No pudieron borrar la alegría. Las piernas viejas le ganaron al miedo. La memoria es implacable. La historia no se detiene. El tiempo no para. La lucha es vitalicia. Faltan cientos de sonrisas por encontrar, futuros contenidos, llantos largamente presentidos, acariciados, esta vez de felicidad...
El jefe de los horribles azuzaba a sus esbirros.
« ...Se debe insistir en el ciclo secuestro-tortura-delación. Ellos van a ganar, pero a la larga, en esta etapa los vamos a destrozar, vamos a aniquilar su voluntad y su moral. Tienen que pedir por favor, llorar, cagarse y momitarse encima en la tortura, a las mujeres hay que torturarlas, y nos las vamos a coger entre todos delante de ellos y de sus hijos... les termina gustando… para que sepan lo que les hacemos cuando las agarramos, tienen que traicionar a sus compañeros y compañeras, padres e hijos, tienen que negociar la vida colaborando con nosotros, tienen que entender que son una bazofia, una mierda, y avergonzarse hasta impedirles educar a sus hijos con su ejemplo., les vamos a robar los hijos y nos los vamos a repartir entre nosotros ».
Lo que mata de las balas es la velocidad,
Eduardo Marcos Astiz.
De la campana, 2005.
Eduardo Marcos Astiz.
De la campana, 2005.
¡Gracias a Ideas Peronistas por la imagen!
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Daniel Mancuso
1 comentario:
Ayer fue muy emocionante escuchar al padre y al hijo por la Rad. Nacional. No pude dejar de llorar.Estos genocidas que perversos han sido. Quisieron separar a las familias pero en gral. la sangre es mas fuerte que sus balas y sus torturas.No al olvido ni al perdón. Solo justicia. Saludos.
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