El presidente de la Fundación La Alameda, Gustavo Vera, quiso denunciar la sucia entente entre el menemista De Naváez y el correveidile de derecha Alfonsín.
Pero una patota de burócratas y militantes autoconvocados, portando remeras con la inscripción UDESO, lo agarró y le dio para que tenga y no se meta en lo que no le importa.
"Andá a denunciar a ZAFFARONI, paparulo", dice que le gritaron mientras lo pateaban, tirado en el suelo.
¿Qué quiere que le diga? Yo no le creo a Francisco. Tampoco le creo a Ricardito.
Francisco miente. Ricardito también. Francisco no es peronista. Ricardito no es radical. Francisco es menemista, empresario tranfuga y amigo de los agrogarcas de la Rural. Ricardito es la oveja negra de la familia. Portador de apellido. Ni se quebró, ni se dobló, se genuflexó, se arrastró ante el poderío del jefe en las sombras, Mister Magnetto.
Un angelito corresponsal contó que Néstor repetía y repetía: "¿Qué te pasha, Alfonsín?", que allá arriba no se puede estar, que los gritos de don Raúl son tremendos, que se lo pasa puteando al hijo que le salió torcido, y que el flaco no puede dormir la siesta como corresponde, en el paraiso.
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Ahora están juntos...
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La historia de las contradicciones de Ricardito y Francisco...
Daniel Mancuso
1 comentario:
Esa noticias es medio vieja, pero parece que les hizo caso porque ahora trabaja para Fonte.
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