Conmueve ver y oír a un fascista simpático. Nos pone felices a todos los demócratas que la derecha reaccionaria tenga buen humor, y que uno de sus representantes nos emocione. Carlos M. Reymundo Roberts casi lo logra.
En su inveterada columna de opinión, en el diario de Bartolomé Mitre (el apropiador, no el genocida), Carlitos nos deleita con sus opiniones sobre la coyuntura nacional...
Arranca la nota haciéndose el gracioso y planteando una posibilidad ominosa, los policias desplazados podrían delinquir para no dejar de ganar lo que recaudaban apretando pizzerías; parece que Carlos M. Reymundo Roberts opina que mejor dejemos todo como está, que algunos policías sigan comiendo pizza gratis...
Me sacaron la custodia. Sí, López, el pobre policía federal que me acompañaba a sol y sombra desde que, el año pasado, fui amenazado tres veces, ya no está más conmigo. Nilda Garré tiene razón. Esas advertencias de que me iban a "reventar" si no paraba de criticar al Gobierno dejaron de tener sentido cuando, allá por octubre, me hice kirchnerista rabioso. Los indeseables que se dedican a amedrentar a los que piensan distinto, tan comunes en la periferia de todo movimiento político, han de estar ahora, pienso, ocupándose de otros periodistas. Para esos colegas tengo un consejo: si quieren vivir en paz, hagan como yo y caminen por la vereda del sol. Se la pasa muy bien. Los K son impiadosos con los de afuera, pero saben recompensar a los suyos.
Como les decía, Nilda tiene razón. Ese policía es más útil en la calle, no ya cuidando a un vulgar periodista sino velando por la seguridad de toda una ciudad. López no está tan de acuerdo. Dice que no termina de creerse eso de que seguirá cobrando la misma plata por trabajar menos, y que si no le cumplen con lo que le están prometiendo no tendrá más remedio que buscar la forma de compensar la diferencia. Eso me asustó un poco: si los 1400 canas que se están quedando sin los trabajos extras por la decisión de retirarles la custodia a edificios, hospitales y escuelas creyeran, como López, que tienen que buscar una compensación, ¿no habrá riesgo de una súbita descompensación?
Luego, le pega a la ministra Nilda Garré, hace un informe tipo "servicio de inteligencia" sobre el pasado de la funcionaria, y omite toda referencia a la participación de la civilidad en el diseño de la Seguridad a través del Plan Nacional de Participación Comunitaria en Seguridad.
Roberts remata la nota (mezcla de Batallón 601 + Coordinación Federal + Aquí llegó Balá) con un párrafo de la antología canalla...
¿Donde hay un muerto viejo Roberts? ¿Era así el tango?
Parece que en La Nación, que siempre encuentra el "consenso democrático" con Clarín (como antes coincidían en ocultar los secuestros, fusilamientos y vuelos de la muerte), también hay un DESAPARECIDO DE LA VILLA 31.
¿Sabés una cosa Carlos M. Reymundo Roberts? lo tuyo no es gracioso.
daniel mancuso
4 comentarios:
Muy buena sintesis Daniel,lo gracioso es el nombre de este figuron..sin lugar a dudas sus padres fueron unos vanidosos de la san puta,no?..A propocito de chistes racistas, muy buen post toda una comunidad te agradece Daniel,hoy en varias radios de mi provincia lo pasaron y provoco un repudio generalizado, desde ya eternamente agradecido por tu compromiso y a tus ordenes att NELSON ARMANDO ¿como conseguiste la vigñeta?..mira que yo lo busque y no pude encontrar..
Para nada simpático compañero: ya demás tiene menos calle que Venecia. ¨Porque decir que el kirchnerismo es la veredad del sol te da dos opciones:
a) El ñato camina por el conurbano profundo, barrios popualres, etc
b) No entiende como se banca (o no) este proyecto en las calles (las que el camina)
Saludos!
yo también la busqué y la busqué, y plup, apareció, gracia a dio, abrazo Gallo Rojo
Tranquilo Sergio, estos canallas son biodegradables...
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