Es como si Jorge Rafael Videla hablara sobre los derechos humanos, como si Adolf Hitler opinara sobre el antisemitismo, como si Barack Obama diera cátedra de tolerancia y rechazara la lucha armada predicando la no violencia...
«El Gobierno de Estados Unidos conoció en su momento que la última dictadura argentina estaba perpetrando "un plan" de sustracción de hijos a detenidos desaparecidos y que había "muchos niños" apropiados ilegalmente por "familias leales" al régimen, y sugirió a los militares que "la Iglesia podía ayudar" a resolver ese "problema terrible". Así lo reveló hoy Elliott Abrams, subsecretario de Derechos Humanos del Departamento de Estado, de 1982 a 1985 (en la administración republicana de Ronald Reagan, 1980-1988), al declarar como testigo en el juicio que se realiza a militares por el plan sistemático de robo de bebés, a través de videoconferencia desde el consulado argentino en Washington...»
V
Leer en la tapa de Clarín que EE.UU. sabía del robo de bebés durante la dictadura militar, es una burla siniestra, si tenemos en cuenta que su dueña, Ernestina Herrera viuda de Noble, se apropió de dos niños en tiempos de la dictadura genocida, que hoy son los adultos Felipe y Marcela Noble Herrera, y sigue su vida impune, colmada de gozos y prebendas...
II
Por semejante actitud desafiante contra el poder fáctico del grupo Clarín, el juez federal Roberto Marquevich fue destituido...
III
"Estábamos al tanto de que niños habían sido sustraídos a sus familias y se entregaban a otras familias cuando sus padres estaban prisioneros o muertos", aseveró Elliott Abrams, ex funcionario del expresidente estadounidense Reagan.
Confió que para el Departamento de Estado constituía "un problema muy serio de violación a los derechos humanos, el más importante, porque se trataba de niños vivos y eran muchos los que estaban en esa situación".
IV
Hoy, sabemos que todavía hay 400 argentinos que no conocen su verdadera identidad, y esto significa que una trágica rémora de la dictadura sigue vigente. Clarín y Ernestina y los jueces canallas son responsables, en gran parte, de tamaña injusticia.
- I
En diciembre de 2002, el juez federal Roberto Marquevich ordenó la detención de la señora Ernestina Herrera de Noble, basado en las irregularidades comprobadas en los dos expedientes de adopción.
El que corresponde a Felipe, sostiene que la madre, Carmen Luisa Delta, lo puso a disposición del tribunal de menores Número 1 de San Isidro, el 7 de julio de 1976. Ese mismo día, su titular, Ofelia E. Hejt, ordenó su entrega a la editora periodística Ernestina, sin disponer ningún estudio ambiental ni determinar el lugar y las circunstancias del nacimiento de la criatura. La misma conducta siguió en el caso de Andrés La Blunda, de dos meses, que el Ejército dejó en casa de un vecino el 20 de abril de 1977, luego de secuestrar a sus padres, que nunca reaparecieron.
La señora Ernestina declaró que la bebita había aparecido en el jardín de su casa, en las Lomas de San Isidro, el 2 de mayo de 1976. Ofreció como testigos a la vecina de al lado y al cuidador de la casa de la vecina. En el expediente de adopción de 1976, vecina y cuidador confirmaron esa versión. Pero el 6 de mayo de 2001, Roberto Antonio García, entonces de 85 años, declaró ante Marquevich que nunca fue cuidador de esa casa ni vivió en Lomas de San Isidro. En cambio durante casi 40 años condujo el auto de Roberto Noble primero y de su viuda después. Tampoco la presunta vecina vivía allí, según declaró su nieta y confirmó la Policía Federal.
El juez Roberto Marquevich también corroboró otra afirmación del chofer, con informes del Registro de las Personas y de la Cámara Electoral: que tampoco la señora Ernestina vivió nunca en la dirección de Lomas de San Isidro que figura en el expediente de adopción. Ese domicilio sirvió para elegir el dadivoso juzgado de Ofelia Hejt, quien murió antes de declarar en esta causa.
En la adopción los niños recibieron los apellidos Noble y Herrera, pese a que Roberto J. Noble había fallecido una década antes...
El que corresponde a Felipe, sostiene que la madre, Carmen Luisa Delta, lo puso a disposición del tribunal de menores Número 1 de San Isidro, el 7 de julio de 1976. Ese mismo día, su titular, Ofelia E. Hejt, ordenó su entrega a la editora periodística Ernestina, sin disponer ningún estudio ambiental ni determinar el lugar y las circunstancias del nacimiento de la criatura. La misma conducta siguió en el caso de Andrés La Blunda, de dos meses, que el Ejército dejó en casa de un vecino el 20 de abril de 1977, luego de secuestrar a sus padres, que nunca reaparecieron.
La señora Ernestina declaró que la bebita había aparecido en el jardín de su casa, en las Lomas de San Isidro, el 2 de mayo de 1976. Ofreció como testigos a la vecina de al lado y al cuidador de la casa de la vecina. En el expediente de adopción de 1976, vecina y cuidador confirmaron esa versión. Pero el 6 de mayo de 2001, Roberto Antonio García, entonces de 85 años, declaró ante Marquevich que nunca fue cuidador de esa casa ni vivió en Lomas de San Isidro. En cambio durante casi 40 años condujo el auto de Roberto Noble primero y de su viuda después. Tampoco la presunta vecina vivía allí, según declaró su nieta y confirmó la Policía Federal.
El juez Roberto Marquevich también corroboró otra afirmación del chofer, con informes del Registro de las Personas y de la Cámara Electoral: que tampoco la señora Ernestina vivió nunca en la dirección de Lomas de San Isidro que figura en el expediente de adopción. Ese domicilio sirvió para elegir el dadivoso juzgado de Ofelia Hejt, quien murió antes de declarar en esta causa.
En la adopción los niños recibieron los apellidos Noble y Herrera, pese a que Roberto J. Noble había fallecido una década antes...
II
Por semejante actitud desafiante contra el poder fáctico del grupo Clarín, el juez federal Roberto Marquevich fue destituido...
III
"Estábamos al tanto de que niños habían sido sustraídos a sus familias y se entregaban a otras familias cuando sus padres estaban prisioneros o muertos", aseveró Elliott Abrams, ex funcionario del expresidente estadounidense Reagan.
Confió que para el Departamento de Estado constituía "un problema muy serio de violación a los derechos humanos, el más importante, porque se trataba de niños vivos y eran muchos los que estaban en esa situación".
IV
Hoy, sabemos que todavía hay 400 argentinos que no conocen su verdadera identidad, y esto significa que una trágica rémora de la dictadura sigue vigente. Clarín y Ernestina y los jueces canallas son responsables, en gran parte, de tamaña injusticia.
V
3 comentarios:
Increíble lo que es esta gente!
son de un cinismo y una hipocrecía infinitas.
Esta información tal cual salió en el diario Río Negro ( sucursal de clarin). Es increíble!!! Roberto de Ing.Huergo (RN)
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