El lunes 22 de agosto, Candela Rodríguez tenía 11 años. Salió de su casa para encontrarse con sus amigas. Nunca llegó a verlas.
Desde entonces, todos los medios del país y gran parte de la sociedad pronunciaron su nombre más de una vez. Hubo demasiada difusión de un hecho triste y confuso que está lleno de interrogantes. Terminó en tragedia, lamentablemente.
Fue hallada muerta, ayer. Los detalles escabrosos rebalsaban las pantallas. Cadena nacional de miedo, bronca y Mano dura.
La asesinaron después de 9 días de confusión, mal gusto, mezquindad, hipocresía y sadismo mediático.
¿Los padres ocultaron información a los investigadores?
La madre, Carola Labrador, fue recibida en la Casa de Gobierno por la presidenta Cristina Fernández, el jueves 26.
El padre, Alfredo Rodríguez, está preso, purga una pena de 3 años de prisión por integrar una banda de "piratas del asfalto". El 25 de agosto, declaró ante los investigadores que desconocía los motivos de la desaparición de Candela.
Los investigadores realizaron muchos rastrillajes, allanamientos, por distintas zonas del gran Buenos Aires. "Hay varias pistas, estamos avanzando, es un trabajo que es supervisado por el fiscal. Tenemos mil hipótesis, algunas han sido desechadas, pero en principio no podemos dar más información", dijo el ministro de Seguridad Ricardo Casal. El Gobierno bonaerense llegó a ofrecer una recompensa de 100 mil pesos para aquellos que aportaran datos concretos sobre el paradero de la menor.
1
Tras la noticia, hubo una conmoción entre los vecinos de Hurlingham, una ciudad empapelada con la cara de la joven. En los negocios del centro ya se corría el rumor de otra chica desaparecida. Los docentes pidieron “asueto por duelo”. Convocaron a una marcha en la plaza central de esta localidad del oeste bonaerense, para reclamar justicia.
En la calle Coraceros al 2552, frente a la casa de Candela, cientos de vecinos se reunieron para acompañar a la madre. Más allá de los aplausos y gritos en reclamo de justicia, predominaron el silencio y los susurros. Pánico, en muchos de los presentes: “Esto es un antes y un después en Hurlingham. Ahora cómo dejás a los chicos salir solos, si los mandás a comprar pan a la esquina y desaparecen”.
Varios chicos se acercaron con velas y rezaron abrazados a sus padres. Los carteles que los vecinos llevaban a todas las marchas que hicieron estos días, con la cara de Candela y el número para informar novedades, tenían una nueva incripción en la parte inferior: juicio y castigo.
Cristina y Silvia, dos comerciantes que solían atender a la niña en su librería, admitían que sospechaban un desenlace fatal cuando vieron a la madre de Candela en televisión. “Le hablaba directamente a los secuestradores, como si supiera quiénes son, me resultó raro”, dijo Cristina.
2
Hace 3 días, una tía de Candela recibió un llamado extorsivo: dijeron que si el padre de Candela no devolvía un dinero, la iban a matar, lo cual abona la hipótesis de que se trató de un secuestro extorsivo.
El fiscal de la causa, Marcelo Tavolaro, y los detectives de la policía bonaerense analizaron la llamada que recibió la familia el lunes pasado, a las 22.
"Ahora sí que no la vas a encontrar nunca en tu vida. Jamás la van a encontrar... Te lo aseguro yo... Hasta que este conchudo no devuelva la guita no la van a ver nunca más. Que le pregunte al marido dónde dejó la guita", dijo, amenazante, la voz anónima.
El llamado fue hecho a un teléfono que estaba intervenido, y fue grabado por los investigadores.
3
El fiscal general de Morón, Federico Nieva Woodgate, no descartó hoy que familiares de Candela Rodríguez ocultaran información a los investigadores, ya que negaron saber a qué se refería el llamado extorsivo que recibieron y lo consideraron una acción "malévola".
"Si tomamos por cierto el contenido de esa llamada y efectivamente le estaban reclamando algo que existe a la familia, y la familia dice que no sabe de que se trata, alguien ocultó algo, no hay ninguna duda", dijo el fiscal.
"Se buscaron antecedentes y se comenzó a analizar el entorno de un grupo que también se dedicaba a piratería del asfalto con el que podría haber estado vinculado el padre y otro grupo que podría haber tenido que ver con secuestradores que estaría relacionado con otros parientes de la familia".
4
La hipótesis de venganza contra el padre de Candela, preso por intentar robar un camión, aparece como una de las más firmes. También se habló de un delito sexual y hasta de una red de trata, aunque algunos especialistas en esta materia comentaron ayer que estos grupos criminales no suelen hacer secuestros al voleo. “Hacen una inteligencia previa y actúan con engaños para cooptar personas de sectores vulnerables”, señalaron ayer desde el Registro Nacional de Información de Personas Menores Extraviadas. En los primeros días, también se pensó en “una travesura infantil”...
5
El ex ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanian, coincidió con el encuadre de secuestro extorsivo, y sostuvo que “la sobreactuación mediática” no es conveniente en este tipo de casos. Roberto Caballero conversó con él, en Radio Nacional...
– ¿Los protocolos se aplicaron correctamente en este caso?
– En esta oportunidad en particular, creo que con buen criterio, el gobierno de la provincia de Buenos Aires le dio al tema el tratamiento de un secuestro extorsivo. Esto implica haber puesto todos los recursos policiales, logísticos, de telecomunicaciones, etcétera, al servicio de la búsqueda. Y de hecho, ha sido intensa la actividad policial desplegada. Lo que no me parece, justamente porque contradice los protocolos en la materia, es que sea conveniente la sobreactuación mediática y el uso en exceso de los medios de comunicación, así como la teatralización alrededor de esta cuestión.
– ¿Cuál es el efecto negativo de este tipo de cobertura?
– Sucede que, justamente, una de las particularidades que tiene el tratamiento de los casos de secuestro extorsivo es evitar toda filtración de información, evitar sacar la noticia en los medios, quitarle cualquier presión a los captores o secuestradores, y trabajar de forma técnica, policial y judicial...
6
Fueron días difíciles. Angustia. Dolor. Incertidumbre. Pena. Cinismo. Noteros repitiendo obviedades. Periodistas y editores solazándose entre bolsas negras de consorcio y basura informativa.
Los medios masivos, la mayoría, no fueron prudentes. Inundaron las pantallas y el aire de datos y palabras huecas, frases gastadas por el manoseo y la necesidad de llenar horas de programación y revolver la mierda para sostener el rating.
Anoche, haciendo zapin, escontré al falso ingeniero Juan Carlos Blumberg en algún canal de televisión. No sé lo que dijo, no quise escucharlo, y cambié rápido. Los muertos vivos abundan en estos días; no es bueno acostarse después de malos estímulos y tener pesadillas.
Desde entonces, todos los medios del país y gran parte de la sociedad pronunciaron su nombre más de una vez. Hubo demasiada difusión de un hecho triste y confuso que está lleno de interrogantes. Terminó en tragedia, lamentablemente.
Fue hallada muerta, ayer. Los detalles escabrosos rebalsaban las pantallas. Cadena nacional de miedo, bronca y Mano dura.
La asesinaron después de 9 días de confusión, mal gusto, mezquindad, hipocresía y sadismo mediático.
¿Los padres ocultaron información a los investigadores?
La madre, Carola Labrador, fue recibida en la Casa de Gobierno por la presidenta Cristina Fernández, el jueves 26.
El padre, Alfredo Rodríguez, está preso, purga una pena de 3 años de prisión por integrar una banda de "piratas del asfalto". El 25 de agosto, declaró ante los investigadores que desconocía los motivos de la desaparición de Candela.
Los investigadores realizaron muchos rastrillajes, allanamientos, por distintas zonas del gran Buenos Aires. "Hay varias pistas, estamos avanzando, es un trabajo que es supervisado por el fiscal. Tenemos mil hipótesis, algunas han sido desechadas, pero en principio no podemos dar más información", dijo el ministro de Seguridad Ricardo Casal. El Gobierno bonaerense llegó a ofrecer una recompensa de 100 mil pesos para aquellos que aportaran datos concretos sobre el paradero de la menor.
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Tras la noticia, hubo una conmoción entre los vecinos de Hurlingham, una ciudad empapelada con la cara de la joven. En los negocios del centro ya se corría el rumor de otra chica desaparecida. Los docentes pidieron “asueto por duelo”. Convocaron a una marcha en la plaza central de esta localidad del oeste bonaerense, para reclamar justicia.
En la calle Coraceros al 2552, frente a la casa de Candela, cientos de vecinos se reunieron para acompañar a la madre. Más allá de los aplausos y gritos en reclamo de justicia, predominaron el silencio y los susurros. Pánico, en muchos de los presentes: “Esto es un antes y un después en Hurlingham. Ahora cómo dejás a los chicos salir solos, si los mandás a comprar pan a la esquina y desaparecen”.
Varios chicos se acercaron con velas y rezaron abrazados a sus padres. Los carteles que los vecinos llevaban a todas las marchas que hicieron estos días, con la cara de Candela y el número para informar novedades, tenían una nueva incripción en la parte inferior: juicio y castigo.
Cristina y Silvia, dos comerciantes que solían atender a la niña en su librería, admitían que sospechaban un desenlace fatal cuando vieron a la madre de Candela en televisión. “Le hablaba directamente a los secuestradores, como si supiera quiénes son, me resultó raro”, dijo Cristina.
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Hace 3 días, una tía de Candela recibió un llamado extorsivo: dijeron que si el padre de Candela no devolvía un dinero, la iban a matar, lo cual abona la hipótesis de que se trató de un secuestro extorsivo.
El fiscal de la causa, Marcelo Tavolaro, y los detectives de la policía bonaerense analizaron la llamada que recibió la familia el lunes pasado, a las 22.
"Ahora sí que no la vas a encontrar nunca en tu vida. Jamás la van a encontrar... Te lo aseguro yo... Hasta que este conchudo no devuelva la guita no la van a ver nunca más. Que le pregunte al marido dónde dejó la guita", dijo, amenazante, la voz anónima.
El llamado fue hecho a un teléfono que estaba intervenido, y fue grabado por los investigadores.
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El fiscal general de Morón, Federico Nieva Woodgate, no descartó hoy que familiares de Candela Rodríguez ocultaran información a los investigadores, ya que negaron saber a qué se refería el llamado extorsivo que recibieron y lo consideraron una acción "malévola".
"Si tomamos por cierto el contenido de esa llamada y efectivamente le estaban reclamando algo que existe a la familia, y la familia dice que no sabe de que se trata, alguien ocultó algo, no hay ninguna duda", dijo el fiscal.
"Se buscaron antecedentes y se comenzó a analizar el entorno de un grupo que también se dedicaba a piratería del asfalto con el que podría haber estado vinculado el padre y otro grupo que podría haber tenido que ver con secuestradores que estaría relacionado con otros parientes de la familia".
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La hipótesis de venganza contra el padre de Candela, preso por intentar robar un camión, aparece como una de las más firmes. También se habló de un delito sexual y hasta de una red de trata, aunque algunos especialistas en esta materia comentaron ayer que estos grupos criminales no suelen hacer secuestros al voleo. “Hacen una inteligencia previa y actúan con engaños para cooptar personas de sectores vulnerables”, señalaron ayer desde el Registro Nacional de Información de Personas Menores Extraviadas. En los primeros días, también se pensó en “una travesura infantil”...
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El ex ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanian, coincidió con el encuadre de secuestro extorsivo, y sostuvo que “la sobreactuación mediática” no es conveniente en este tipo de casos. Roberto Caballero conversó con él, en Radio Nacional...
– ¿Los protocolos se aplicaron correctamente en este caso?
– En esta oportunidad en particular, creo que con buen criterio, el gobierno de la provincia de Buenos Aires le dio al tema el tratamiento de un secuestro extorsivo. Esto implica haber puesto todos los recursos policiales, logísticos, de telecomunicaciones, etcétera, al servicio de la búsqueda. Y de hecho, ha sido intensa la actividad policial desplegada. Lo que no me parece, justamente porque contradice los protocolos en la materia, es que sea conveniente la sobreactuación mediática y el uso en exceso de los medios de comunicación, así como la teatralización alrededor de esta cuestión.
– ¿Cuál es el efecto negativo de este tipo de cobertura?
– Sucede que, justamente, una de las particularidades que tiene el tratamiento de los casos de secuestro extorsivo es evitar toda filtración de información, evitar sacar la noticia en los medios, quitarle cualquier presión a los captores o secuestradores, y trabajar de forma técnica, policial y judicial...
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Fueron días difíciles. Angustia. Dolor. Incertidumbre. Pena. Cinismo. Noteros repitiendo obviedades. Periodistas y editores solazándose entre bolsas negras de consorcio y basura informativa.
Los medios masivos, la mayoría, no fueron prudentes. Inundaron las pantallas y el aire de datos y palabras huecas, frases gastadas por el manoseo y la necesidad de llenar horas de programación y revolver la mierda para sostener el rating.
Anoche, haciendo zapin, escontré al falso ingeniero Juan Carlos Blumberg en algún canal de televisión. No sé lo que dijo, no quise escucharlo, y cambié rápido. Los muertos vivos abundan en estos días; no es bueno acostarse después de malos estímulos y tener pesadillas.
Daniel Mancuso
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