Con 51 años y una militancia temprana que tuvo el mismo origen que el matrimonio Kirchner, Guido Carlotto busca el mayor puesto ejecutivo en la ciudad que lo vio nacer y a la que tuvo que abandonar, obligado por el exilio durante la última dictadura militar.
El hijo de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, asegura que comenzó a apostar al proyecto oficialista desde el día uno, antes que su madre y quizás con una adhesión más fervorosa.
Actual senador provincial, se presenta muy crítico de la gestión del actual intendente platense, Pablo Bruera, uno de los jefes comunales del denominado "grupo del los 8" que mostró diferencias con el Gobierno. No obstante, obligado por la modalidad de listas de adhesión, quizás deba aceptar que su rival vaya por una reelección, en una colectora también encabezada por la Presidenta.
Eso dependerá del lugar que quiera ocupar Bruera en el complejo armado electoral del peronismo en la provincia. El propio Carlotto no descarta figurar tanto en la boleta de Daniel Scioli como en la del adherente Martín Sabatella, eventuales candidatos a la gobernación de Buenos Aires.
"La que tendrá la última palabra será Cristina Kirchner", admite Carlotto. El legislador espera reunirse con la Presidenta para que lo bendiga como el candidato oficial del FPV. Planea decirle que quiere "llevar el proyecto nacional a los platenses". Según asegura, quiere cumplir con la palabra que le dio a Néstor Kirchner cuando, días antes de morir, lo felicitó por su trabajo en La Plata con una palmada de cariño en la cara.
(Maia Jastreblansky de La Nación)
-¿Ya está confirmado como candidato del Frente por la Victoria en La Plata?
-Yo voy a ser el candidato oficial de la boleta del kirchnerismo en La Plata. Puede ser que se presenten otros candidatos que lleven como presidenta a Cristina, ella considerará quién suma con la modalidad de listas de adhesión. Pero yo no soy una adhesión, yo soy el candidato del Frente para La Victoria.
-Es decir que si Scioli va por la gobernación, iría en su boleta.
-Sí. También está la posibilidad que vaya en la lista Sabatella, si no tiene postulante para intendente en La Plata. Pero esas son decisiones en las que va a incidir fuertemente la Presidenta. Seamos sinceros, es ella la dueña de los votos del kirchnerismo. Yo tengo mi electorado, pero acá quién tiene 46 por ciento de intención de voto es Cristina.
-¿Cuándo comenzó su adhesión al kirchnerismo?
Ya en el 2003 fui candidato a concejal por el Frente para la Victoria. Cuando por el peronismo estaban Menem, Rodríguez Saá y Kirchner yo fui con Néstor sin dudar. Me convenció el hartazgo de tener que votar a personas que no me convencían del todo, de votar por disciplina partidaria al menos malo.
-Igual, en ese momento Néstor Kirchner estaba respaldado por Duhalde
- Sí, lo sé. Pero yo venía escuchando a Cristina en el Senado y me atrapaba. A partir de ahí empecé a seguir la gobernación de Kirchner en Santa Cruz y me empezaron a llamar la atención sus planteos, en entrevistas viejas. Conocía sus orígenes que son los mismos que los míos, veníamos del mismo palo en la juventud universitaria peronista de La Plata. Me cerraba todo, aún con su poca intencionalidad de votos.
-¿Lo sedujo antes que a su madre?
-(Risas) Puede ser. Yo soy más político que mamá. Ella es más pragmática, se reunió con todos los presidentes de la democracia, que ha decir verdad le han fallado. Cuando Néstor asumió la llamó a las 24 horas. Y mamá empezó a convencerse. Se dio cuenta que no abandonaba sus convicciones, porque el tema de Derechos Humanos Néstor lo tuvo como prioridad siempre.
-¿Prefiere un perfil bajo?
- Sí, es mi forma de hacer política. Para mí no es una carrera administrativa donde vale todo con tal de ir ascendiendo, sino que hay que apostar a principios, proyectos, ideas, hasta utopías. Es muy lamentable lo que está pasando en la oposición, son una bolsa de gatos que no pueden sintetizar.
-¿Qué diálogo tiene con la Presidenta? ¿Le dio su respaldo expreso?
-En principio sí. O por lo menos hay manifestaciones que así lo demuestran. Dirigentes políticos del riñón del kirchnerismo como (Carlos) Kunkel, (Andrés) Larroque, (Carlos) Zannini, (Héctor) Icazuriaga, que son sus consejeros, me han manifestado todo el apoyo. Espero que cuando me reúna con ella en unos días me lo diga, ojalá.
-¿Le pediría que no admita a otros candidatos de La Plata adhiriendo a su lista?
-No, no se lo pediría. Hablaré de lo que acordé con Néstor Kirchner en vida. Quiero contarle la situación de La Plata y cuáles son mis proyectos.
-¿Qué fue lo último que habló con Nestor Kirchner?
-Fue en el acto de Moyano de River en octubre de 2010. Néstor me apartó a un costado y me dijo: "Te estoy siguiendo de cerca. Estás midiendo muy bien y me gusta mucho lo que estás haciendo".
-¿Cómo evalúa la actual gestión de La Plata?
-Hay cosas que hacen pensar que Bruera tiene más que ver con el macrismo que con el gobierno Nacional. Prioriza el casco fundacional de La Plata y hay un olvido total de la periferia. El nivel de pobreza en Gran La Plata ha aumentado, subió el delito. Hay un privilegio a lo tangible, de maquillaje, que tiene más que ver con una política, te diría, antiperonista.
-¿Cuál es la situación de Bruera de cara al armado electoral?
-Es una situación muy rara la de Bruera. Fue con una colectora del Frente para la Victoria en 2007, pero en 2009 negó a Néstor. Ellos decían que no se iban a pegar a Kirchner porque era "piantavotos". Ahora, que Cristina resurge, quiere salir en la estampita. Es una actitud como mínima desleal y de conveniencia política.
-¿Su madre siempre lo avaló en su militancia?
-Sí. Como toda madre, cuando empezamos a militar éramos muy jóvenes y por una cuestión de temor, no de oposición ideológica, nos decía que no nos metiéramos tanto. Pero hubo un punto de inflexión con el asesinato de mi hermana donde mamá perdió el miedo.
-¿Cuál es su mayor anhelo para su carrera política?
-Quisiera concretar los sueños por los que peleé toda la vida. Empecé a militar a los 14 años, después vino el exilio y la experiencia en la revolución sandinista en Nicaragua. Hoy, quizás el núcleo es el mismo que planteábamos en ese momento: la justicia social, la equidad y la inclusión. Creo en este proyecto nacional, que no está llegando a La Plata. Quiero traérselo a los platenses y creo que puedo hacerlo.
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