¿Los argentinos somos los mejores del mundo? Tal vez fuera presuntuoso afirmarlo, pero nuestros pensadores, escritores y periodistas son un orgullo a escala planetaria.
Rodolfo Walsh con su libro Operación Masacre, publicado en 1957, se constituyó en el primer escritor y la primer obra de "ficción periodística" o novela testimonio (el relato novelado de un hecho real).
Operación Masacre se adelantó 9 años al libro A sangre fría (In Cold Blood) de Truman Capote, generalmente citado como iniciador de este género literario. Operación Masacre devela la trama oculta de lo sucedido en los "fusilamientos de José León Suárez". Claro, capote nació en un país central, Walsh era un escritor subdesarrollado y dependiente.
Hoy en día, Clarín y su plantel de periodistas independientes hacen punta en una nueva faceta de la comunicación: a las noticias, la entrevista, el reportaje, la crónica, el documental y la opinión, ahora se suma la antinoticia.
Aunque José Pablo Feinmann en su articulo "Periodistas de celuloide", para Pagina/30, afirma que: «Lo real para un periodista como Citizen Kane, no existe. Lo real se crea. Basta tener un diario, reporteros sagaces y obedientes, convicciones poderosas que encuentran en sí mismas (y no en algún imperativo ético universal que se relaciona con algo así como la verdad) su propio fundamento para lanzarse a escribir editoriales, criticas, columnas de opinión que diseñen los gustos, las modalidades, las aprobaciones y los rechazos de la mayoría silenciosa, esa arcilla masa que el periodismo modelara a su arbitrio» (1994; 32), podríamos inferir que dicha operación comunicacional conserva nexos con la estructura de la noticia tradicional.
Pero la antinoticia es un género novedoso, donde se sabe y no se sabe, se conoce y no. Puede ser, pero quizás no sea. La amplitud de lo que se comunica es tan grande, y tan ambigua la significación del mensaje, que no se comunica nada al final de la última palabra. Y sin embargo, esta característica la acerca a la poesía, a la literatura y la música, en suma, al arte. La condición polisémica de la antinoticia provoca una multiplicidad de sensaciones en los millones de lectores que la recibirán, multiplicando su efecto como en una reacción en cadena. Maravilloso big bang simbólico, democratizador, socializante.
Tomemos un ejemplo sublime. Hoy Clarín publica Nadie sabe dónde impactará el satélite que cae sin control...
- Que es en Italia, que es en Francia, que caerá en el medio del océano o en la isla de Nueva Guinea, en el Pacífico. El mundo está expectante del lugar de impacto del satélite que se dirige hacia la Tierra sin control, y que de acuerdo a los informes de la NASA caerá hoy a la noche –o a la tarde– en algún lugar del planeta...
Habrá menos autos y se evitará el tan mentado caos de transito en la 9 de Julio, o en la Panamericana. Millones de amas de casa se plantarán frente a los televisores siguiendo el devenir de los informes de TN. En las calles, todas las cabeza mirando hacia arriba, buscando el bendito satélite, a ver si viene para acá...
¡¡¡Un premio Nobel de Literatura (o de La Paz, al menos) aquí, a la derecha!!!
1 comentario:
"Nadie sabe donde impactará la oposición en caída libre después de octubre" Jaja.
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