Te fuiste como querías, con todos los amigos y seres querientes hablando de vos, pensándote, contando tus hazañas. Un velorio iluminado con amores verdaderos y agradecimientos añejos. Hasta peces de colores había. Un entierro con sol y pajaritos en medio del verde y la brisa.
Fue duro el último mes entre dolores y pinchazos y sondas malolientes, así que, la despedida fue un intenso deambular por la belleza de la vida, las emociones y las lágrimas junto a las sonrisas del alma de tus deudos exorcizando temores.
Tuvimos que asistir a tu muerte para descubrir, en toda su dimensión, cuánto te quieren, cuánto hiciste por la felicidad ajena, cuánto mejor sería el mundo con mujeres como vos. Si tanta gente agradece tu dedicación, tu esfuerzo, tu sabiduría, tu tiempo... algo bueno habrás hecho militante silenciosa de la salud ajena, de la alegre alteridad.
Gracias Abu, por no abandonar la solidaria razón de vivir hasta tu último suspiro, no te vamos a olvidar, aunque el diario no hable de ti.
in memoriam Isabel Sánchez Sosa.
Fue duro el último mes entre dolores y pinchazos y sondas malolientes, así que, la despedida fue un intenso deambular por la belleza de la vida, las emociones y las lágrimas junto a las sonrisas del alma de tus deudos exorcizando temores.
Tuvimos que asistir a tu muerte para descubrir, en toda su dimensión, cuánto te quieren, cuánto hiciste por la felicidad ajena, cuánto mejor sería el mundo con mujeres como vos. Si tanta gente agradece tu dedicación, tu esfuerzo, tu sabiduría, tu tiempo... algo bueno habrás hecho militante silenciosa de la salud ajena, de la alegre alteridad.
Gracias Abu, por no abandonar la solidaria razón de vivir hasta tu último suspiro, no te vamos a olvidar, aunque el diario no hable de ti.
in memoriam Isabel Sánchez Sosa.
3 comentarios:
Abrazo compañero, compañero..
Hermosas palabras. Quienes así son recordadxs, sentidxs siempre cerca, no se van nunca del todo.
Un abrazo
Isabel salvó vidas y su obra perdurará por siempre. Daniel Kozigián
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