Dice La Nación: Cada vez más argentinos llevan sus ahorros a cajas de seguridad en Uruguay
«El 20% de los cofres allí son de ciudadanos de nuestro país; en Colonia, incluso, no hay disponibilidad»
Casualmente, al mismo tiempo, el estafador Domingo Cavallo reapareció fresco y rosagante. Él también estudió en HARVARD (y ya sabemos cómo nos fue con el 1 a 1). Sin embargo, lejos de una autocrítica por la trágica implosión del 2001, volvió a las declaraciones periodísticas. Aprovechando que «lagente» tiene mala memoria, y que los medios hegemónicos le dan micófonos, cámaras y vidrieras, dijo sin ruborizarse a Radio 10...
- «Lagente no tiene libertad para proteger el valor de sus ahorros y se pretende que mantenga sus ahorros en pesos, que por la propia acción del Gobierno se desvaloriza permanentemente... como lagente no es tonta y quiere preservar el valor de su ahorro, está desesperada por comprar dólares que el Gobierno le impide hacerlo... la situación argentina es lo opuesto a lo que pasa en Chile, Colombia, Brasil o México, donde, como hay tantos dólares en el mundo, están inundados...»
Nosotros seguimos insistiendo en que la solución está en las manos de los propios sedientos ansiosos e intemperantes consumidores de divisas, ya explicamos CÓMO CONSEGUIR DÓLARES. Es fácil, tienen que traerlos de vuelta y usarlos. Los mayoría de los 40 millones no vamos a bancar los usos y costumbres de un pequeño sector de la tilinguería nacional mal acostumbrada. Si no les gusta, pueden irse a vivir al Uruguay o Colombia o Brasil o Mexico o Chile, las fronteras están abiertas. Sean felices allá. Eso sí, van a tener que obeder las leyes porque si no les van a dar una patada en el culo y a la cárcel. Esos son países serios, no como acá, que cualquiera vocifera que no tiene miedo y evade sus obligaciones fiscales.
A ellos les decimos: ES EL ESTADO, ESTÚPIDO que protege a toda la sociedad, y no está para que ustedes hagan sus grandes negocios, o se patinen la guita en las vacaciones fuera del país, o la guarden en los paraísos fiscales o cajas de seguridad.
Habrá cacerolazos, puteadas, insultos, desestabilizaciones, conjuras, carne podrida, intrigas, intentos vanos, violencia... pero la historia ya decidió para que lado va el horizonte, y hacia allá caminamos, le disguste a quien le disguste
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