Alfredo Leuco no para de sorprendernos.
¿Qué hacía hablando de periodismo, en una charla-debate sobre “El rol del periodista y la situación actual de la prensa” al lado de Gerónimo Venegas, en el 4° Encuentro Nacional de la Red de Comunicación de Uatre y Osprera?
¿No te enteraste Alfredo lo de NIDERA TRABAJO ESCLAVO? Allí Gerónimo Venegas tiene mucho que explicar. Y esto no empezó ayer, sino hace mucho, mucho.
Mi vieja decía: dime con quién andas y te diré quién eres...
El pelado cordobés es quien operó y opera sin descanso desde las páginas de Perfil para lo que gusten mandar sus patrones mediático corporativos, ora pegándole a la Presidenta, ora defendiendo al monopolio en Papel Prensa, transformádose en el famoso DOCTOR LEUCO HOUSE de las Pampas.
Aunque se haga el simpático con ese tonito mediterráneo tan entrador, y hable pausado, casi como un amigo, en lo de Fernando Bravo, o nos sonría en la tele y nos dé su palabra, el tipo es un servicio al servicio del stau quo, y en contra del Proyecto nacional encabezado por Cristina.
Pero Alfredo Leuco siempre da más. La más sorprendente pieza de la estupidez periodística fue engendrada en la cabezota de este insigne Cagatintas, cuando sintió miedo por su vida cuando un bloguero le confesaba su amor a una chica, cerca de la Primavera. Se armó un revuelo importante, y él demostró ser un PELOTUDO importante.
En su nota Escribir para la corona, Alfredo no explica para quién escribe.
A continuación, su última producción intelectual (a sueldo y a pedido del patrón), con una volanta soberbia y proféticamente autocumplida "la degradacion de la prensa"...
Uno de los principales editores de la Argentina, que conoce y valora mucho a Horacio Verbitsky, me dijo en agosto: “No te equivoques, Horacio no es un operador de Néstor Kirchner: él está convencido de que Néstor Kirchner es un operador de Verbitsky”. Este podría ser un buen comienzo de una nota si el objetivo fuera hablar de la vanidad como uno de los principales motores que tiene el oficio de periodista. Pero el intento es aprovechar el cruce de Horacio Verbitsky con Nelson Castro para reflexionar sobre un aspecto del periodismo que es el lugar en donde el discurso kirchnerista logró abrir el abismo más profundo entre amigos y enemigos.
Esta vez Verbitsky dijo en referencia a un comentario radial de Nelson que “la degradación de los estándares periodísticos rompe límites”. Ya no es la discusión que producen las distintas miradas ideológicas. Se trata de un reclamo de mayor rigurosidad informativa porque, según Verbitsky, Nelson Castro le preguntó a Aníbal Fernández sobre su presunto nexo con negocios turbios de la Policía Federal, “afirmación que me atribuyó”. Horacio negó haber sugerido algo semejante y Castro le contestó que ésa era su conclusión después de leer varios párrafos de la columna de Verbitsky del 19 de diciembre pero sobre todo el siguiente: “CFK se enfureció cuando supo que el mayor empeño de sus ministros vinculados con la seguridad en los casos de Ferreyra y de los asesinatos de Villa Soldati era defender la actuación policial, un grave error político que así deriva las culpas hacia la presidente a la que debían proteger”.
- No voy a defender a Verbitsky, no me necesita. Voy a tratar de desenmascarar tu proceder "periodístico independiente", y tu baja calidad intelectual. Y quiero advertirte que la inferencia que hacés entre la nota de HV y el ministro Anibal Fernández referido a su presunto nexo con negocios turbios de la Policía Federal, es tan pobre, tan berreta, que te bocharían en cualquier escuela de periodismo, con la leyenda: Reprobado x Paparulo.
A medida que Verbitsky radicalizó su militancia kirchnerista, fue describiendo la parábola lógica en estos casos. Primero puso la lupa de su investigación más en los rivales de Kirchner y menos en los casos de corrupción que salpicaron al oficialismo. Esa carga de subjetividad nos impacta a todos los periodistas. A algunos en forma moderada y a otros en el estilo sobreactuado de un cruzado. El problema es que Verbitsky después empezó a degradar los estándares periodísticos, para utilizar su propia definición. Por acción u omisión, en varias situaciones evidenció errores informativos, cosa que en su caso se notó más porque durante mucho tiempo hizo del dato puro y duro algo sagrado, como debe ser.
- Sos un caradura, Leuco. Quien empezó a degradar los estándares periodísticos, sos vos. Quien Por acción u omisión, en varias situaciones evidenció errores informativos, sos vos, Alfredito. Cinismo explícito con gotitas de canalla, ¿tendrá una palabra en castellano para definir tu comportamiento?
Por eso resulta tan curiosa la cantidad de inexactitudes en las que Horacio Verbitsky incurrió en su columna de Página/12 del domingo pasado titulada “Volver a vivir”. Esto dio pie para que un dirigente del Partido Obrero, el profesor Marcelo Ramal, calificara ese texto como “una verdadera orden de detención” de dos militantes de esa agrupación que se produjo horas después. Hubo errores tan groseros que ese partido trotskista, con una historia de militancia tanto en los gremios de prensa como en los gráficos, emitió un comunicado durísimo para “responder a las falsedades y difamaciones” de Verbitsky, a quien caracterizó como alguien que “pasó de la conspiración foquista de los 70, a la que practica hoy junto a los servicios de inteligencia del Estado”.
- La defensa que hace Alfredo del PO y sus adláteres no es ideológica, ni siquiera periodística, es la simple oportunidad de elegir lo que daña al destinatario de sus libelos, "el enemigo de mi enemigo es mi amigo", aunque sean Trotskistas.
Dos referencias al dirigente Néstor Pitrola fueron equivocaciones de novato, salvo que no se trate de errores sino de una decisión militante. La primera respecto de la presencia de Pitrola en el Ministerio de Trabajo en las negociaciones por el tema del pase a planta permanente de los trabajadores tercerizados del ferrocarril. Es bastante sencillo averiguar si Pitrola estuvo porque cada persona que ingresa al ministerio debe pasar un control estricto donde, luego de mostrar su documento, queda su número asentado en un archivo de una computadora. Ese día Pitrola estuvo en un local partidario del barrio Samoré, en Merlo, de donde regresó a las 21.30 con la batería de su teléfono celular agotada de tanto atender las consultas de los medios.
Verbitsky, en su nota, se refiere a Pitrola como “El empleado de la Legislatura porteña…”. Esa información falsa fue transformada en chicana por el canciller Héctor Timerman, quien por radio dijo: “Pitrola ni siquiera es obrero. Que la gente sepa que es un ñoqui de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires”. Hasta un estudiante de TEA hubiera chequeado en la Anses qué tipo de aportes realiza Pitrola para “descubrir” su actividad. Si hubieran aplicado ese básico estándar profesional, hubiesen descubierto que trabaja en un pequeño taller gráfico y que efectivamente asesoró a Jorge Altamira mientras duró su mandato como legislador por la Ciudad. Esto ocurrió hace siete años (2000/3). A título informativo es bueno que Timerman, que también es, ay, periodista, sepa que la fórmula que ganó con el 60% de los votos las elecciones de los gráficos en 1984 fue Raimundo Ongaro-Néstor Pitrola.
- ¿Qué estás diciendo Leuco? La fórmula Cristina-Cobos sacó el 45.29 %, en las elecciones de 2007 (8.651.066 votos), y ni uno solo de esos votos los acercó el inefable traidor Julio César Cleto Cobos.
En otro párrafo, Horacio Verbitsky habla de los destrozos y la violencia en Constitución y se refiere a la presencia de jóvenes que en “muchos casos” portaban “pañuelos poco apropiados para el clima tórrido pero convenientes para cubrirse el rostro” y “mochilas aptas para cargar piedras”. Otra vez como un loro, Timerman repitió el relato sumando su frivolidad habitual y cierto tufillo macartista: “El Partido Obrero es el único cuyos militantes viajan en tren con mochilas llenas de piedras”.
Tal vez ni Verbitsky ni Timerman suelen viajar en tren al Conurbano y no saben que los trabajadores utilizan las mochilas para transportar su vianda, la ropa de trabajo, algún peine y el cepillo de dientes, entre otras cosas. Arrancan de madrugada de sus casas y regresan muy tarde. Las mochilas no solamente son aptas para cargar piedras. Además, entre las horas y horas de imágenes televisivas de todos los canales no hay una sola imagen (ni una sola, repito) donde alguien haya sacado una piedra de su mochila. Todos los proyectiles eran producto de la rotura de las veredas e incluso del cordón en algunos casos.
- Yo uso mochila también, Alfredo, y viajo en tren desde pequeño, viví en Lanús toda mi vida, y conozco Constitución como la palma de mi mano. Lo que estás diciendo es una boludez, otra más. Vos no viajás en tren, y viste un pobre sólo por televisión, confesalo. Y sí, los del PO y toda ese conjunto de militantes adolescentes de la izquierda vernácula SON LA DERECHA por acción, pensamiento, palabra y omisión.
El comunicado del PO termina a toda orquesta. Asegura que “el periodista que presume de exhaustivo o riguroso” quiere equiparar “al PO con una banda y hace propio el principal argumento de los defensores de los patoteros detenidos, a saber: que Mariano fue asesinado en un ‘enfrentamiento’. El CELS debe repudiar los términos del ataque de Verbitsky al PO. De lo contrario, está inhabilitado para actuar como querellante en el crimen de Mariano Ferreyra”. Pocas veces alguien se atrevió a criticar tanto el desempeño profesional de Verbitsky. No se privaron de nada. Sólo faltó que le dijeran que escribe para la corona.
FIN
- Insisto, ¿para quién escribís, Alfredo? Cómo es posible que un periodista tan lúcido como vos, no se haya dado cuenta de los DESACIERTOS de los militantes y dirigentes del PO y haga un panegírico de la militancia trotskista desde un diario de derecha como Perfil. ¿No te parece raro? Yo digo que escribís para el Establishment y pertenecés al selecto grupo de cínicos escribas de la Intelligentzia.
- Yo, estimado lector, LE DOY MI PALABRA: ¡¡¡ LEUCO MIENTE !!!
- The Establishment is a term used to refer to a visible dominant group or elite which holds power or authority in a nation. The term suggests a closed social group which selects its own members (as opposed to selection by inheritance, merit or election). The term can be used to describe specific entrenched elite structures in specific institutions, but is usually informal in application and is more likely used by the media than by scholars. The term is most often used in Britain, where it includes leading politicians, senior civil servants, the most important financiers, and industrialists, governors of the BBC, and the Royal Court. For example, candidates for political office are often said to have to impress the "party establishment" in order to win endorsement. The term in this sense was coined by the British journalist Henry Fairlie, who in September 1955 in the London magazine The Spectator defined that network of prominent, well-connected people as "the Establishment".
Daniel Mancuso
3 comentarios:
Excelente Post, Daniel.
Muchas veces no sé qué me irrita más de algunos tipos, entre los que, por supuesto, está Leuco: si la mala leche e hipocresía que muestran en lo que escriben o dicen, o que insulten tu inteligencia pensando en que podés creerles...
Un Abrazo
Muy acertada tu sensación Sujeto, nos toman por idiotas e insultan nuestra inteligencia. Abrazo
Le doy mi palabra Mancuso que este Leuco es un HDP.
Abrazo.
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