Frente a la enorme catarata de malas noticias que a diario propalan los medios de confusión del Grupo Clarín, La Nación, Perfil y bribones menores, hay un remanso permanente que de tan constante se hizo natural y pasa inadvertido: las paz de los ojos viejos de unas viejas hermosas.
Las Madres de Plaza de Mayo, Las Abuelas, son mujeres comunes que sufrieron el peor de los castigos: perdieron a sus hijos.
No los pisó un automovilista haciendo picadas, no los mató un ladrón narcotizado, no murieron en una pela entre barrasbravas violentos, no fueron asesinados por patovicas a la salida de un boliche, no se intoxicaron ni se les cayó una avalancha encima como en Cromagnón, no fallecieron debajo de un balcón de una obra en construcción sin controles...
Los pibes y pibas que fueron secuestrados, torturados, fusilados, violados, arrojados desde aviones al río, despojados de sus hijos paridos en cautiverio, estaban desaparecidos... mientras sus madres deambulaban angustiadas por las oficinas de la ignominia, las iglesias de la complicidad, las calles del no te metás.
Nunca clamaron venganza. Jamás. Nunca chorrearon odios ni rencores. Jamás. Fatigaron las baldozas de la Plaza en silencio, uno a uno, todos los jueves, a contramano de la desidia generalizada. Y parieron hijos e hijas en esta nueva democracia.
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No es Sergio Schoklender el blanco. No son sus manejos financieros, ni su tren de vida lo que pretenden castigar los medios cada vez menos) hegemónicos, la oposición sin brújula y el poder corporativo.
En realidad, como antes demonizaron a Moyano (“lavador de dinero”), a la juventud militante (“arribistas”) y a los periodistas antimonopólicos (“oficialistas por dinero”), ahora van por los pañuelos, capital simbólico fundamental del proceso de democratización política, social y cultural que se inició en 2003.
Hoy como ayer, las Madres siguen siendo un mal ejemplo para la Argentina conservadora y reaccionaria. Ellas hacen: ahí están las miles de casas construidas por la Misión Sueños Compartidos en todo el país, su radio, su universidad, su centro cultural y su revista, que Tiempo Argentino abraza una vez por mes, con ternura y orgullo de hijo, para llevarla al kiosco.
Que sepan los dueños del poder y del dinero que cuando lapidan a Hebe, las piedras pegan en el cuerpo de la democracia, en el de los que creemos en un país igualitario y en el corazón de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, que apoyamos desde este diario.
Van por los pañuelos.
No los vamos a dejar.
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Este jueves 2 de junio, la Plaza de Mayo estuvo colmada de compañeras y compañeros que se hicieron presentes para abrazar a las Madres con su solidaridad.
Miles de banderas flameaban alrededor de la pirámide de Mayo, esperando la llegada de los pañuelos blancos.
Miles de personas marcharon por la calle, porque la Plaza quedó chica. La querida Hebe de Bonafini nos habló a todos...
«Compañeros, compañeras, hermanos:
»¡Qué maravilla que otra vez la solidaridad sea lo que prima en esta Plaza! La solidaridad y el compañerismo, ¡Gracias compañeros por ser hijos de las Madres!¡Gracias compañeros! Porque acá estamos defendiendo más que a las Madres, al proyecto nacional y popular. Las Madres somos un gajito, estamos defendiendo al proyecto, y lo defendemos con el cuerpo, que es lo mejor que tenemos.
»Hace muchos años que hablo en esta Plaza y a veces me parece que cada jueves, hoy 1720 jueves, parece que a veces se va a terminar el discurso y que este jueves, o que el otro va a ser tan diferente que no se termina nunca. Pero no se termina porque las cosas están cambiando de una manera tan acelerada y vertiginosa que a veces no nos permite ver que la revolución que nos está envolviendo a todos. ¡Qué maravilla lo que nos pasa, compañeros! ¡Qué maravilla! Disfrutémoslo.
»Con poquitos medios en nuestras manos, con poquitos, no 226 que tienen algunos, pero son tan fuertes y tan buenos, y tan claros esos medios que están en nuestras manos que nos permiten tener esta Plaza, que en dos días, con la poca disfusión y los pocos medios, la Plaza está llena. Quiere decir que si tuviéramos 226 medios, el país estaría en permanente revolución, y no habría nadie para ganarnos. Tenemos que pelear los medios, compañeros. Tenemos que poner radios chiquitas, grandes, medianas porque imagínense como se duplica la voz, camina.
»Y las banderas, qué cosa más linda. No hay nada más lindo que tener una bandera. Pero saben compañeros, vamos a tener que aprender a traer nuestra bandera pero con una muy grande argentina, cada bandera enrollada con una argentina para que la Patria sea primero. Hoy estamos por la Patria, la Patria es nuestra, la tenemos que defender, la tenemos que querer, la tenemos que amar. Y amar la Patria es hacer la revolución y la transformación.
»Y amar la Patria es no querer nada para uno, porque cuando uno lucha para el otro está luchando para uno, compañeros. ¡Qué cosa más linda! ¡Qué Presidenta que tenemos! ¡Qué maravilla Cristina! ¡Qué ejemplo! Tenemos que hablar de lo que hemos conseguido, no de lo que nos pasó. No es que nos olvidemos. La memoria vive en esta Plaza como viven nuestros hijos. Pero ¡qué construyen este futuro maravilloso hermoso es hablar del presente! Porque el pasado y el presente juntos construyen este futuro maravilloso e increíble y este camino que nos ha puesto Cristina, Cristina nos va abriendo el camino.
»Esta mujer que parece débil y frágil abre y limpia el camino y nosotros tenemos que ir atrás para no dejar que nadie lo ensucie. Para que cada día sea más lindo, más grande este camino. Donde, como decimos las Madres, queremos un país de niños felices. La sangre de mis hijos será vengada el día que todos los niños de este país sean felices, que tengan niñez feliz, que vayan a la escuela, que sus padres trabajen.
»Hoy hay muchos que están acá, vorazmente, esperando a ver qué carajo va a decir la Hebe. Y se van a tener que morder la cola porque la Hebe lo único que quiere es que este país sea lo que querían nuestros hijos. Nuestros hijos dieron la vida, hay demasiada sangre para perder el tiempo en pelotudeces. Por eso gracias, ustedes no se imaginan la creatividad –estoy agarrada de él porque tengo vértigo, no se crean que lo quiero-.
»Ustedes no saben la creatividad de la gente, del pueblo, para traernos cositas. Una señora me trajo un dulce de naranja, era riquísimo, todo lleno de cartitas de las hijas. Otros compañeros un postre y la envoltura era una gran carta. Y flores, y cartitas chicas y grandes, y saludos, y mails y teléfono y la plaza llena, sobre todo inundada de solidaridad. Esa palabra tan importante que la tenemos que juntar con el otro soy yo. El amor por el otro que tiene que ver con la solidaridad. Y este camino que nos está abriendo Cristina, esta mujer que parece frágil y débil, y sin embargo es como un tractor, como les decía antes. Nos está demostrando que no hay fragilidad en el cuerpo porque ella en su cabeza y en su corazón tiene los miles y miles de nosotros, del pueblo que le estamos exigiendo, sí exigiendo, que sea Cristina 2011. No hay otra salida.
»Y compañeros y compañeras, estamos trabajando a full, gracias a todos los que vinieron. A Tristán (Bauer) que vino con sus hijas, a Juan Manuel (Abal Medina) que tengo como una cosa de debilidad con Juan Manuel, no sé que me pasa. Una tiene debilidades, qué va a ser, yo las tengo que decir, más allá que se enojen algunos. Y gracias a todos los compañeros y compañeras que vinieron desde lejos, que me hablaron y que están acá en este día tan maravilloso que inundó la Plaza de amor.
»Las Madres somos producto, primero del horror, y después del amor. Pudimos hacer todo esto porque amamos con mucha profundidad a nuestros hijos. Y eso se traduce en el amor a la Patria, porque nuestros hijos son la Patria. Y ahora también nosotros tenemos que aprender a ser la Patria y a quererla para defenderla, y a tomarla en nuestras manos. Porque nadie quiere lo que no conoce o lo que no se apropia. Tenemos que conocerla, no bastan las películas, San Martín, Belgrano, Moreno, los patriotas, la bandera.
»Tenemos que conocer en profundidad muchas más cosas, el sur, el norte, los hombres que todavía hoy no tienen trabajo, los compañeros de las etnias que también nos necesitan. Falta mucho construir, pero es mucho más lo que hemos hecho. Y si nosotros nos ponemos firmes, digo nosotros porque yo me considero todavía una pendejita y con los chicos de la Cámpora podemos hacer un gran lío. Pero nosotros tenemos que construir. No hay nada más hermoso que construir la Patria. Si nosotros no aprendemos a que la lucha y el amor tienen que ver con la construcción de cada minuto, de lo más simple, de lo más sencillo. De la huertita, o de enseñar o de comprar un cuadernito para un lugar.
»Ustedes se dieron cuenta que se terminaron casi, casi todos los comedores. ¿Se acuerdan de cuantos miles de comedores de chiquitos comiendo? ¿O a la noche los carritos que repartían la comida a los cagados de frío en las esquinas? ¿Se acuerdan de eso? Se terminó. Se terminó porque Néstor y Cristina dieron un paso muy grande, entonces lo que queda es responsabilidad del hijo de puta de Macri. Y él no hace nada. Y les quiero decir que esa casillita que está ahí arriba (refiriéndose a una casa de madera en exposición) es la casillita que las Madres ponemos para los pajaritos en los barrios donde construimos las viviendas de material como la gente, esa es para los pajaritos.
»Compañeros, las Madres los amamos de verdad, amamos esta Patria, amamos a este gobierno porque es un gobierno que nos ha permitido ser felices. Y no es fácil ser feliz cuando nos pasan tantas cosas. Pero cuando aprendemos a amar las pequeñas cosas, el color, las banderas, la Patria, el sol, la lluvia, el mate, la torta frita, la cocina, la mamá, el papá, el abuelito, la abuelita, los compañeros. Y amamos de verdad, y tenemos esa cosa de la familia que todavía, por suerte, conservamos los argentinos. Somos familieros, y que suerte, ni se imaginan lo que significa ser familieros, a mucha honra.
»Todo eso tiene que ver porque estamos mucho mejor. Porque tenemos trabajo y también porque hemos aprendido a trabajar codo a codo con todos los compañeros. Hoy acá convocó la CGT, nunca hubiera pensado que la CGT iba a convocar para ser solidaria con las Madres. ¡Gracias a los compañeros de la CGT! Y que nadie pierda el tren, que nadie pierda el tren, apurénse a subirse a este tren de la victoria porque en octubre no van a alcanzar las plazas para festejar. Hasta el jueves que viene».
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Hoy, 35 años después del 76, todavía hay personajes nefastos ─quienes escribían mentiras tapando los crímenes genocidas─ que siguen dando cátedra de democracia y respeto republicano, en los mismos medios cómplices de aquella infamia que ahora erosionan a diario el proyecto popular.
Frente a los Mariano Grondona, Eduardo Van der Kooy, Joaquín Morales Solá, o Jorge Fontevecchia, hay un mar de fueguitos de amor en las voces de madres y abuelas que pujan por la memoria, la verdad y la justicia.
1 comentario:
AYER LEI EN LA NACIÓN:
"Luego de casi una semana de titubeos e intentos de tomar distancia de las sospechas en torno del manejo de fondos públicos por parte de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, el Gobierno decidió respaldar a la presidenta de esa organización de derechos humanos, Hebe de Bonafini. El elegido para eso fue el ministro de Economía, Amado Boudou , que ayer visitó a Bonafini en el predio de la ex ESMA".
HAY QUE TENER MUY MALA LECHE PARA CONFUNDIR que primero el Gobierno las ningunea, y luego las respalda... no van por las madres, van por el Gobierno, y las Madres representan al Pueblo que ha sufrido, y que, aún así, tiene esperanzas puestas en nuestro País.
Un abrazo!!! Muy bueno tu artículo!!!
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