Leemos un informe de WikiLeaks de reciente factura: «Hubiera sido nuestra oportunidad. A través del Iodo radiactivo habríamos podido cumplir con nuestra misión: deteriorar la salud y provocar el aniquilamiento del objetivo. Lamentablemente, fracasamos debido al ¿error? de los médicos de la unidad presidencial».
Se trataría de una comunicación secreta entre la ciudad de Washington y algún lugar no precisado del barrio de Constitución, en la ciudad de Buenos Aires.
Leemos en Clarín: «el endocrinologo sí dijo que es poco frecuente (habló del menos del 2 por ciento de los casos) que se diagnostique un cáncer papilar cuando no existe el mismo. Esto, según Pitoia, hubiera cambiado la manera de recibir la noticia del paciente desde un plano médico, ya que “no es lo mismo” enfrentarse a un cáncer que a otro padecimiento...».
De ambas lecturas se desprenden varias hipótesis. Que los médicos se equivocaron. Que los médicos no se equivocaron. Que los médicos hicieron lo correcto. Que los médicos no hicieron lo correcto. Que sin este tema Nelson Castro no tendría ninguna excusa para seguir ejerciendo mala praxis periodística. Que los médicos no son médicos sino militantes de La Cámpora disfrazados. Que «Ella» es una gran actriz y todo fue una puesta en escena...
1
Que «Ella» no estaba enferma. Buscaron una buena excusa para que se operara la cara, o las tetas, o se hiciera una lipo, sin tener que dar explicaciones.
2
Si la hipótesis 1 es correcta podría inferirse que el ACCIDENTE de la semana pasada no fue tal, sino una conspiración oficialista para eliminar al gobernador y reemplazarlo por una figura títere bajo la influencia del poder Ejecutivo nacional.
3
Si 1 y 2 se confirman, toda esta bacanal de poder y corrupción se explicaría por el análisis admonitorio de Mariano Grondona cuando dijo: «Ella ganó porque se hizo la buenita...», a lo que podríamos agregar «Ella ganó y sigue reinando porque se hace la buenita, la enfermita, la pobrecita...».
4
Según la filtración de WikiLeaks, la comunicación secreta entre la ciudad de Washington y algún lugar no precisado del barrio de Constitución, en la ciudad de Buenos Aires, termina haciendo afirmaciones ambiguas: «¿Y ahora que hacemos?, si esto sigue así, estamos en el horno...».
Continuará...
Daniel Mancuso
2 comentarios:
lo unico que se es que el dr.pitoia paso al frente con lo de cristina y no para el tipo, yo no se de donde salio peerooooooooo primero dio algunas versiones por radio no muy claras y ahora dice que esta anonadado porque la presidenta no tiene cancer, basta ya de pitoia por favorrrrrrrrrrrrrr
La Nación hace más o menos lo mismo pero de una forma algo más sofisticada que Clarín, como suele suceder. Titula "falso positivo" pero lo carga con las declaraciones de Binner, Stolbizer y Giúdici sobre la parte "falso" desechando el acompañamiento de "positivo". La maniobra es visible. Crear la sospecha, que vos Daniel marcás muy bien: que siempre se supo que no era canceroso pero que se usó y, en este caso, se abusó de la sensibilidad popular frente a una enfermedad tan grave. La aclaración que pide Binner, la de los especialistas, nunca puede aclarar este punto o descartar esta sospecha que se intenta instalar. El término "falso positivo" no es separable para el científico, significa simplemente que hay estudios que estadísticamente pueden indicar la presencia de una dolencia que en realidad no existe. La pregunta es para qué haría Cristina tal cosa de someterse a la extirpación de la tiroides, entre otras molestias, a un par de meses de ganar una elección de manera arrolladora y tener una imagen positiva que se acerca al 70% cosa nunca vista, qué más puede esperar en este orden de cosas. El crimen no tiene móvil y si no hay móvil no hay crimen.
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