LA VIOLENCIA DE GÉNERO AL PALO

¿No es raro escuchar que una mujer odie a otra al punto de insultarla y desearle lo peor?

¿Por qué la televisión reproduce esa intolerancia?

¿Por qué un colectivo lleno de mujeres sentadas se transforma en un paisaje de estatuas cuando sube una embarazada o una mamá con un bebé?

¿Hay muertes importantes y muertes ignoradas?

Muchas preguntas sobre la mesa. Pocas respuestas desde la sociedad civil o las autoridades. salvo excepciones.

Néstor lo hizo. Inició la batalla cultural que la década infame neoliberal había encarcelado. Desde 2003, no sólo la política se puso de pie para ganar el lugar que le corresponde en la sociedad y dejar de ser mala palabra, comenzando a ocupar su rol de herramienta fundamental para la transformación social; La mujer argentina levantó la cabeza y empezó a mirar a los ojos.

Siguiendo los conceptos fundantes del peronismo, la potencia arrolladora de Evita y su ejemplo de lucha, la gestión de Kirchner en el gobierno tuvo una fuerte decisión política en reivindicar los derechos de las mujeres en el Proyecto nacional que vino a combatir el neoliberalismo agonizante.

Cristina Fernádez es la primera mujer argentina elegida Presidenta de la Nación. Un gran avance. Aunque en los hechos cotidianos, el machismo imperante en nuestra cultura se hace insulto propalado por la intolerancia: "Maten a la yegua" o "Andate conchuda", inmensos vómitos de odio corporizados en mujeres caceroleras que ganaron la calle cuando la defensa de los intereses corporativos agroeportadores se hizo carne en algunos confundidos integrantes de la clase media urbana.

Ahora que Néstor murió, toda la corporación mediática se le tiro a la yugular a Cristina. No va a poder sin un hombre al lado. Ella sóla es debil. Otra vez, una excusa para debilitar al proceso político que pone en cuestionamiento los poderes concentrados, los privilegios y chanchuyos intocables. Ser o no ser democráticos, esa es la cuestión. DEBILITAR A CRISTINA esa es la tares de la oposición sin ideas, los "periodistas independientes" y los siniestros CEOs en las sombras. Ojo, no están solos, la complicidad y el silencio cuando secuestraban y desaparecían se aggiornò en tilinguería opositora y machista...


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Las mujeres tienen mucho que agradecerle a Néstor Kirchner (aunque algunas, o tal vez muchas, no lo sepan). Durante su Gobierno se produjeron avances significativos que las beneficiaron directamente. Desde la ratificación del protocolo facultativo de la Cedaw, el tratado internacional más importante contra la discriminación hacia las mujeres, que venía cajoneado desde hacía varios años y su antecesor Eduardo Duhalde trató de obstruir haciéndose eco de los insistentes reclamos de la jerarquía católica. Hasta la histórica incorporación de dos mujeres a la Corte Suprema y la designación –también histórica– de otra, Nilda Garré, al frente del Ministerio de Defensa, en un mensaje claro de promoción de mujeres en lugares de poder tradicionalmente ocupados por varones. El empuje al Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable, la jubilación para amas de casa y empleadas domésticas que no habían hecho aportes o no les alcanzaban, su compromiso con los derechos humanos y el impulso a los juicios de lesa humanidad, que permitió a mujeres víctima de la violencia reclamar justicia, son algunas de las políticas en materia de género para destacar de su gestión... cuenta Mariana Carbajal.


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¿De qué estamos hablando? La violencia contra la mujer es la violencia ejercida contra las mujeres por su condición de mujer. Esta violencia presenta numerosas facetas que van desde la discriminación y el menosprecio hasta la agresión física o psicológica y el asesinato. Produciéndose en muy diferentes ámbitos (familiar, laboral, formativo, político, comunicacional...), adquiere especial dramatismo en el ámbito de la pareja y doméstico, en el que anualmente las mujeres son asesinadas a manos de sus parejas por decenas o cientos en los diferentes países del mundo. Y se propala en la sociedad todos los días desde las noticias a la televisión, desde el lenguaje hasta los chistes...


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A comienzos de 2006, el gobierno de Kirchner convocó a Eva Giberti y desde entonces la reconocida especialista dirige el Programa Las Víctimas contra las Violencias: primero bajo la órbita del Ministerio del Interior y luego y hasta la actualidad, en el de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos. El Programa apunta a asistir a mujeres y niñas víctimas de distintos tipos de violencia, intrafamiliar y también sexual, con un abordaje novedoso, con brigadas móviles y equipos interdisciplinarios especializados que actúan en la emergencia. Aunque funciona sólo en la ciudad de Buenos Aires, ha tenido continuidad y desarrollado un modelo de atención inédito en el país.


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El vigésimo quinto (25to.) Encuentro Nacional de Mujeres, se realizó en la ciudad de Paraná, los primeros días de octubre. Fue inaugurado con un acto multitudinario en el Parque Berduc, del que participaron mujeres llegadas desde todos los rincones de Argentina.

Unas 40 integrantes de la Comisión Organizadora local dieron la bienvenida a las participantes y leyeron una carta enviada desde la cárcel por Romina Tejerina, condenada a 14 años de prisión por matar a su bebé recién nacido, producto de una violación.

"Estos 25 encuentros demuestran que las mujeres podemos organizarnos, unirnos, escucharnos, tener diferencias y coincidencias, podemos avanzar juntas para resolver lo que cotidianamente nos atraviesa por ser parte del pueblo y ser mujeres", dice el texto del documento.

"Hacemos el 25to. Encuentro en el año del Bicentenario de la Revolución de Mayo, y hacemos nuestra la herencia de lucha de mujeres como Micaela Guyunusa, Juana Azurduy, Micaela Bastidas, Manuela Pedraza, y las miles que no quedaron en los libros de historia, pero que lucharon por tener una patria para todos y todas, libre, federal, igualitaria, justa e independiente".


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Soledad García Muñoz, abogada y experta en género y derechos humanos de las mujeres, de vasta trayectoria regional e internacional, afirma...

El mensaje de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto de Argentina –educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir–, refleja las muchas puertas que las mujeres y en especial las de menos recursos económicos han encontrado cerradas antes de llegar al aborto.

Los estándares internacionales de derechos humanos dejan claro que las personas tenemos el derecho a recibir una educación sexual integral, a tener acceso a métodos anticonceptivos y apoyan el derecho de las mujeres de acceder a abortos seguros, legales y gratuitos, especialmente en los casos en que los embarazos son producto de la violencia de género o cuando existen riesgos para la vida o para la salud de las mujeres.

Sin embargo, aún estamos lejos de ser educadas y educados para disfrutar en igualdad y en libertad de nuestros derechos reproductivos y sexuales; tampoco se disfruta sin restricciones el derecho de acceder a los métodos anticonceptivos que, como la educación sexual, son tabú para sectores de la sociedad que paradójicamente también se oponen a la consecuencia inevitable de su negación: los abortos. Educación y prevención son la clave para acabar con los abortos, no la penalización, que no evita su práctica, sino que lo que en realidad genera es un mercado clandestino que mata a miles de mujeres cada año en el mundo. ¿Acaso ellas no tienen derecho a la vida?


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Falta mucho todavía, pero vamos por el buen camino. Una mujer emocionada contó hace poco que Néstor le había dicho una vez: "ESTO RECIÉN EMPIEZA".

Si Cristina revalida su excelente gestión en 2011, todo el amor femenino seguirá sembrando conquistas y derechos para ambos sexos. "Para todos y todas", como dice ella.

Daniel Mancuso