Amiga y cómplice de dictadores y genocidas, la "Noble viuda empresaria", Ernestina Herrera de Noble, construyó un imperio mediático de la mano de Héctor Magnetto y otros secuaces.
Desde su diario, silenció crímenes, justificó iniquidades, propaló mentiras, manipuló las opiniones y humores de millones de incautos lectores.
Durante estos años, Ernestina nos regaló varios bofetazos en pleno rostro. La continuidad de la infame ocultación de identidad de sus dos hijos adoptivos, Felipe y Marcela; la irresuelta situación de la oscura trama de Papel Prensa; la no aceptación de La Ley de Medios ni de la grilla de canales, su profundo desprecio por la democracia.
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Recordemos el tema de los hijos adoptivos de Ernestina, un hecho de apropiación gravísimo cometido durante la dictadura y prolongado en plena democracia:
En diciembre de 2002, el juez federal Roberto Marquevich ordenó la detención de la señora Ernestina Herrera de Noble, basado en las irregularidades comprobadas en los dos expedientes de adopción.
El que corresponde a Felipe, sostiene que la madre, Carmen Luisa Delta, lo puso a disposición del tribunal de menores Número 1 de San Isidro, el 7 de julio de 1976. Ese mismo día, su titular, Ofelia E. Hejt, ordenó su entrega a la editora periodística Ernestina, sin disponer ningún estudio ambiental ni determinar el lugar y las circunstancias del nacimiento de la criatura. La misma conducta siguió en el caso de Andrés La Blunda, de dos meses, que el Ejército dejó en casa de un vecino el 20 de abril de 1977 luego de secuestrar a sus padres, que nunca reaparecieron.
La señora Ernestina declaró que la bebita había aparecido en el jardín de su casa, en las Lomas de San Isidro, el 2 de mayo de 1976.
Ofreció como testigos a la vecina de al lado y al cuidador de la casa de la vecina. En el expediente de adopción de 1976, vecina y cuidador confirmaron esa versión. Pero el 6 de mayo de 2001, Roberto Antonio García, entonces de 85 años, declaró ante Marquevich que nunca fue cuidador de esa casa ni vivió en Lomas de San Isidro. En cambio durante casi 40 años condujo el auto de Roberto Noble primero y de su viuda después. Tampoco la presunta vecina vivía allí, según declaró su nieta y confirmó la Policía Federal...
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Todo el accionar del Grupo Clarín y su dueña prolonga la infamia y la IMPUNIDAD devastadoras para cualquier sociedad que desea vivir en paz y dignidad. Sin embargo, pese a todos los escollos leguleyos, el silencio canalla de periodistas "independientes" y dirigentes subordinados, y las trampas desinformativas, la verdad se acerca indefectible, y hará tronar el escarmiento.
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