Luego del brutal ataque al semanario Charlie Hebdo en el que murieron 12 personas, en París, surge la pregunta difícil: ¿a quién le conviene este atentado? Nadie puede creer que un grupo de loquitos empezó a los tiros en la ciudad luz cual patrulla perdida que se divierte en la selva. Justo cuando avanza el reconocimiento a la causa Palestina a nivel mundial sucede este atentado en Francia, ¿viste?
¿No me crees? escuchalo a Benjamín Netanyahu: “El objetivo islamista es destruir las sociedades libres”
NOooo... no caigamos en teorías conspitrativas, no digamos que en la ciudad con mayor presencia de organismos de inteligencia del mundo 3 peregiles asesinan a 12 personas, ni se les ocurra pensar que las Torres Gemelas las tiraron los propios yanquis para justificar las subsiguientes invasiones a escala global.
Todos los medios hegemónicos desparramaron ríos de tinta, horas de televisión, repudiando el atentado, pero... ¿¿QUIÉNES SON LOS TERRORISTAS?? ¿estos 3 supuestos musulmanes de Paris o los gobiernos y ejércitos que matan miles de inocentes con un misil?
¿Vale más la vida de 12 franceses que la de miles de palestinos en Gaza, por ejemplo?
No se puede comer esta sopa, como dice Guadi Calvo.
Una ayudita para la policía francesa: no pierdan el tiempo, si de verdad buscan a los terroristas, vayan al Palais de l'Élysée.
¿No me crees? escuchalo a Benjamín Netanyahu: “El objetivo islamista es destruir las sociedades libres”
NOooo... no caigamos en teorías conspitrativas, no digamos que en la ciudad con mayor presencia de organismos de inteligencia del mundo 3 peregiles asesinan a 12 personas, ni se les ocurra pensar que las Torres Gemelas las tiraron los propios yanquis para justificar las subsiguientes invasiones a escala global.
Todos los medios hegemónicos desparramaron ríos de tinta, horas de televisión, repudiando el atentado, pero... ¿¿QUIÉNES SON LOS TERRORISTAS?? ¿estos 3 supuestos musulmanes de Paris o los gobiernos y ejércitos que matan miles de inocentes con un misil?
¿Vale más la vida de 12 franceses que la de miles de palestinos en Gaza, por ejemplo?
No se puede comer esta sopa, como dice Guadi Calvo.
Una ayudita para la policía francesa: no pierdan el tiempo, si de verdad buscan a los terroristas, vayan al Palais de l'Élysée.
7 comentarios:
Esa sopa se la van a tragar los que claman o requieren ese tipo de basura. Muy oportunamente citás lo del WTC de 2001, que dio el motivo necesario y suficiente para que las tropas de la libertad y la democracia destruyeran Afganistán y luego Irak. Todo sea por luchar contra el terrorismo, no? ¿Y la France de la liberté, equalité et maternité? Colonialista y explotadora como el que más, pero revestida por su eterno barníz de cultura y buen gusto que, según parece, puede disimular, ocultar y disfrazar sus atrocidades más grandes.
La doble vara, cada día más de manifiesto y la hipocresía que reviste a la prepotencia del capitalismo disponiéndose a otra escalada de xenofobia y segregación de sus eternamente explotados. Con unos 50 millones de musulmanes residiendo en Europa, la tarea será dura, en todo sentido.
Gran verdad Dany. Tampoco valen 2 mangos los 43 estudiantes mejicanos.
Francia interviene militarmente en la República Centroafricana.
Lo hace porque sus empresas (Bolloré, que tiene el monopolio de la logística y del transporte fluvial, Castel, bebidas y azúcar, CFAO, vehículos, Telecom, telefonía y Total, petróleo) necesitan una cabecera de playa militar para sus negocios.
Francia interviene en Malí.
No es la primera vez. De hecho, Francia destruyó toda potencialidad de Malí en el pasado, incluyendo las intelectuales, asesinando a miles de profesores.
Francia lucha en Malí contra los mismos yihadistas que entrenó para que ataquen a Libia y Siria.
Francia interviene del mismo modo en Costa de Marfil, siempre bajo el ropaje de "fuerzas de paz".
Y es que Francia necesita seguir teniendo influencia sobre zonas de las que se apoderó en el pasado.
Francia ha tenido fluida relación con gobiernos de la región, como el de Habyarimana, de Ruanda, al que siempre favoreció pese a que era un dictador con treinta años en el poder.
Y es que Francia ha sido pragmática en este sentido. Cuando le convino, Libia dejó de ser un "estado paria" y Gadafi dejó de ser un dictador, que según documentos secretos financió a Sarkozy; pero cuando también le convino, invadió a Libia con otras potencias, provocó una guerra civil y redujo, entonces sí, a estado paria al que era el país africano con mejor nivel de vida.
Allí están peleando, entrenados por Francia, los yihadistas que desguazan lo que quedó de esa nación.
Francia masacró a 400 argelinos en las mismísimas calles de París en 1961.
Nadie entonces dijo "yo soy argelino".
Tal vez porque no existía Facebook.
Pero esta masacre, llevada adelante por el jefe de la policía, que fue condenado por crímenes de lesa humanidad (no por estos, sino por los que cometió durante la Segunda Guerra, es decir, París tenía al frente de la policía a un nazi) palidecen frente a la represión llevada adelante contra los propios argelinos en su territorio.
Cientos de miles, aberrantes torturas y la técnica de las desapariciones.
Si les suena de algún lado, es porque los militares franceses luego adoctrinaron a los argentinos.
Francia envía tropas y entrena yihadistas que combaten en Siria en estos momentos.
200.000 muertos ya se llevó esa guerra civil atizada por Estados Unidos y Francia.
Yo no vi a nadie poner "yo soy sirio".
Tampoco vi a nadie poner "yo soy palestino".
(sigue)
Es más, lo podrían hacer ahora, porque siguen matando gente.
Es mas, lo podrían hacer ahora, porque 17 de los 2000 muertos de la masacre sionista, son periodistas.
O sea, que fue, además de un genocidio que se llevó las vidas de 500 chicos, un atentado a la libertad de prensa.
Si se relee con cuidado todo lo que motorizó Francia, los intereses que defiende, las oscuras alianzas que hizo, se verá que hay motivos para contextualizar, esa palabra que a los simples les suena a complicado, a manipulación.
Y es que contextualizar nos saca de la modorra de los slogans, de la certeza de la manada, y nos coloca en el vértigo del pensamiento crítico y propio que en algún momento se unirá a otras cabezas y se convertirá en militancia.
Contextualizar nos enfrenta a un escepticismo brutal que no debería caer en el nihilismo ni en la antipolítica.
Contextualizar nos humaniza y, si estamos dispuestos a seguir la brújula de nuestra coherencia hasta las últimas consecuencias, es decir, que el conocimiento se vuelva acto y viceversa, es posible que nos deje en el más lúcido de los desiertos.
Contextualizar nos compromete.
Hace algo así como un año, grupos golpistas en Venezuela salieron a la calle.
Miles de Facebook se horrorizaban por la "dictadura" de Maduro.
Todos ellos ignoraban que en Colombia la guerra civil más larga del continente se llevó cientos de miles de víctimas, y que el país registra la mayor cantidad de refugiados del planeta.
Jamás hablaron de Colombia.
Y jamás hubieran hablado de Venezuela, en los términos en que lo hicieron, hasta que los medios lo hicieron y Facebook y su poder mimético los avaló, los unió en su prédica, los hizo sentir militantes políticos por diez minutos.
Así de clara es la confrontacion entre el contexto y la labilidad ontológica, ese ser que se escurre de opinión en opinión según los cantos de sirena.
Si veo los negocios de Francia, sus atropellos, su perversión, el entrenamiento a yihadistas, su intención de exterminar poblaciones enteras y destruir estados, cargar las tintas sobre Mahoma es una provocación adolescente, que le saca el culo a la jeringa de lo que verdaderamente importa.
Y si me defino como un medio de izquierda, contestatario y antisistema, mi contextualización da como resultado un grupo de pequeños burgueses que provocan pero no molestan, salvo a los que estúpidamente han reducido un pensamiento religioso a fundamentalismo asesino.
Fundamentalismo asesino que, como vimos, tiene sus motivos, patrones y financistas.
Yo sigo contextualizando porque no quiero caer en el nihilismo de suponer que la gente es ignorante, pelotuda y se deja manipular por comodidad y para poder integrarse.
Yo soy Carlos.
Pero no soy Charlie.
Un enfoque miserable.
Los argumentos conspiranoicos denotan la miseria intelectual de quien los usa.
Los argumentos conspiranoicos denotan la miseria intelectual de quien los usa.
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