La colonización del peronismo es lo que más ha preocupado al establishment, desde siempre. El peronismo es la expresión política revolucionaria del pueblo argentino organizado. Sólo cuando el peronismo pudo ser colonizado ─durante los 10 años de menemismo, o durante el breve período del duhaldismo─ las corporaciones pudieron hacer y deshacer a su antojo, aprovechando los recursos y herramientas del Estado para socavar la soberanía nacional y llenarse los bolsillos a costa del hambre y la desocupación de gran parte de la sociedad.
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¡Qué falta de respeto!,
¡qué atropello a la razón!
Cualquiera opina al pedo
hasta Joaquín el gorilón...
Los escribas al servicio del neoliberalismo pergeñan nuevas tretas, según la ocasión.
Ahora, los hegemónicos apuestan por las peleas internas. Atentan a cada minuto contra el peronismo, porque escribir, pensar y hablar contra el movimiento nacional es hacer los deberes para los patrones y explotadores de los que hablaba Evita.
Lo hicieron Mariano Grondona y Bernardo Neustadt, durante años. Lo hacen ahora: Jorge Lanata, Luis Majul, Ernesto TN baum, Eduardo van der Kooy , Joaquín Morales Solá, Alfredo Leuco, Jorge Fontevecchia, y tantos otros...
Opinan sin entender qué es lo sucede en el seno del pueblo, porque viven en una burbuja de privilegios y placer, edulcorados en un microclima ficticio de su Olimpo republicano, donde los trabajadores no tienen ni voz ni voto.
- La colonización del peronismo, según Joaquín Morales Solá es ─paradogicamente─ la lúcida conducción de Cristina Fernández y el trasvasamiento generacional a través de jóvenes cuadros peronistas enrolados en el Proyecto nacional, iniciado en 2003 por Néstor Kirchner.
JMS no comprende que el kirchnerismo sea la continuidad del movimiento nacido un 17 de octubre, y que sobreviviera a torturas, secuestros, fusilamientos, desapariciones. Que llegó al siglo XXI para quedarse a transformar la Argentina. Que es el único que pudo rescatarnos de la trágica implosión del 2001. Tampoco entiende que el movimiento nacional no nació con Perón y Evita, sino que es continuidad histórica de 200 años de luchas populares por la liberación nacional, contra los imperios de turno.
Dice Morales Solá, sin ponerse colorado y poniendo cara de intelectual sabelotodo...
- Cristina Kirchner cometió en las últimas horas la audacia política más grande que haya perpetrado el audaz kirchnerismo: echó al peronismo de sus principales ofertas electorales.
Amado Boudou y Gabriel Mariotto , colocados en los probables segundos lugares más importantes de la política argentina, son, con todo, sólo síntomas de una colonización mucho más amplia por parte del kirchnerismo de cargos y territorios que antes estaban reservados al peronismo. Importa más esa decisión política que el nombre de Boudou, meteórico, ubicuo, capaz de convertir una derrota en la Capital en un triunfo nacional dentro del cristinismo, o de haber llegado al progresismo (y a avalar la intervención del Indec) desde el más puro y duro liberalismo económico.
La radicalización del kirchnerismo tiene una enorme magnitud política. Podría significar la implantación definitiva de un partido de poder bajo los signos ideológicos del kirchnerismo cristinista o podría encarnar, por el contrario, la pérdida de la mejor oportunidad política y electoral que tuvo la Presidenta. Esa estrategia que desdeña los matices, que apuesta siempre a todo o nada, pertenece al mapa genético del kirchnerismo, aunque Néstor Kirchner nunca había llegado tan lejos. Una inferencia quedó confirmada: el ex presidente era, en el fondo, más peronista y, con todo, más acuerdista que su esposa y heredera política...
Toda la nota de JMS no tiene desperdicio. Es la síntesis del pensamiento anquilosado de la Argentina vieja, dictatorial, mezquina. Es el odio de clase de una parte de la sociedad, pequeña, que se resiste al presente de inclusión y profundización democrática, con la conducción del Estado recuperando derechos, haciendo obra pública, arbitrando la economía para el beneficio general, reconstruyendo soberanía.
En su editorial, Morales Solá rescata a los intendentes del conurbano (muchos cuestionados por corrupción) como peronistas, y deja afuera del movimiento a la Presidenta, a Gabriel Mariotto y a los cientos de jóvenes dirigentes peronistas que vienen a darle aire fresco al Proyecto nacional en marcha. Un mamarracho conceptual. Demasiado forzado, y falaz.
Ningún epígono del gorilismo reaccionario, o editorialista de la derecha antinacional, tiene autoridad moral para opinar sobre las cualidades peronistas de nadie. Incluso, si como JMS viene desde la dictadura trabajando para la desinformación y el engaño.
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Vamos a las fuentes para entender algo sobre "Trasvasamiento, organización y socialismo nacional"...
Hemos hablado de la necesidad de un trasvasamiento generacional. Ello emerge de la necesidad insoslayable de mantener el estado juvenil del Movimiento. Se trabaja normalmente para el futuro y ese futuro por fatalismo histórico y biológico, diremos aquí, corresponde a las generaciones jóvenes.
Un movimiento que sea o que represente una revolución trascendente, difícilmente puede ser realizado por una generación sino por varias de ellas.
La historia es bien clara en esto; la Revolución Francesa tuvo casi treinta ańos de preparación, a través de los enciclopedistas. Bien, ya treinta ańos es una generación, la Revolución Rusa tuvo como sesenta, el pobre Lenin fue el que preparó todo eso y no pudo alcanzar sino una pequeńa parte de la Revolución y quedó marginado. żPor qué?Y, porque la generación que le sucedió lo reemplazó.
Es indudable que esto da un derecho a la juventud, es el derecho de intervenir en el quehacer actual, preparando el cambio generacional. Sino los movimientos envejecen y mueren; lo que se trata es, precisamente, de hacer ese cambio generacional a fin de que se remoce el movimiento, se perfeccione y se adapte a las nuevas etapas...
Juan Domingo Perón
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Escuchemos esa voz inconfundible...
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Ya lo dijo Martín García, presidente de Telam, en el "Encuentro sobre Pensamiento, Cultura y Comunicación", que se realizó en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires: "de acá hasta octubre van a tratar de empiojar todo, vamos a escuchar las cosas más escandalosas, las críticas más infames de parte de los medios hegemónicos y sus subordinados..."
Y tiene razón. Que un gorila como JMS opine sobre el peronismo de Cristina es de un cinismo más duro y sucio que el bronce de las estatuas de Sarmiento. Una afrenta a la honestidad intelectual de los argentinos bien nacidos.
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Joaquín Morales Solá es un remedo de Lo que el viento se llevó. Una película vieja que ya nadie mira, salvo los que añoran los golpes de Estado y las devaluaciones, los préstamos del FMI y los controles de la SIP.
El dinero de los trabajadores en manos de las AFJP, la Asignación Universal por Hijo y las netbooks para los pibitos de piel oscura son un dolor agudo en el orificio del conducto digestivo por el cual se expele el excremento de Joaquín. No hay ni habra descongestivo que alcance para las hemorroides de este gorila cómplice de la dictadura genocida.
Larga vida al escribidor de zonzeras de tiempo completo, para que su vejez alucinada se pueble de letras subvertidas que enciendan sus escritos y alumbren pesadillas populistas en las noches de insomnio...
Daniel Mancuso
3 comentarios:
Lo de Morales Solá es de un caradurismo sin límites. Y ahora que Cristina eligió la lista del PH en La Pampa, que van a decir? jaja. Una genia desconcertando.
MUY BUENO! (a mí me gusta lo que el viento se llevó y la ví mas de una vez, ... y no soy golpista...Daniel no había otra película para poner como ejemplo? jajaja) saludos ; )
Perdón, Angeles, me servía el título, pero tendré que pensar otra película, je
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