Mientras La marcha Naranja llenó de intolerancia cristiana la plaza Congreso, en el Senado siguen las movidas preparativas para la sesión de mañana.
La marcha totalitaria fue organizada por el Departamento de Laicos de la Conferencia Episcopal Argentina (DEPLAI), la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (ACIERA), la Federación Confraternidad Evangélica Pentecostal (FECEP) y familias autoconvocadas. Contó también con representantes de comunidades judías y musulmanas retrógradas.
"No estamos en contra de ninguna comunidad, pero queremos ser claros: el matrimonio es entre un hombre y una mujer y los derechos de los niños -a tener padre y madre- no pueden ser violentados. O nos dan la razón o empezamos la Guerra de Dios, ¿Entienden?"
La democracia da la oportunidad de que miles de creyentes aseguren y manifiesten que Dios existe y que se opone al MATRIMONIO CIVIL IGUALITARIO. Lo que no permite el sistema democrático es que esos miles de fanáticos nos obliguen a todos a pensar como ellos.
¡GRACIAS A DIOS!
- El Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) presentó un informe técnico realizado “de oficio” que busca “prevenir actos de discriminación”.
 
La conclusión: El proyecto de ley de unión civil aparecido hace menos de una semana en el Senado es inconstitucional, viola la Ley antidiscriminatoria, recorta derechos civiles a parte de la sociedad y podría ocasionar miles de demandas judiciales al Estado.A la “alternativa” firmada por 9 senadoras y senadores opuestos al matrimonio igualitario “se la quiere presentar como un proyecto superador de la aprobación o del rechazo a la media sanción de matrimonio dada en Diputados, y en realidad ese proyecto no solamente socava y sesga derechos, sino que además es absolutamente discriminatorio y va en detrimento de las acciones del Estado”, explicó Claudio Morgado, director del Inadi, luego de la conferencia de prensa en la que se presentó la evaluación.
Tan graves resultan las violaciones que, de convertirse tal proyecto en ley, podría sobrevenir una “gran cantidad de juicios contra el Estado”, porque la Ley antidiscriminatoria especifica que “la persona que sufre el acto discriminatorio puede pedir el resarcimiento moral o material”...
- La diputada nacional Vilma Ibarra, por Nuevo Encuentro, analiza la actualidad y explica porqué La unión civil es la peor forma de discriminación ...
 
En este debate no está en juego conseguir media hora en un  Registro Civil para ir con dos testigos y tirar arroz; se trata de  discutir la necesidad de vivir en una sociedad donde las personas,  con nuestra maravillosa diversidad, podamos elegir con quién casarnos y  desarrollar nuestro propio plan de vida respetando a los demás y con  igualdad de derechos ante la ley . La propuesta de unión  civil es la moneda de cambio que ofrecen quienes rechazan la igualdad en  el matrimonio. Carentes de fundamentos, ofrecen reconocer apenas que  hay personas parecidas a otras.
Nunca iguales. Dividen a la  sociedad en heterosexuales y homosexuales, y reservan el matrimonio para  los primeros.
Es una iniciativa huérfana de consensos y  rechazada en forma unánime por todas las organizaciones que representan a  la comunidad homosexual. Propone un contrato común que puede o no  registrarse, que puede modificarse a voluntad, que no posee una sola  cláusula protectiva de derechos de los contrayentes , que puede  disolverse con una carta documento, que impide ejercer derechos que  hoy ya posee la comunidad homosexual, como la fertilización asistida,  impide la adopción y legaliza la discriminación.
En efecto,  admite que un empleado o funcionario invoque “objeción de conciencia” y  se niegue a hacer cualquier “trámite” relativo a una pareja del mismo  sexo. ¿Lindo, no? “¿Ustedes son homosexuales? Yo no los atiendo”.
Así  de discriminatorio. Y legal.
Es importante saber que la ley de adopción vigente no exige ser heterosexual para adoptar.
Hay cientos de familias homoparentales que crían a sus hijos, adoptados  por uno de ellos -no pueden hacerlo conjuntamente, precisamente por no  estar casados- o nacidos por métodos de fertilización asistida.
Esta  ley no inventa la adopción, sino que viene a reparar la situación de  desprotección que viven esos pequeños, también discriminados .  Quien no figura como adoptante no puede darle a su hijo su obra social,  ni autorizar una intervención quirúrgica; no está obligado a prestar  alimentos ni tiene vínculo hereditario. Y en caso de fallecimiento de  quien figura como adoptante, el niño es tratado como huérfano.
No  es literatura. Sucede.
Y del dolor y la angustia de ese niño hay  que hacerse cargo. Algunos dicen que el matrimonio “por naturaleza” es  de hombre y mujer. Sobre lo “natural” hay mucho para hablar. Se sostenía  en la antigüedad que era “natural” que hubiera esclavos, luego se  consideró “natural” someter a los pueblos originarios con la excusa de  evangelizarlos y se dijo que era “natural” que la mujer estuviera  sometida al hombre.
Lo cierto es que las relaciones humanas están  atravesadas por la cultura y por eso las leyes se modifican, para  acompañar los cambios culturales.
El matrimonio protege a la  familia y cada quien construye la propia. Es verdad que los prejuicios  se arraigan, pero las resistencias se vencen, como cuando se logró el  derecho al voto para la mujer, la patria potestad compartida, o cuando  se sancionó la ley de divorcio.
No hubo hecatombe . Jamás hay  hecatombe cuando se reconoce la dignidad de las personas .
Una  frase final.
Por favor, que las autoridades eclesiásticas depongan  la violencia verbal.
No es éste un debate religioso. No  hay en marcha ningún plan maligno de destrucción. Como no lo hubo cuando  se logró la igualdad de la mujer o el divorcio vincular. Sólo queremos  que cada persona pueda vivir su vida en respeto y dignidad, y que se  cumpla el precepto de ser, todos y todas, iguales ante la ley. Ante la  ley civil en un Estado laico.
Vivimos en un Estado laico. ¡GRACIAS A DIOS!
Cuando le preguntaron al pastor evangelista Rubén Proietti qué opina sobre los dichos del Cardenal Bergoglio, acerca de la GUERRA  DE  DIOS... 
Eeeeeeeeeeeh, bueno no lo escuche... pero sacar las cosas de contexto trae dificultades... no creo que el cardenal haya querido decir eso... 

  
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