«Me invitaron al Congreso, lástima que no nos invitaron cuando queríamos ir a hablar de Obediencia Debida, de Punto Final y de genocidio. Pero justamente los que nos invitaron son los que querían el genocidio, la Obediencia Debida y el Punto Final; por lo cual nunca nos vamos a poner de acuerdo. Así que, compañeros, este es el lugar, esta es la tribuna, acá estamos. Nos debemos a la justicia, primero a nuestros hijos, a la justicia y a nuestro pueblo. Por eso estamos acá, para que sepan cómo van las cosas. Están duras, están difíciles, pero vamos manejando como a un barco en una gran tormenta, pero está bien dirigido, está dirigido por todos nosotros. Cada uno ocupa un lugar, en el mástil, en la popa o en la proa, o en la cocina o en donde sea».
¿Qué quiere que le diga? No es un razonamiento loco, aun viniendo de una loca ─que con un pañuelo blanco en la cabeza y una cuantas viejas locas como ella, creyeron que iban a voltear a una poderosa dictadura cívico militar─ que no se presente a declarar a la Comisión de Asustos Constitucionales de la Cámara de Diputados de la Nación, presidida por la esposa de uno de los sindicalistas ¿más corruptos? de todos los tiempos, quien quemó urnas en Catamarca, y llamó a dejar de robar por 2 años, durante el menemismo.
¿Qué quiere que le diga? La otra Comisión de la Cámara de Diputados, la de Libertad de Expresión, está presidida por una chica que quiso cambiarle la cara a la Ciudad de Buenos Aires, pero su cara no gustó, no gusta, y sacó sólo 36.372 votos, el 2,06 por ciento de los votos. Y eso que es una conspicua promotora del REALISMO MÁGICO REPUBLICANO.
¿Qué quiere que le diga? Otra de las diputadas que habla habla habla por todos lados pero no representa a nadie (o a muy pocos), es de esas personas que ven la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, no da el ejemplo en hechos cotidianos, como conducir alcoholizada, poniendo en riesgo la vida de los ciudadanos, y junto a su marido armaron una pyme antipolítica bancada con fondos buitres.
¿Qué quiere que le diga? Una madre es una madre, y se equivoca como todo el mundo, puede que sea mal hablada, y defienda a sus hijos sobremanera, y proteja a una oveja descarriada, y críe a un cuervo con amor, porque el amor todo lo cura, todo locura ─piensa, siente─ y éste cuervo de vuelo bajo ─desagradecido y abyecto─ intenta sacarle los ojos, y otros cuervitos se suman al coro profanador, pero ella no renuncia al amor, es una madre, ¿vio?
¿Qué quiere que le diga? ¿Usted se metería en la cueva del lobo?
3 comentarios:
Ya se van todos estos asquerosos. Son las "últimas imágenes del naufragio" las que presentan.
Lo que quieren es ensuciar todo lo posible antes de irse, tendría que existir la galería de los anti patria para que los desmemoriados se dieran una vuelta por el lugar de vez en cuando.
Hasta hace poco se hablaba de "la oposición". Poco a poco se convirtió en "la opo deshilachada". Ahora son repugnantes despojos sin entidad ni decencia. Y de todos ellos, es quizás la imagen del Dr. Ricardo Gil Lavedra - quien parece no haber formado parte del tribunal que en 1985 juzgó a las juntas de militares asesinos - la que aparece como más degradada. El calvario que soportaron esas Viejas Locas, algunas de las cuales pagaron con su vida, tiene que quemar en la conciencia de estos crápulas, si es que aún les queda algún resto.
Tilo, 70 años.
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