La diputada Silvana Giudici va ganando, a fuerza de perseverancia, un lugarcito en los anales de la ficción latinoamericana, junto al guatemalteco Miguel Ángel Asturias, el colombiano Gabriel García Márquez, o el mejicano Juan Rulfo...
Para muestra, basta un exabrupto:
"El juez se extralimita y es funcional a las estrategias del Ejecutivo. Lo que se quiere es destruir al Indec. La película continúa con la censura y ahora con la sanción a las consultoras privadas y a los periodistas. Si esto sigue así cualquiera señora que salga del supermercado y diga que aumentaron los precios va a ser sancionada".
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El realismo mágico intenta dar verosimilitud interna a lo fantástico e irreal, Giudici fatiga sin descanso con ese cometido. Se mueve como ballena en el agua, con gran versatilidad. Sus denuncias mediáticas contienen elementos mágicos, fantásticos, percibidos como parte de la "normalidad", aunque esos elementos mágicos, ora intuitivos, ora imaginados, nunca son explicados. Subyacen en sus relatos representaciones de mitos y leyendas urbanas de vieja data, como el hombre de la bolsa, el cuco estatista, el aluvión zoológico invadiendo la ciudad blanca, las bandas peronistas quemando el parquet para hacer asado, los 100.000 dolares en zapatos para Cristina, y otros... así, se distorsiona el tiempo, para que el presente se repita o se parezca al pasado añorado... Giudici vive para atrás.
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La Giudici, presidenta de la Comisión de Libertad de Expresión de la Cámara baja, disparó a quemarropa: "La idea es que haya una predominancia de la voz del gobierno. El Gobierno cree que puede callar la voz de todos. Todos tenemos la posibilidad de decir lo que se nos cante a pesar de que a Guillermo Moreno y a la presidenta no les guste".
¿Qué tendrá que ver la investigación del juez en lo penal económico Alejandro Catania con los gustos de la Presidenta?
Nadie lo sabe. Lo cierto es que si alguien se tira un pedo en el subte lleno de gente a las 6 de la tarde, Cristina tiene la culpa, según la mirada de la devaluada new Unión Democrática de Giudici, Gustavo Ferrari, Ricardo Gil Lavedra y Patricia Bullrich, denunciadores seriales del Macondo argento.
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La diputada Giudici finalizará su mandato en diciembre 2011. Recordemos que el 10 de julio, su candidatura a jefa de Gobierno porteño sacó 36.372 votos, sólo el 2,06 por ciento.
Es una pena que el Congreso de la Nación se quede sin su figura señera de la Antipolítica vernácula.
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Daniel Mancuso
2 comentarios:
"si alguien se tira un pedo en el subte lleno de gente a las 6 de la tarde, Cristina tiene la culpa" (culpa de milanezas para todos).
Ya buscan posicionarse como lilita 3.0
Saludos
Todo pasa. Hasta los imperios. Si a pesar de los encarnizados e ininterrumpidos ataques lanzados desde hace casi 4 años los resultados fueron el derretimiento como cubito de hielo al sol de la opo de retazos y la consolidación del modelo Nac & Pop apoyado cada vez por más ciudadanos, no creo que haya que preocuparse demasiado. No pueden afrontar la responsabilidad de demostrar con pruebas irrefutables lo que anuncian y vociferan. No pueden ... y se enojan. Cada uno de ellos, políticos ó periodistas, ha ido cayendo inevitablemente en el desprestigio como si se hubieran atrevido a un tobogán lubricado que dá a un pozo. Sólo restará cubrir ese pozo con una sólida tapa para evitar los malos olores. Y SEGUIR AVANZANDO Y PROFUNDIZANDO EL MODELO.
Tilo, 70 años.
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