CLAROSCUROS

La luz y la sombra; una ilumina, la otra oculta. Pero lejos de la maravilla de Caravaggio, estos contrastes nos acercan a Videla y compañía. Son los claroscuros nacionales que supimos colorear.


Leemos dos posturas frente a la vida. Una energía candente que avanza vivaz, en las antípodas de otra que languidece, renguea, se hunde en el apagón ominoso.









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Mientras que el blog del Profesor Daniel Alberto Chiarenza ejercita la memoria histórica popular y viaja al pasado todos los días para construír futuros posibles, por ejemplo, con su excelente nota homenaje: 22 DE ABRIL DE 1977: DESAPARECE ENRIQUE “QUIQUE” DE PEDRO ...


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...En Clarín, todos los días, publican notas del presente, como Wado, el joven de La Cámpora que define los nombramientos de Silvia Naishtat, para sumergirnos en el pasado oprobioso que se fue y ya no queremos.

Hace tiempo, cuando muchos pibes (como los que ahora se acercan a la política y militan y sueñan) no habían nacido, ser joven era casi una condena a muerte, no importaba lo que hicieran.
La juventud sinónimo de rebeldía e ideales nobles y solidarios era el enemigo a destruír, en la estrategia de los militares genocidas y los civiles asociados y cómplices del establishment. Hector Magnetto lo sabe, Ernestina también.


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Silvia Naishtat que trabaja en Clarín podría preguntarles cuando se los cruce alguna vez en la redacción. Seguramente, ella desconoce la tragedia de ser joven y perseguido por pensar y tener ideas propias, no colonizadas, para construír una patria justa, libre, soberana. Por eso escribe una nota sobre La Cámpora, estigmatizando a sus integrantes como chicos malos con aviesas intenciones.






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Durante la dictadura, en el Nacional de Avellaneda, la directora, a la sazón profesora de Educación Cívica (o Historia, no me acuerdo bien), la Insausti, nos palpaba y nos requisaba a la entrada, nos llamaba "subversivos" porque llegábamos tarde al aula, después que sonara el timbre...

No me une nada a La Campora, salvo el horgullo como argentino de saber que jóvenes compatriotas asumen la función pública como un desafío, y lo hacen bien. Eso es lo que hubiera querido hacer cuando tenía 25 años o 30 y pico...

El temor que hoy los escribas de Clarín y La Nación infunden desde sus notas llenas de falacias y enroscados razonamientos, es directamente proporcional al daño que hicieron en el pasado los que escupían desidias y farfullaban que ESTE PAíS ES UNA MIERDA

Hacer trampas, buscar atajos, manipular noticias, mentir, infundir miedos, hacer zancadillas y pegar codazós mediáticos para denostar al Estado nacional y por carácter transitivo a los jóvenes dirigentes populares, uno de los "think tank" de Cristina, son síntomas de desesperación frente a la bolsa de impunidad corporativa que se les escapa por la alcantarilla de la historia.

Fea la actitud, Naishtat.

Daniel Mancuso