METROPOLITANA METROSEXUAL

La policía Metropolitana tiene que estar donde se la vea, en parques y plazas, avenidas concurridas y lugares turísticos. NO sirve adentro de escuelas y hospitales porque no se ve, no es propagandístico, no garpa, ¿entendés?

¿Vos te compraría una pilcha linda y cara para ponértela en el living de tu casa? No. Querés sacarla a pasear y lucirla para que todos vean lo que te pusiste. Bueno, con la Metropolitana pasa lo mismo: autos nuevos, luces azules hermosas, los gorros con los cuadritos negros y blancos, una preciosura, ¿no? Es un pecado meterlos adentro de un edificio lleno de pobres.

Por eso, en lugar de recurrir a la Policía Metropolitana (una semana después de que el gobierno nacional anunciara el retiro de la Policía Federal de la custodia de instituciones de la Ciudad de Buenos Aires) Mauricio Macri contratará seguridad privada para remplazar a los efectivos federales.


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Hace una semana que empezó la polémica. Nilda Garré decidió dar de baja un convenio de horas adicionales con el gobierno porteño y ordenó que los efectivos de la Policía Federal se circunscriban a la prevención del delito en las calles. Mauricio Macri se quejó por la medida, y aprovechó para victimizarse una vez más. El PRO se negó sistemáticamente a emplear para esos fines a la Policía Metropolitana que decidió crear, marketing mediante, después de no conseguir el traspaso de las fuerzas de seguridad que reclama desde la campaña del 2007.

«No vamos a desplegar allí a ninguno de los 2.000 integrantes de la Policía Metropolitana».

• La Policía Metropolitana tiene, según números oficiales, cerca de 2.000 efectivos: de 70% viene de la Policía Federal; un 10% de la Bonaerense, y de otras fuerzas del interior del país; y 500 egresaron de la escuela de policías de la propia Metropolitana.

«Vamos a intentar cuidar a los pacientes, médicos, enfermeras y docentes. Allí donde ellos acepten de común acuerdo, vamos a remplazar a la policía que nos retiró el gobierno nacional por seguridad privada», prometió Mauricio.

• Los que empiezan cobran 4.800 pesos, y el sueldo promedio es de 8.000. El grueso de los efectivos cumple funciones en Villa Urquiza, Nuñez y Saavedra, los barrios elegidos por el PRO para empezar a poner en funcionamiento a la nueva fuerza. En esas comunas, las número 12 y 15, como excepción a la regla, los policías metropolitanos custodiarán el Hospital Tornu y el Pirovano. Otro centro tendrá la misma suerte: por orden judicial, el Hospital Penna ya tiene seguridad de la Policía Metropolitana.

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La Seguridad Privada no cubrirá a todos los edificios: desde hoy, sólo tendrán un refuerzo de agentes privados los 13 nosocomios de agudos. Los 20 centros de salud paralizados por los médicos desde el viernes pasado no están incluidos en el nuevo plan. La decisión de Macri tampoco alcanza a las 6 escuelas donde había custodia de la PFA, ni a otros 18 hospitales desplegados en la Ciudad, ni a ninguno de los 16 Centros de Salud y Acción Comunitaria (CeSAC) que contaban, hasta hace una semana, con presencia de la PFA (además de que todos cuentan con un agente de seguridad privada).



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Los medios hegemónicos siguen azuzando el discurso macrista. Visto y considerando que la oposición no logra articular una propuesta atractiva para octubre, los temas de inseguridad, robos, asaltos, y asesinatos son expuestos hasta el hartazgo para conformar una atmósfera sofocante, donde la clase media entre en pánico y se eleve la tilinguería promedio.

La ministra de Seguridad, Nilda Garré, ratificó la decisión de su cartera de reubicar a los policías de la Federal que hacían vigilancia en edificios públicos porteños porque “el objetivo fundamental es que haya más efectivos en la calle”.

¿Hasta cuándo Mauricio seguirá echándole la culpa a los demás, y negando su propia ineficiencia PRO?

Daniel Mancuso