“Borom bom bóm...
borom bom bóm...
para Mauricio...
la reelección...”
Los cánticos de los jóvenes PRO ya auguraban las palabras de Mauricio Macri. El club barrial 17 de agosto, en Villa Pueyrredón, fue el escenario que eligió el jefe comunal para lanzar oficialmente su candidatura porteña, aunque adelantó que el PRO tendrá una “propuesta nacional” para las presidenciales de octubre.
En un discurso de apenas 17 minutos, rodeado de globos de colores, dijo: “El objetivo es ser un instrumento concreto de unidad nacional. Luego de un largo proceso de debate y reflexión personal, siento, estoy convencido de que el mejor lugar para poder hacer ese aporte es desde la Ciudad de Buenos Aires”...
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En el centro de una explosión de colores, globos, jóvenes que cantaban, Mauricio Macri sonrió como para disimular que estaba abandonando sus aspiraciones presidenciales.
El acto que le organizaron en un club de barrio de Villa Pueyrredón tenía la impronta de Jaime Durán Barba: había rock, cumbia, reggaeton, juventud y poco discurso. Fuera de esa estética quedaban los choripanes que repartían en un patio anexo, lejos de las cámaras.
El jefe de Gobierno intentó presentar su decisión como un aporte desinteresado al país: “Luego de una profunda reflexión, siento que desde el mejor lugar que puedo hacer el aporte es desde la Ciudad”, resaltó el líder de PRO. También aseguró que el PRO “va a tener una propuesta en octubre a nivel nacional”, aunque en su entorno no tienen ninguna pista de cuál podría ser.
Tras su fracasada convocatoria, les insistió al resto de los opositores que se unan. Y, como broche, ensayó unos pasitos con Juliana Awada al ritmo de Gilda. Como para recordar la victoria de 2007...
Domingo, 8 de mayo de 2011. A Mauricio Macri se le pinchó el globito, contaba Werner Pertot.
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Tal vez todo sea una casualidad. Sería casual que el club en el que Mauricio Macri se lanzó con globos sonrientes en mayo pasó una factura al mes siguiente por medio millón de pesos al gobierno porteño. El dinero era supuestamente por haber albergado personas sin techo, pese a que no existen constancias de cuánta gente estuvo alojada allí.
También sería casualidad que el director del club 17 de Agosto sea Sergio Costantino, director general de Infraestructura Social, que depende de María Eugenia Vidal. El que decide sobre los paradores habría destinado casualmente dinero al club que dirige. Todas casualidades. O tal vez no. En ese caso, Vidal y su funcionario tendrían que responder ante la Justicia por un presunto desvío de fondos...
Domingo, 03 de julio de 2011. Evidentemente, Los globos salieron caros, razona Werner Pertot.
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... No hay posibilidades de equivocarse, se vote a quién se vote el domingo. Los que voten por Macri sabrán de antemano que el procesado candidato de la derecha propone un modelo económico, social y político que está en las antípodas del modelo que gobierna la Nación y lidera Cristina Fernández de Kirchner.
No es necesario hacer un listado de promesas incumplidas por el PRO en estos cuatro años de gestión para dar con la talla de Macri.
Es preciso sí, desentrañar la ideología que alimenta cada una de las decisiones que Macri adoptó desde su gobierno. Allí, lo encontraremos en su desnudez.
Ejemplo: el que privilegió la ceremonia en un Teatro Colón más injusto y aristocrático que nunca, para celebrar el Bicentenario a imagen y semejanza del Centenario, con sus hilos de oro y plata, con galera y con bastón, con minorías ilustradas y divas chabacanas en retirada, con el bajo pueblo festejando a cielo abierto a sólo cuadras de distancia pero tan lejos de allí, ese es el verdadero Macri.
El que permitió que la escuela pública y el hospital público se caigan a pedazos mientras creció la atención presupuestaria de su gobierno a la educación y la salud privada, no está gestionando solamente “bien o mal”. Está gestionando como manda su voluntad, su ideología, sus intereses particulares. Ése es Macri. Los que comparten sus ideas y más que ellas, sus fuentes de poder económico, lo aplaudirán como el mejor.
Lo triste no es eso. Eso es cuestión de interés.
Lo triste es que una buena parte de la ciudadanía se pueda autoflagelar pensando que votándolo, las cosas en la Ciudad irán mejor, siguiendo a rajatabla una vieja zoncera que se traduce más o menos así: “Buenos Aires vota diferente porque es su deber lograr un equilibrio con el voto nacional”.
Buenos Aires, dice la historia y la Constitución, es al mismo tiempo una Ciudad Autónoma y Capital Federal de los argentinos.
Federal, no unitaria.
Desde que somos un mismo pueblo y una misma nación, esta ciudad porteña es la Capital de la República. Sin embargo, los genes mitristas y rivadavianos que perduraron en su ideología de ciudad puerto, estribo y muelle de una vieja oligarquía parasitaria, convencieron y aún convencen a muchos, que una cosa es ser argentino en Buenos Aires y otra muy distinta ser ciudadano de cuarta en Curuzú Cuatiá, Humahuaca, Los Antiguos o La Matanza. “Por eso, hay que votar distinto”, repiten a coro desde la pantalla del monopolio mediático. Ser porteño, en verdad, es ser federal hasta la médula.
Pero lo importante en esta etapa histórica que nos toca vivir, es poder protagonizar como ciudadanos, la maravillosa posibilidad de dirimir en paz y en democracia los dos modelos que dirimieron a lanzazos y escopetazos desde la Revolución de Mayo en adelante, las formas y el contenido del país de los argentinos.
Está claro que Macri abreva en las ideas de Rivadavia y Mitre.
Aunque no lo sepa. Por ignorancia o por mediocre nomás.
Lleva esa marca en el orillo. Por eso, el PRO luce la estética de los globos de colores a falta de pasión nacional.
¿Qué otra cosa pueden proponer desde esa melancolía colonial que exhiben?
Del lado de los intereses populares hay una sola propuesta, objetivamente hablando.
Filmus y Tomada son la expresión porteña de un proyecto nacional, popular y democrático. Son parte indivisible del entramado federal que conduce políticamente y gobierna institucionalmente Cristina Fernández de Kirchner.
Que sea Juan Cabandié el que lidera la lista de legisladores del Frente para la Victoria no es un dato menor ni circunstancial. Es el alma de este proyecto en cuanto a expresión del cambio de paradigma cultural que se ha construido desde el 2003 en la Argentina. De pasar de ser un nieto recuperado a una referencia central del proyecto oficial en la Ciudad, vaya si eso no está expresando un cambio sustancial en los vientos que corren...
Así son las cosas, Cuando la cuestión nacional es una cuestión capital, propone Jorge Giles.
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Es hora de que dejemos las excusas de lado. Ni el desinterés, ni el escepticismo, son la salida a los males que aún nos aquejan. Mucho se hizo en la patria toda, y mucha es la diferencia con respecto a nuestra ciudad. Faltan cosas por hacer, problemas por solucionar, derechos por recuperar, y por eso, nuestra participación es tan necesaria como los buenos gobernantes lo son. Quién vote el domingo próximo para jefe de Gobierno sabe que tiene un pedazo del futuro en sus mano, y si se equivoca no podrá seguir echándole la culpa a los otros por su propia incapacidad, como hace Mauricio Macri.
Daniel Mancuso
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