Hablando de "relato" (esa palabra que tanto perturba a los integrantes de la mafia desinformativa argentina), Clarín y La Nación son especialistas en inventar relatos sobre la realidad, acomodando las informaciones sobre los hechos según sus intereses, de modo que llueve donde no llovió, y no llovió donde llueve. El poder de manipular la información, de fabricar el relato, de torcer los hechos y hasta desaparecerlos, de hacer y deshacer, casi los transforma en dioses...
Durante una conferencia sobre la libertad de prensa en la Facultad de Periodismo de la Universidad de Columbia, en Nueva York, el premio Nobel Joseph E. Stiglitz, afirmó que...
«Las consecuencias de la concentración son peores en la prensa que en otros sectores, ya que afectan el mercado de las ideas, que es fundamental para la democracia, y defendió una regulación estatal fuerte de los medios televisivos, con los que se informa el ciudadano medio, para asegurar la diversidad, esencial para la democracia y el desarrollo...»
Tanto Clarín como La Nación evitaron comentar estas afirmaciones de Stiglitz a pesar de haber estado presentes sus directivos Fernan Saguier (La Nación), y Ricardo Kirschbaum, Héctor D’Amico y Miguel Wiñazki (Clarín)
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Vea y escuche a Joseph E. Stiglitz en la conferencia Press Freedom, Press Standards and Democracy in Latin America (May 2, 2013 - Columbia University)
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El Premio Nobel de Economía 2001, Joseph E. Stiglitz, se licenció en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) en 1967 y consiguió su cátedra en Yale en 1970. Ha dictado clases en Princeton, Stanford o el propio MIT y fue Fellow de la Oxford Business School. Actualmente, es profesor de Economía y Finanzas en la Universidad de Columbia, en Nueva York.
Fue miembro del Consejo de Asesores Económicos del presidente Clinton y Chairman de la CEA entre los 1993 y 1995. Asimismo, fue vicepresidente del Banco Mundial desde 1997 hasta 2000. Como dijimos, en el año 2001, fue premiado con el Premio Nobel de Economía.
«Estados Unidos es la más desigual de las sociedades desarrolladas, y dicha desigualdad económica es tan grande que no es extraño que se traduzca también en desigualdad política, lo cual además se refuerza si los medios tienen un alto grado de concentración...»
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Su libro, El Malestar en la Globalización (Ed. Taurus), ha sido traducido a más de 20 idiomas convirtiéndose en un bestseller allí donde es publicado.
«La tesis general del libro se puede sintetizar como sigue: en un contexto de globalización, en que todas las economías nacionales se encuentran en constante interacción, se debe favorecer el crecimiento económico de los países menos desarrollados; pero para que ello sea posible, no basta con que las instituciones económicas supra-nacionales se apliquen a proporcionar recetas de crecimiento, sino que éstas deben de respetar las secuencias y los ritmos que exigen algunas economías con un débil grado de desarrollo. Paralelamente, la tesis principal del libro se complementa con un ataque frontal a la ideología neoliberal que supone el abandono de las ideas sobre el papel desempeñado por los Estados en el fomento de las economías nacionales, tal como se había propuesto a partir del final de la II Guerra Mundial, para -en una vuelta a la línea del pensamiento liberal de Adam Smith- dejar actuar a dichas economías según las leyes del libre mercado, según las cuales la motivación del beneficio constituye la fuerza que dirige la economía hacia resultados eficientes como si la llevara una mano invisible.»
«En muchos países latinoamericanos son especialmente grandes los niveles de concentración de los medios y los nexos entre la desigualdad política y económica, con lo cual la prensa es un modo de sostener la desigualdad. América latina es la región del mundo con mayor nivel de desigualdad y la concentración de la prensa juega un rol importante en esto...»
«Hay países donde los mercados se llaman libres pero no actúan como tales, en distintas áreas, en especial en los medios. Por eso opino que hace falta una fuerte intervención estatal, tanto regulatoria como en el otorgamiento de licencias, e incluso creando competencia en forma proactiva allí donde no existe...»
En el minuto 59 del video, cuando un asistente le preguntó qué opinaba sobre el gobierno de Cristina Kirchner y su relación con los medios, Stiglitz respondió que no conocía en detalles esa relación pero le parecía que Argentina es un país muy interesante (risas) porque allí la gente siempre discute todo, y luego afirmó...
«Prefiero que el gobierno tome una posición fuerte, aunque los medios se enojen. Lo mejor es que el propietario de un diario poderoso no pueda obtener una licencia de televisión, no por favoritismo ni discriminación, sino porque ésas son las reglas para asegurar la diversidad. Así ocurre en muchos países...»
Fue miembro del Consejo de Asesores Económicos del presidente Clinton y Chairman de la CEA entre los 1993 y 1995. Asimismo, fue vicepresidente del Banco Mundial desde 1997 hasta 2000. Como dijimos, en el año 2001, fue premiado con el Premio Nobel de Economía.
«Estados Unidos es la más desigual de las sociedades desarrolladas, y dicha desigualdad económica es tan grande que no es extraño que se traduzca también en desigualdad política, lo cual además se refuerza si los medios tienen un alto grado de concentración...»
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Su libro, El Malestar en la Globalización (Ed. Taurus), ha sido traducido a más de 20 idiomas convirtiéndose en un bestseller allí donde es publicado.
«La tesis general del libro se puede sintetizar como sigue: en un contexto de globalización, en que todas las economías nacionales se encuentran en constante interacción, se debe favorecer el crecimiento económico de los países menos desarrollados; pero para que ello sea posible, no basta con que las instituciones económicas supra-nacionales se apliquen a proporcionar recetas de crecimiento, sino que éstas deben de respetar las secuencias y los ritmos que exigen algunas economías con un débil grado de desarrollo. Paralelamente, la tesis principal del libro se complementa con un ataque frontal a la ideología neoliberal que supone el abandono de las ideas sobre el papel desempeñado por los Estados en el fomento de las economías nacionales, tal como se había propuesto a partir del final de la II Guerra Mundial, para -en una vuelta a la línea del pensamiento liberal de Adam Smith- dejar actuar a dichas economías según las leyes del libre mercado, según las cuales la motivación del beneficio constituye la fuerza que dirige la economía hacia resultados eficientes como si la llevara una mano invisible.»
«En muchos países latinoamericanos son especialmente grandes los niveles de concentración de los medios y los nexos entre la desigualdad política y económica, con lo cual la prensa es un modo de sostener la desigualdad. América latina es la región del mundo con mayor nivel de desigualdad y la concentración de la prensa juega un rol importante en esto...»
«Hay países donde los mercados se llaman libres pero no actúan como tales, en distintas áreas, en especial en los medios. Por eso opino que hace falta una fuerte intervención estatal, tanto regulatoria como en el otorgamiento de licencias, e incluso creando competencia en forma proactiva allí donde no existe...»
En el minuto 59 del video, cuando un asistente le preguntó qué opinaba sobre el gobierno de Cristina Kirchner y su relación con los medios, Stiglitz respondió que no conocía en detalles esa relación pero le parecía que Argentina es un país muy interesante (risas) porque allí la gente siempre discute todo, y luego afirmó...
«Prefiero que el gobierno tome una posición fuerte, aunque los medios se enojen. Lo mejor es que el propietario de un diario poderoso no pueda obtener una licencia de televisión, no por favoritismo ni discriminación, sino porque ésas son las reglas para asegurar la diversidad. Así ocurre en muchos países...»
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