LA MUERTE DE CANDELA, LANATA Y ECO

La muerte de Candela Rodríguez vuelve a poner en escena diversos temas relacionados entre sí, que aunque importantes no son abordados con responsabilidad por el conjunto de la sociedad.

Las distorsiones en la interección social nos tienen como protagonistas a todos: la violencia de género, la prostitución, el feminicidio, las relaciones intrafamiliares, la trata de personas.

¿Quién golpea en su casa a sus hijos, a su esposa? ¿quién maltrata y mata a sus seres queridos? ¿quién consume prostitución y alimenta el círculo viciosos del secuestro y la trata de personas? ¿quién compra niños pobres en el norte para adoptarlos como propios? ¿quién corrompe a policías, jueces y fiscales?

• En los últimos 20 años, el diario Clarín facturó cerca de 200 millones de pesos por los avisos clasificados que publicó bajo el rubro 59, el mismo que días atrás fue prohibido por el decreto presidencial de “protección integral a las mujeres”, que consideró a ese tipo de mensajes como una forma de estimular y fomentar las prácticas de explotación sexual...

Así comienza un informe de Carlos Romero, que publicó Tiempo Argentino. El grupo Clárín es el mismo multimedios hegemónico que sigue azuzando con miedos y falacias a la población con el recurrente tema de la "inseguridad".

En la nota CANDELA Y EL ELEGIDO enunciamos un paralelismo entre la excelente tira televisiva y personajes influyentes de la realidad, que desnuda la trama de poder y corrupción que sostiene vivo y redituable el flagelo de la violencia, la mentira y la corrupción. Son señores y señoras que van a misa, o cenas de caridad, o legislan, o juzgan, o escriben en diarios influyentes, y aparecen por televisión reclamando cínicamente: ¿que alguien haga algo con la inseguridad?



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En San Fernando del Valle de Catamarca, se realizó, durante 3 días (entre los días 31 de Agosto y 2 de Sepiembre), el XVIII Encuentro Nacional de Violencia de Género y Trata de Personas, organizado por la Asociación de Mujeres Jueces de la Argentina.

La ministra de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Carmen Argibay, encabezó el encuentro en el que alrededor de 400 participantes de todo el país debatieron sobre estas dos problemáticas.

"En todos los lugares donde estamos hablando de este tema, estamos concientizando a la sociedad; es una cosa que lleva tiempo, pero, de todas maneras, se está haciendo; la guerra ya empezó; ahora hay que seguirla. Hace falta voluntad, ganas de hacer las cosas y de proteger a las mujeres y a las niñas; que no tengamos episodios que terminen como los de Candela", dijo la ministra Argibay.

La vicepresidenta del Máximo Tribunal, Elena Highton de Nolasco, presentó su disertación "Violencia de Género", a través del sistema de videoconferencia.

Las jornadas convocaron a jueces y referentes de agrupaciones que bregan por los derechos de las mujeres en todo el país, y se abordaron temas como "feminicidio", "derechos humanos y trata de personas", "comercio sexual, medios de comunicación y consumos", ": neuromarketing y criminalidad. ¿Qué compra quien compra prostitución?".

No sabemos si este tipo de eventos sirve para algo, pero se siguen haciendo. Mientras muchos integrantes de la sociedad sigan mirando para otro lado, tiren la piedra y escondan la mano, usen los servicios de la prostitución y después se quejen de la trata de personas, las cosas no cambiaran demasiado, aunque llenemos de policias los jardines de las casas y los countries, las entradas de los edificios con seguridad y porterovisor, las plazas con rejas y candados, la vida con noteros gritando en directo: "el lobo... el lobo, ahí viene el lobo..."

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En su nota "Pacto de silencio", el otrora progre periodista devenido en defensor de la prensa canalla, Jorge Lanata, dice...

(...) Y el caso de Candela, sea o no muestra de un accionar mafioso, dejó en evidencia el otro costado de la inseguridad: la Policía. ¿Podría seguir con vida la chica de once años si la Policía hubiera actuado con rapidez y eficiencia? La misma pregunta que todo el país se formuló el martes 8 de diciembre de 2009, cuando toda la familia Pomar apareció muerta al costado de la Ruta 31; Fernando, Gabriela, Pilar y Candelaria habían sufrido un accidente y los cuerpos recién fueron encontrados veinticuatro días después. ¿Podría haberse salvado algún miembro de la familia si se hubiera actuado horas después del impacto? Pilar tenía tres años y Candelaria, seis. Ver a la inseguridad como un problema exclusivo de la delincuencia y la disgregación social es contemplar el problema con un solo ojo; la inseguridad es también un asunto de la Policía, de quienes se supone están ahí para protegernos y auxiliarnos. Esta es la Policía que supimos conseguir después de veintiocho años de democracia, ya no quedan residuos del aparato represivo de la dictadura ni sus hipótesis ni sus costumbres; esta policía se construyó con purgas, con alianzas con los caciques del Conurbano, con planes y planes y más planes que fracasaron cada vez. Por eso esta vez, cuando se sugirió complicidad entre los uniformados y los piratas del asfalto, nadie se animó a descartarlo. Por eso suena verosímil que la investigación pueda haberse desviado o que haya transcurrido por canales paralelos; por eso, la inseguridad es algo más que la “sensación” de Aníbal Fernández ...

(...) La temperatura de los medios en el caso subió hasta convertirse en fiebre: Candela se convirtió en un tema nacional y en la programación excluyente de todos los canales y las radios. El periodismo hizo catarsis y el aire se llenó de versiones contradictorias. La fiebre también contagió al Gobierno provincial, que facilitó a la prensa las imágenes del reconocimiento del cadáver por parte de la madre, allí donde las cámaras privadas no habían llegado, imágenes que bien podrían haberse obviado y que sólo agregaban morbo a la escena. La falta de autocontrol en la prensa provocó la reacción obvia: desde el Boletín Oficial/12 se propuso el viernes discutir “un protocolo de cobertura obligatorio para los medios en casos de secuestros o desapariciones”, con el asesoramiento de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), o sea: tener al secuestrado en un hombro y a Mariotto en el otro...

Según Lanata, la culpa de la muerte de Candela no es específicamente del gobierno nacional, pero más o menos sí. Esboza una no novedosa Teoría de los 2 DEMONIOS policial. Él y "la gente" son rehenes inocentes, entre dos fuegos perversos.

Como diría Umberto Eco, el gordito fumador es un ESTÚPIDO.


Ah, el estúpido no se equivoca de comportamiento. Se equivoca de razonamiento. Es el que dice que todos los perros son animales domésticos y todos los perros ladran, pero que también los gatos son animales domésticos y por tanto ladran... El estúpido incluso puede decir algo correcto pero por razones equivocadas... El estúpido es muy insidioso. Al imbecil se lo reconoce enseguida (y al cretino ni que decir), mientras que el estúpido razona casi como uno, sólo que con una desviación infinitesimal. Es un maestro del paralogismo.

(El péndulo de Foucault, página 94)

Daniel Mancuso