar a los demonios que pretenderían vulnerar el modelo...»
«La Presidenta anunció que los aumentos tendrán que estar atados a la rentabilidad de las empresas. Fue una manera de querer transferir los pleitos a la relación entre los trabajadores y las patronales. El Gobierno se reservaría la facultad de árbitro. Algo mas: el kirchnerismo no sólo indagará en aquellas ganancias; también lo haría en el sueldo de los gerentes de las empresas...»
«Mauricio Macri lo sufre. No sabe bien qué hacer con el subte porque el traspaso nunca se termina de formalizar. Nilda Garré, la ministra de Seguridad, le desguarnece la Ciudad con intempestivos retiros de la Policía Federal.
»La moderación de Cristina se escurre siempre entre sus palabras y mohines. Los hechos señalan crudamente hacia donde estaría conduciendo a la Argentina».
«Cuando se corre el telón, también asoman otros objetivos. La ofensiva contra las petroleras, insinuada hace dos semanas, ha recobrado fuerza. Junto con el nuevo valor de las jubilaciones, Cristina metió una primer daga contra los bancos. Se van construyendo, por necesidad, nuevos enemigos porque la realidad económica comienza a retacearle encanto al relato...»
«La posible reestatización de Repsol-YPF está sembrada en el campamento K».
«La prohibición de distribuir dividendos. Un candado para evitar la salida de dólares del país. Las petroleras serían responsables del encarecimiento de la actividad económica. Los bancos, de la presión sobre el dólar y la ausencia de crédito accesible para fogonear la producción. Los medios de comunicación no adictos, de divulgar aquellos problemas. Cada uno de esos trazos serviría para bocetar a los demonios que pretenderían vulnerar el modelo...»
«La Presidenta anunció que los aumentos tendrán que estar atados a la rentabilidad de las empresas. Fue una manera de querer transferir los pleitos a la relación entre los trabajadores y las patronales. El Gobierno se reservaría la facultad de árbitro. Algo mas: el kirchnerismo no sólo indagará en aquellas ganancias; también lo haría en el sueldo de los gerentes de las empresas...»
«Mauricio Macri lo sufre. No sabe bien qué hacer con el subte porque el traspaso nunca se termina de formalizar. Nilda Garré, la ministra de Seguridad, le desguarnece la Ciudad con intempestivos retiros de la Policía Federal.
»La moderación de Cristina se escurre siempre entre sus palabras y mohines. Los hechos señalan crudamente hacia donde estaría conduciendo a la Argentina».
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Según Clarín manipulador y su esbirro editorialista VAN DER KOOY ─que en su juventud almorzaba con el dictador Jorge Rafael videla, en 1977─ nos estamos yendo a la mierda.
Pero este intento de profecía autocumplida no funcionará. Los pueblos movilizados y politizados no se suicidan, buscan su futuro construyendo un camino hacia la justicia social y la soberanía.
Cristina algo tiene que ver con todo eso...
5 comentarios:
Ay, ay, ay, Pinocho Van der Kooy...
¡Te va a agarrar Hugo Chávez, te va a agarrar!
¡juaaaa! (me duele la panza, boludo, no me hagas reir)
Verdaderamente es un claro caso de de inferioridad lo que padece éste hombre VDK, necesita más que el resto de los ciudadanos un tratamiento psiquiatrico.
El holandés errante (por lo mucho que erra) se ha mudado a una dimensión paralela.
Insisten en hablar de cosas que no existen y criticarla por lo que piensan que va a hacer. Ese es su método, ese es su mundo, hasta ahora poco resultado les ha dado. Casi no tiene sentido desmontar las mentiras, falsedades y estupideces que dicen. Por ejemplo lo de los ministros, Cristina no solo los consulta, les pide cifras, los mata trabajando y este pel... dice que "Ocurre que la mayoría de los ministros ni se entera...", los que no se enteran son ellos y los que les creen, con eso no les da para ganar ninguna elección.
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