HILDA

En este siglo xxi, que es apenas un niño, los medios de desinformación tratan al público como a infantes sin experiencia, bobos manipulables, cautivos de engaños comunicacionales, exentos de pensamiento crítico. Los medios utilizan en exceso, inescrupulosamente, la inferencia inductiva para llegar a conclusiones tan disparatadas como perversas.

Las declaraciones del Hilda Molina, médica cubana, a un diario especializado en ofrecer productos comestibles y por el contrario vender carne podrida es un ejemplo muy reciente y ejemplificador...

«—¿Conoce la historia de las Madres de Plaza de Mayo?

» —Sí.

»—Su lucha, aunque indirectamente, tiene puntos de contacto con la de ellas, porque usted, esencialmente, defiende los derechos de las familias a estar juntas. ¿Alguna vez se le ocurrió entrar en contacto con ellas para pedirles que intercedieran ante los gobiernos cubano o argentino?

» —No. Ellas sufrieron la persecución de una dictadura, y sin embargo reverencian otras dictaduras, como la que hay en Cuba, que es una dictadura de izquierda, mientras que la que hubo acá fue de derecha. Sé que no iban a hacer nada porque el que reverencia tanto a aquella dictadura demoniza a quienes pensamos diferente. Las Madres han sufrido mucho, han luchado por sus familias y eso merece el mayor respeto. No las quise irritar, y por eso no recurrí a ellas. »


Este reportaje nos permite obtener varias conclusiones, siguiendo la lógica inductiva que ellos mismos aplican:

• En la Argentina hay libertad de Prensa y cada quién se expresa como quiere, sin censura ni inteferencias de ninguna clase. Parafraseando a José Pablo Feinmann: "Cualquier boludo hace declaraciones..."
  

• Muchas veces, personas que deberían mantener la boca cerrada, haciendo uso indebido del derecho a expresarse, la abren para decir estupideces que son amplificadas por los medios desinformativos, los cuales utilizan esas declaraciones con fines espurios.

• La desbocada Hilda Molina (al igual que Ingrid Betancourt, el fascista Vargas Llosa, el falso ingeniero Blumberg, la imbécil Susana Giménez, el esperpento siliconado conocido como Moria Casán, el cura pedófilo Grassi o el comisario torturador Patti...) son epígonos de la derecha más vomitiva, propalados hasta el hartazgo a los vientos mediáticos, intoxican el aire ciudadano con odios y rencores, generan controversias e instalan falacias rebuscadas.
  

La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, le recomendó hoy a la médica cubana Hilda Molina:

"...No juzgar a nadie, que se dedique a disfrutar de su familia en la Argentina y hacer silencio sobre temas políticos".

"Quien ofende el pañuelo, esté arriba de la cabeza de quien sea, está ofendiendo a todas. Los que ofenden a las Madres nos están ofendiendo a todas", advirtió.

Y acotó: "Creo que la señora Hilda Molina tendría que estar disfrutando para lo que vino, que es para estar con su familia y sus nietos. No tiene que juzgar a nadie, menos acá en la Argentina, donde está siendo muy bien recibida y hasta su llegada fue propiciada por el propio Estado".

Carlotto pidió: "no confundir a la sociedad"..."Creo que hay que llamar a silencio a estas voces, tendría que disfrutar a su familia".

Cuanto más escucho a los paparulos a traves de los medios desinformativos, más siento la necesidad de vivir en un país donde Hablemos Todos, que exista una Ley de Medios Audiovisuales para todos, que me ampare de tanta mediocridad, operaciones de Prensa, imposiciones de agenda, mentiras pergeñadas desde los oscuros rincones del poder corporativo y antinacional, y se consolide una democracia plural, inclusiva, popular y con Justicia social.

Daniel Mancuso