LA ENVIDIA HACE MAL, BARTOLOMÉ

Cuanto más se avance más duro será el ataque. Si no hacés nada nadie te jode... El talento molesta, los mediocres no pueden soportarlo... El lugar que abandones será ocupado por otro, los espacios vacíos no existen... Si el espacio ocupado es importante, habrá empujones, para dirimir quién se queda y quién se va... para atrás, ni para tomar impulso, capito?...





El nonno Francisco no conocía al viejo Vizcacha, no tuvo la oportunidad de leer el Martín Fierro, pero se había cruzado con muchos mediocres acá y allá, y quería que me preparara para la vida adulta. Es cuestión de envidia, decía. Le pasa a una persona y pasa en un país, es lo mismo, decía.

Sabía de qué hablaba. El pez grande se quiere comer al chico, decía. Vos que estudiás, lo debés saber, las cosas no se manejan en forma individual, es un problema de todos, hay que arreglarlo entre todos, porque el grande no quiere aflojar, quiere más y más, y más. Pero no lo hace por hambre, por gula, lo hace porque le tiene miedo al pez chico... agarrá la historia y fijate.

La primera vez que tuve un diccionario en mis manos, busqué la palabra: envidia. Es la tristeza o pesar del bien ajeno y la emulación, deseo de algo que no se posee.

Hay dos tipos de envidia ─decía─ la envidia al por menor, y la envidia al por mayor... hai capito, figliolo?

Supongo que me fui a jugar con mi duda a cuestas, no me acuerdo bien.


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Pasaron los años y el nonno ya no está. ¿Qué me habrá querido decir ese viejo sabio? ¿Que los ricos le tiene envidia a los pobres?

Sí, me dice una vocesita interior. Lo que les molesta es perder la exclusividad. Si un trabajador tiene trabajo, computadora, celular, auto, vacaciones, televisión o plasma, el tipo ese que escribe editoriales en La Nación no tendrá la exclusividad de poseer lo que antes era carencia para muchos, y hoy son realidades palpables. Eso le jode, le provoca enormes cantidades de energía descontrolada, taquicardia, bronca, odio irracional, gorilismo, xenofobia... envidia.

Ellos no entienden que nos podamos arreglar con cualquier cosa, y que si tenemos poco lo compartimos igual. Y padecimos cárceles, secuestros, fusilamientos, torturas, desapariciones, vuelos de la muerte, robo de nuestros bebes... No entienden nuestra sonrisa, a pesar de las desgracias cotidianas, no entienden nuestra paciencia, nuestra dignidad y nuestra memoria. Envidian lo que nosotros podemos y ellos no pueden hacer, ni sentir, ni sufrir, ni soñar.

Ellos no pueden comprar con plata el amor y la solidaridad. No pueden. Ahí, en ese punto aparece la envidia.

El tipo mira desde la ventanilla del auto blindado...

¿Cómo es posible que millones de argentinos amen a una prostituta cancerosa, 59 años después de muerta, y le rindan homenajes, y lloren por ella? Por nosotros no llora nadie, encima los nuestros van a misa a pedirle a la virgen nuestra muerte para apurar la herencia...







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Cuando el diario de Bartolomé Mitre publica la nota «La peligrosa batalla cultural del oficialismo», los editores no aclaran para quién resulta peligrosa la batalla cultural. Nosotros lo sabemos, pero quizás, algunos lectores confundidos no se den cuenta. Por ejemplo, la recuperación de los dineros de los trabajadores en manos de las AFJP fue una medida peligrosa para... los dueños de las AFJP, o mejor dicho, trágica, pero fue una bendición para el pueblo argentino, para los jubilados de ahora y los que vendrán.

¿Qué es lo que le molesta a La Nación del acuerdo entre el Ministerio de Educación y la agencia Télam?

Les jode que los pibes de los barrios, los hijos de los trabajadores, tengan acceso a la información gratuitamente. Si pagaran por ella no habría problemas. Pero sin dinero de por medio se quedan inermes. La irrupción del programa Conectar Igualdad es un forúnculo populista en medio de su orgullo de clase. Y pica. Se agranda. Da miedo. Los bienes culturales ya no son exclusivos, los bienes de consumo tampoco. El futuro cambió de dueños.

¿Por qué cuidan tanto el erario, y ponen el grito en el cielo a la hora de repartir, pero mirán para otro lado cuando de privatizaciones, deudas, megacanjes y pesificación asimétrica se trate?

Por eso, el nonno repetía la vieja frase: «en este mundo traidor, nada es verdad ni es mentira, todo depende del cristal con que se mira». El mundo no se ve igual desde la casa de un laburante, en La Matanza, que desde las oficinas de Joaquín Morales solá, por ejemplo.



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La política la hacen los empresarios, legisladores, jueces, laburantes, dirigentes, financistas, estudiantes, cipayos y periodistas... Todos son hombres (y mujeres). Por lo tanto, la política tendrá todas las virtudes y defectos de sus actores. Algunos están más enfermos que otros, quién sabe. Las motivaciones de su accionar exeden la medicina...

Cuando una persona se obsesiona y deja de vivir por estar pendiente de tu vida o en este caso en la vida de su adversario, de su entorno, y entre otras cosas siente agobio por cada uno de sus triunfos… Aparte de mostrar signos graves de inferioridad, te muestra que estas tratando con una persona psiquiátricamente enferma, explica el doctor Saúl F. Salischiker.

No estoy en condiciones de contradecir al doctor Salischiker, y casi diría que estoy de acuerdo en su totalidad, pero... hay excepciones. Cuando hay dinero de por medio, poder, privilegios y un estilo de vida que constituyen la clase social a la que se pertenece, y si esa clase social es la que históricamente ha gozado de las iniquidades generales para su propio beneficio y se constituye como clase dominante, no es posible callar ante el atropello de los otrora ninguneados, que un día claman por sus derechos, los obtienen, y luego reclaman nuevas conquistas.

¿Dónde iremos a parar?



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El Gobierno sigue convencido de que el Estado no es de todos los argentinos sino algo que le pertenece en exclusividad y que, en consecuencia, puede disponer de él como le plazca y sin rendir cuentas.

Una nueva evidencia de semejante distorsión se tuvo esta semana, cuando el ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, y el presidente de la agencia Télam, Martín García, firmaron un convenio de prestación de servicios para el programa Conectar Igualdad, por el cual alumnos y docentes de las escuelas públicas recibirán en tiempo real la información oficial que difunda esa agencia.

En cualquier caso el hecho entrañaría suma gravedad, pero mucho más hoy por hoy, cuando Télam se ha convertido, como nunca antes, en un grosero agente propagandístico del kirchnerismo, algo inaceptable habida cuenta de su condición de medio estatal, es decir, sostenido por todos los ciudadanos, simpaticen o no con el Gobierno.

La firma del citado convenio no parece ser fruto de la improvisación ni de un arrebato de esos funcionarios, sino algo que seguramente comenzó a gestarse en el mismo momento en que el Gobierno ideó el programa Conectar Igualdad, consistente, según la información oficial, en la distribución en todo el país de tres millones de netbooks a cada alumno y docente de educación secundaria de escuela pública, de educación especial y de institutos de formación docente. Dice la página oficial del programa: "Paralelamente se desarrollarán contenidos digitales que se utilicen en propuestas didácticas y se trabajará en los procesos de formación docente para transformar paradigmas, modelos y procesos de aprendizaje y enseñanza".

La decisión de que los poseedores de esos tres millones de netbooks cuya distribución se completará en 2012 reciban los contenidos de Télam tal vez tenga que ver con la idea de transformar paradigmas y modelos a los que alude la página de Conectar Igualdad.

No está de más recordar que en diciembre último, con motivo de la celebración de la Navidad, Télam publicó dos artículos en los que se comparaba implícitamente la figura de Néstor Kirchner con la de Jesucristo, a quien se trataba allí como a "un compañero peronista". Entonces, Martín García firmó un artículo titulado en el que describió a Jesús como "un hombre que osó decirle al César [una especie de Bush] que si el César decía que era hijo de Dios, él también [Cristo] era hijo de Dios y chau pichu". Y agregó que Jesús era un "líder" que "echó a los prestamistas del templo", "declaró la igualdad entre el hombre y la mujer", "amó a su enamorada, fue amado por ella y la hizo su compañera" y "prefirió dar su vida a transar con el poder o someterse al imperio y al establishment del statu quo".

No es la primera vez que Néstor Kirchner es igualado con algún modelo digno de ser imitado. Recordemos ese video difundido por el Instituto de Estudios y Formación Política del Partido Justicialista, Gestar, en el que se pretende igualar en sus virtudes y luchas por la "patria americana" a José de San Martín con el ex presidente, en lo que constituye cuando menos una aberración que desprecia la verdad y la historia.

¿Recibirán también contenidos como ése alumnos y docentes de escuelas públicas? Por lo pronto, hay derecho a pensar que cuando hizo y difundió semejante texto García contó con la aquiescencia de sus superiores. Y si no fue así en rigor, no se notó, pues el funcionario sigue en el cargo y, como se advierte ahora, con intenciones y vía libre para que la doctrina kirchnerista llegue a personas que aprenden en escuelas que son del Estado. Y no de gobierno alguno.

El citado no fue el único hecho preocupante que se advirtió en los últimos días en cuanto a la hegemonía de pensamiento que se pretende instalar: en la Universidad Nacional de José C. Paz, la tierra del ultrakirchnerista Mario Ishii, se enseñará que el kirchnerismo es "la etapa superior del peronismo".

Así lo cita uno de los puntos del programa de Historia Argentina y Latinoamericana que empezó a dictarse recientemente y que forma parte del Ciclo de Ambientación Universitaria, paso obligatorio para quienes quieran ser alumnos de esa universidad.

Por cierto, esta clase de prácticas está en sintonía con los ejemplos que la Presidenta brinda periódicamente cuando utiliza la residencia de Olivos o largos minutos de la cadena nacional, que también es del Estado, para actos partidarios.

Quienes han sido testigos del nacimiento del peronismo y de sus prácticas no pueden olvidar aquellos días en los cuales alumnos y docentes estaban compelidos a trabajar con libros que exaltaban las figuras de Perón y de Evita. La razón de mi vida, la autobiografía de Eva Perón, y ese otro libro en el cual los más pequeños ya no aprendían a leer con el clásico "Mamá me ama" sino con "Evita me ama" de alguna manera vuelven hoy a las escuelas públicas. En otros formatos, con otras formas de distribución y con otros nombres, pero vuelven, como si el tiempo no hubiese transcurrido.

Los afanes hegemónicos del Gobierno y el uso de espacios que son del Estado también están presentes en la avenida 9 de Julio. Vaya uno de Sur a Norte o de Norte a Sur, siempre chocará con la imponente imagen de Eva Perón que el Poder Ejecutivo dispuso instalar en las paredes del Ministerio de Desarrollo Social. Y fue la propia Cristina Fernández la que, con sus palabras el día de la inauguración, dejó al desnudo sus sueños: "Yo me acuerdo de que había estado en Cuba y en el homenaje a José Martí vi la imagen del Che. Allí me vino a la cabeza", dijo, para preguntarse luego por qué no había algo similar a la mujer "ícono" de la Argentina.

Más allá de lo que pueda pensarse y opinarse sobre Eva Perón, lo importante es que, por lo visto y oído, la Presidenta tal vez sintió que ella tiene en la Argentina las mismas atribuciones que Fidel Castro en Cuba.

La Nación
sin firma,
no hay nadie que se haga cargo de ser tan reaccionario

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Mi abuelo Francisco, el nonno, se bajó del barco allá a fines de los 40, y se puso a laburar duro para traer a su familia desde Italia, para hacerse l'América. La nonna y sus hijas llegaron pronto. En ese tiempo, cualquier trabajador podía hacerse la casa, criar a sus hijos, ahorrar y tener proyectos, vacaciones, estudios, siempre para adelante. El nonno y la nona fueron felices, mi viejo y mi vieja (se conocieron en el conventillo de la calle Arrascaete) también. Pero la América soñada se fue desangrando, y con el paso de los años, los desgobiernos y las personas como los tipos que escriben en La Nación, las cosas fueron empeorando.

A partir de la Revolución Fusiladora, el peronismo ha sido el hecho maldito que los seguirá perturbando en sueños y en vigilias. Creyeron que el menemismo había enterrado para siempre las pretenciones de justicia social. El neoliberalismo les regalaba un mundo ideal, con ricos y explotados ad æternum. Se les pinchó el globo. Un pinguino biscocho y su consorte, vinieron del sur para congelarles los planes y escribir otra historia.

Y ni el poder corporativo, ni las editoriales sin firma, ni las sesiones de terapia podrán alejarlos de la angustia que les provoca la felicidad del pueblo.

La envidia que sienten no los abandonará jamás...

Daniel Mancuso