El 28 de junio de 2009, el Frente para la Victoria era derrotado en las elecciones de medio término. Hubo cambios en la composición de las 2 cámaras, y el oficialismo quedó en minoría.
Todos los medios desinformativos concentrados criticaron las "candidaturas testimoniales" que presentaron los candidatos del FpV. Pero, un año después, sólo el FpV está firme y accionando en el Congreso. El triunvirato De Narváez, Solá, Macri se diluyó rápidamente, y el Acuerdo Cívico y Social (la UCR, el Partido Socialista, y de la Coalición Cívica) se desarmó como un castillo de naipes.
la pregunta de oro es: ¿Quiénes fueron testimoniales?
Los opositores sin ideas (que cuando gobernaron nos llevaron a la peor crisis de que se tenga memoria, en 2001) ahora están todos dispersos peleando candidaturas. Hacen movimientos torpes, intentos vanos de obstruir la tarea parlamentaria para, por elevación, dañar al gobierno nacional. Ese conglomerado opositor que se mostraba triunfante el 28 de junio de 2009, a la noche, y hacía amenzas rimbombantes en TN, Clarín, La Nación, Perfil, etcétera... ahora ya no existe, son los fantasmas de una ilusión reaccionaria que venía a devolver "las instituciones de la república" a los poderosos de siempre.
Héctor Magnetto, en persona, tuvo que tomar las riendas, salir de las sombras del poder monopólico para articular una ofensiva que los ineptos dirigentes opositores no lograban establecer. Tampoco tuvieron éxito.
Los legisladores del FpV dieron una dura y desigual batalla. Con la convicción de las ideas peronistas y la gestión de un proyecto popular que no se detiene, en busca de la felicidad del conjunto, dieron una verdadera muestra de respeto al voto popular, la democracia, las instituciones, los reglamentos, el trabajo legislativo en serio.
El oficialismo sigue gobernando a pesar de los palos en la rueda, las chicanas, las trampas y mentiras de los dirigentes políticos mezquinos y antidemocráticos.
La corporación mediática opositora, apostó a la destrucción del peronismo, que en esta etapa de la Argentina, lo llaman Kirchnerismo, pero es el movimiento nacional en marcha, retomando las banderas del primer peronismo y gestionando en pos de un destino de justicia social dignidad y soberanía nacional.
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Hace aproximadamente 8 meses, el Frente para la Victoria empezaba el período legislativo con una contundente derrota: la oposición le arrebataba la mayoría en todas las comisiones del Senado y prometía “el fin de la hegemonía kirchnerista”.
Ayer, en la última sesión ordinaria del año, el oficialismo coronó el ciclo 2010 con dos victorias en iniciativas que la oposición había prometido durante la campaña. La Cámara alta rechazó la modificación del Consejo de la Magistratura y la reglamentación de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), ambas iniciativas aprobadas por el Grupo A en Diputados.
Además, el kirchnerismo logró rechazar el tratamiento de los denominados “superpoderes”, cuya eliminación quiso imponer el conglomerado antikirchnerista.
Hasta pasado el mediodía, todo indicaba que ayer la oposición se quedaría una vez más sin el quórum para arrancar la sesión. En la reunión de Labor Parlamentaria, los líderes del Grupo A manifestaron su deseo de imponer el tratamiento de los tres temas resistidos por el Gobierno, aun a sabiendas de que no contarían con los 37 senadores necesarios. El presidente del bloque K, Miguel Pichetto, les endilgó que su actitud iba en contra de otros temas de consenso, como la ley de prepagas o de salud mental, que quisieron colocar en el último lugar de la agenda.
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Pero a poco de terminar la reunión de Labor, el bloque kirchnerista se reunió para analizar la situación. Los números le daban a favor y por el margen más amplio en lo que va del año. Previa consulta con el jefe de Gabinete y con apenas 32 senadores sentados en las bancas, Pichetto hizo su ingreso al recinto seguido por el resto del bloque. Después de una farragosa discusión reglamentaria, se produjo la primera derrota del Grupo A: como no había dictamen de comisión, la oposición necesitaba dos tercios de los votos para habilitar el tratamiento sobre tablas de los “superpoderes”. La oposición consiguió 33 votos a favor y el FpV 36 en contra.
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Excluido ese tema y tras una concesión del oficialismo para dejar en último término la ley de prepagas y de salud mental, comenzó el debate de las otras iniciativas. “Esta reforma logra una conjunción entre todos los sectores y da calidad institucional”, aseguró la peronista disidente Liliana Negre de Alonso, iniciando el debate sobre el Consejo de la Magistratura. El debate, de fuerte controversia en Diputados, fue descartado ayer sin despertar el entusiasmo de otros tiempos.
Los cambios más importantes eran la ampliación de los integrantes de 13 a 18 y la incorporación de la Corte Suprema como titular del Consejo. La suma de 5 miembros busca eliminar el “poder de veto” que la oposición le critica al oficialismo. Con la nueva conformación, la “corporación judicial” tendría 8 lugares mientras que los electos por la voluntad popular pasarían a ser 7. Los tres restantes, del ámbito académico. (lea Consejo de la Magistratura A)
“El veto se ha verificado no a partir de cuestiones expresas, es mucho más perverso porque funciona tácitamente. A raíz de eso un juez puede no juzgar al poder porque sabe que al final del camino se necesitará el voto de un oficialista”, arremetió el radical Ernesto Sanz.
“Poner a la par a los diputados y senadores que son elegidos por 22 millones de personas con los abogados y jueces que son elegidos por 22 mil, eso es muy negativo”, le respondió Pichetto y agregó: “Pareciera que tienen una vocación por la derrota, espero que no la tengan también en materia electoral”.
Los radicales no ignoraron que iban a perder las dos votaciones. Pero prefirieron el costo de esta derrota a tener que, en el caso de ganar las elecciones, gobernar en 2011 con esas dos iniciativas convertidas en ley. Con el voto de los peronistas pampeanos, Carlos Verna y María Higonet, la santafesina Roxana Latorre y la rionegrina María José Bongiorno, el rechazo a la reforma alcanzó 38 votos contra 31 a favor.
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Luego llegó el debate por la regulación de los DNU, cuya modificación surgió al calor del último verano, en el que se generó un conflicto por la utilización de reservas del Banco Central para el pago de deuda pública. “La ley actual es inconstitucional y afecta a las provincias porque no consulta al Senado. La Argentina se va encaminando hacia un Estado totalitario”, consideró la peronista disidente Sonia Escudero. La iniciativa exigía la aprobación de las dos Cámaras en un plazo menor a 60 días para que un DNU quede firme. “Es un instrumento necesario para la gobernabilidad”, sentenció Pichetto antes de la votación: 36 votos en contra, 29 a favor.
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Al final, la Cámara Alta, por unanimidad, le dio el visto bueno en general, al Proyecto de Regulación de la Medicina Prepaga. Pero, debido a los cambios introducidos en los artículos, el texto regresa a la Cámara Baja. Las organizaciones de consumidores dudan que se ponga en discusión el año que viene; si bien el texto fue aprobado, no será convertido en ley, y el hecho de que vuelva a Diputados implica que por todo un período no habrá una norma que regule al sector.
Sandra González, de ADECUA, expresó que la prioridad es “que se vote la ley”, aunque observó que con los cambios en los artículos en particular, deberá volver a Diputados. “Creo que este proyecto se debería discutir con más tiempo. En los últimos días hemos estado participando en reuniones, procurando intervenir en un proceso que estuvo por dos años congelado. Tener más tiempo servirá para estudiar mejor el texto completo”.
Pedro Busetti, de DEUCO, dijo que si luego de la aprobación en general “se introducen cambios como lo piden el ministro de Salud, Juan Manzur, o cierto sector de la oposición, no habrá ley. Es lamentable que después de haber estado cajoneada más de dos años, ahora el proyecto vuelva a Diputados. 2011 será un año electoral, en el que el Congreso difícilmente sesione, y menos para tratar proyectos como este, por lo que podemos decir que será otro año en el que no habrá ley. En definitiva, ganaron las prepagas, perdieron los afiliados.”
Con esta ley, casi 5 millones de argentinos estarán protegidos de la discrecionalidad de un sector que, por casi 20 años, hizo negocios y ganó dinero a costas de la buena salud de los jóvenes y la discriminación de los enfermos.
Una deuda pendiente, todavía...
Daniel Mancuso
1 comentario:
Cierre del año. Conclusión: los que se iban a comer los chicos crudos se mordieron su propia cola.
Por ejemplo; es simple. Votás el presupuesto en general y después vas por las modificaciones. O no sucedió eso acaso en Ley de Medios? (sacaron a las telefónicas; etc., pudiendo inclusive no aceptarlo el oficialismo que ganaba igual!).
Pero no; la fórmula es, hacer quilombo para que no salga (están diciendo claramente que el oficialismo quiere conseguirlo) y después denuncian... que el oficialismo quiere gobernar con el del año anterior ???!!!
Esta mecánica del absurdo les sigue piantando votos y no lo quieren entender.
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