Todavía se agitan en nuestras conciencias las angustias impotentes por las muertes, los heridos, los dolores del choque del tren en la estación Once. Flota en el aire la discusión sobre las muertes evitables. Preguntas sin respuestas. Tal vez, algunas respuestas de tan obvias son invisibilizadas por la mala costumbre de ver morir gente inocente todos los días.
Pequeña anécdota. Volvía con mi familia por la ruta 2, hacia Buenos Aires, después de unas cortas vacaciones, buscando aleatorias radios que me contaran algo más acerca de la tragedia del miércoles pasado. Llovía de vez en cuando. Yo respetaba los carteles con velocidades máximas, dejaba prudente distancia con el auto de adelante, cada tanto pasaba un camión, y volvía al carril derecho. Pero durante el viaje, cuando iba por la izquierda para realizar un sorpasso, sucedió varias veces, entre cinco y seis autos patente H, o J, o K, sedán o 4x4, se me pusieron atrás, amenazantes en el espejo retrovisor, con las luces rugiendo impaciencia, y me patotearon imprudentemente, para luego desaparecer en el horizonte asfáltico a 170 kilómetros por hora, o más.
Mi cabeza hervía. Pensé en los 51 muertos de Once, recordé los 22 muertos por día en accidentes de tránsito, lamenté la estupidez humana, repudié la mezquindad y la desidia, me indigne por la falta de controles, los patrulleros vacíos, los milicos tomando mate al costado, las camionetas anarajandas abandonadas al sol, la impunidad de los poderosos conductores de alta gama, y traté de llegar a casa a salvo...
Pequeña anécdota. Volvía con mi familia por la ruta 2, hacia Buenos Aires, después de unas cortas vacaciones, buscando aleatorias radios que me contaran algo más acerca de la tragedia del miércoles pasado. Llovía de vez en cuando. Yo respetaba los carteles con velocidades máximas, dejaba prudente distancia con el auto de adelante, cada tanto pasaba un camión, y volvía al carril derecho. Pero durante el viaje, cuando iba por la izquierda para realizar un sorpasso, sucedió varias veces, entre cinco y seis autos patente H, o J, o K, sedán o 4x4, se me pusieron atrás, amenazantes en el espejo retrovisor, con las luces rugiendo impaciencia, y me patotearon imprudentemente, para luego desaparecer en el horizonte asfáltico a 170 kilómetros por hora, o más.
Mi cabeza hervía. Pensé en los 51 muertos de Once, recordé los 22 muertos por día en accidentes de tránsito, lamenté la estupidez humana, repudié la mezquindad y la desidia, me indigne por la falta de controles, los patrulleros vacíos, los milicos tomando mate al costado, las camionetas anarajandas abandonadas al sol, la impunidad de los poderosos conductores de alta gama, y traté de llegar a casa a salvo...
6 comentarios:
Tal cual.
Qué les importa dentro de sus confortables 4x4 de lo que suceda con los que se ven obligados a viajar todos los días en un sistema de transporte caótico, vetusto, librado al beneficio empresario, subsidiado y sin control adecuado.
Un abrazo Mancu. Qué regreso de vacaciones te tocó.
CONTROLES !!, duros y sin atenuantes.Con penas bien altas.Tipo que supera la velocidad, o pasa un semàforo en rojo se le saca el auto.Y eso trasladado a todo.Hay que preparar urgente a la gente para capacitarla en el control.Menos ñoquis en el anses, y màs gente con ganas de ayudar a profundizar lo empezado en el 2003.Abrazo.
Bienvenido nuevamente...
Cada vez que uno sale... y regresa... parece que habría que festejarlo como algo excepcional...
Hay mucha muerte, más de la que uno puede soportar... La desidia, la prepotencia, la impunidad, forman un cóctel que nos emborracha lentamente... La violencia que generan puede llegar a terminar con cualquier persona sensata...
Amigos: Si en 8(ocho) años no se ha logrado un cuerpo de Transito Bonaerense, ni una legislacion adecuada ni una bah,Si a los pocos controles que hay le agregamos los coimeros/y los q pagan las cometas. El modelo necesita un llamado de atención.Rodo
Es muy interesante ésto del comentarista anónimo/Rodo, es probable que el plato volador lo haya dejado hace poquito, 8 años digamos, porque el panorama descrito en el post es así, desde hace muuuuuuuucho más que 2 años - claro, en una Estanciera no podés hacerte el loco; en un 128 además de ruidito fachero tampoco, es cierto, estaban los Torino pero no eran tantos y así...
Por suerte ya pasaron esos años del atraso tecnológico y hay disponibles muchísimo juguetes para hacerse moco, cualquier hijo de vecino puede comprarse una albóndiga (que llega a 160) o un peso liviano pero pesado, un Audi TT, un Nissan 370, chucherías con las que ser el azote de las rutas a más de 200.
No hay "modelo K" que valga, la estupidez siniestra de aquel al que no le importa nada ni en la ruta (ni en la vida) NO depende de ningún gobierno ni de una legislación a la que no se le da pelota o de canas coimeros o no coimeros. No es vieja, es ancestral la cosa.
Y es uno el que, sentadito al volante, elige; cualquier otra cosa es verso, chamuyo, coartada para disimular la hijoputez básica.
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