martes, 25 de octubre de 2011

¡HAY OTRA HISTORIA!, LUÍS ALBERTO








Es demasiado presuntuoso, casi suicida (intelectualmente hablando) escribir una nota en La Nación que se titule El secreto del éxito electoral, 2 días después del aplastante 54 % de Cristina, intentando describir, analizar, deconstruir al Peronismo, sin caer en el absurdo, sin hacer papelones, máxime cuando quien escribe se llama Luis Alberto Romero, es hijo del otro Romero, y es más gorila que historiador “profesional”.

El mamarracho resultante cae en lugares comunes, frase manoseadas hasta el hartazgo, y muy poco serias...

    «El peronismo siempre ha tenido poco aprecio por las instituciones y las formas. Las contrapuso con lo "real", lo sustantivo, a lo que las reglas deben amoldarse. "Salvo la ley de la gravedad, todo se arregla", suele decirse».

Es verdad, el peronismo nunca respetó la institución del "golpe militar", ni la institución "ser funcionario de una dictadura", por ejemplo, como sí lo hizo el radicalismo, del que Romero se siente parte.

    «Quien ingresa en la vida política a través del peronismo aspira legítimamente a combinar el servicio público con el beneficio personal. Ciertamente, no es el único movimiento político en que esto ocurre, pero lo que en otros se practica en un contexto de censura o limitación moral, en el peronismo puede hacerse dignamente. "Hacer una diferencia" no sólo es un derecho, sino una prueba de la eficacia del jefe y una condición para sobrevivir en un contexto que, pese a la proclamación de la lealtad, está dominado por el principio de la lucha por la vida».

Romero insiste con la "Teoría Lanata": todo lo que ronde el peronismo tiene como principio rector el interés pecuniario. "Todo lo hacen por la guita", "son todos chorros", y cosas por el estilo.


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«El periodismo es el primer relato de la historia. Es la primera fuente que utilizan muchos investigadores del pasado. A la luz del texto de Romero sobre el presente, los argentinos deberíamos sentir pavura al descubrir quiénes son los encargados de construir el relato histórico colectivo».

Así analizaba Hernán Brienza la nota del historiador “profesional” Luis Alberto Romero, publicada en Clarín, donde denostaba a las Madres de Plaza de Mayo, en “La Corrupción está rondando a las Madres”.

«Romero escribió una columna en el diario Clarín de una miserabilidad política y personal muy pocas veces vista en el mundo intelectual argentino», decía Brienza en su nota Luis Alberto Romero, Clarín y un acto de profunda torpeza intelectual.

«Reduccionista, con rasgos de simplismo “corruptista”, malintencionado, de moralina fácil, falto de visión política y estratégica, grotesco, reproductor de la teoría de los dos demonios pero con la corrupción suplantando a la violencia y el ciudadano como víctima inocente, repleto de guiños histéricos de señora gorda que toma el té de las cinco, entre otras, son algunas de las características sobresalientes de ese discurso fácil y demagógico dirigido a ciertos sectores de la clase media».


2


«Leo y releo la penosa -es decir poco- reseña con que Luis Alberto Romero nos convida para reflexionar sobre el día de la Soberanía, y comprendo con cierto enfado que la hora de la renovación generacional viene golpeando las puertas de nuestras aulas.

»Tras una breve reseña de los balances historiográficos existentes ─que le convendría haber leído mejor antes de escribir lo que sigue─ Romero se vale del clásico recurso de contruir un adversario fantasmal para luego dedicarse a su destrucción retórica. Lo hace tan mal, que termina atrapado en su propia red, pidiendo socorro».

Así empezaba Ezequiel Meler su nota de análisis sobre el historiador profesional, titulada Luis Alberto Romero frente a la cuestión nacional.





3
Evidentemente, el historiador “profesional” Luis Alberto Romero seguirá escribiendo, en La Nación o en Clarín, esas historias sesgadas que mutilan subjetividades, y generan conciencias domesticadas en el pensamiento dominante liberal colonizado.

Y nosotros seguiremos deconstruyendo sus falacias, sus esperpentos historiográficos.

Los peronistas somos así, persistentes batalladores por la verdad y la justicia, incorregibles...




Daniel Mancuso

2 comentarios:

carlos dijo...

Por suerte, cada vez somos más los giles avivados. De modo que, este gil no engrupe a nadie. le habla a un grupo que se reduce día a día.-

Anónimo dijo...

tiene razon Lanata (y Romero) en que el peronista lo es pues persigue un interés pecuniario o de poder. Estos foros son todos kirchenristas pues el poder está en sus manos. De otro modo no lo serían.La carita de "pendejos" de Brienza y Meler no hacen más que asegurarme que no tienen idea de lo que fue el peronismo y la historia de los 70

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