El doctor Carlos Pagni se dispuso a operar, como hace siempre. Es un fundamentalista de la profilaxis, por eso lleva la cabeza rapada para evitar todo tipo de contagios a través de los cabellos. Piojos, por ejemplo, muy comunes en los sórdidos ámbitos que él investiga.
Hoy su agenda sugería realizar un meticuloso examen de la Anatomía del equipo llamado a cubrir el vacío.
No descubrió nada nuevo. Los forenses mediáticos ya lo habían anticipado: Cristina está en problemas. Hacia el verano se acabarán los ecos del luto y se le viene la jauría encima. ¡A por ella!, gritan en las redacciones.
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En una tarea muy difícil y desagradable, el doctor Carlos Pagni descubrío la causa de la muerte de Néstor...
"No me lo contaron. Yo lo vi a Néstor, en Olivos, entrar y salir de ocho reuniones simultáneas. Después de la última internación, le habían ordenado bajar dos cambios. Pero él los subió".
2
Luego de una exhaustiva investigación llegó a una certeza desconocida hasta ahora. La señora Presidenta es de carne y hueso...
"Se levanta temprano, lee los diarios mientras desayuna, hace gimnasia en el parque o en la cinta, mientras recibe algún informe. Después se arregla y, alrededor de las 11, comienza su trabajo en la Casa Rosada. A la hora de la siesta, muchas veces, regresa a Olivos. No duerme. Descansa un rato y a las 4 retoma la actividad, hasta las 8 o 9 de la noche".
Esta agenda, bastante serena para un jefe de Estado, se sostenía hasta ahora en el trabajo incesante de Kirchner. Ahora será Aníbal Fernández quien se encargue de las tediosas cuestiones de administración de ese día tras día tumultuoso.
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Con un rigor científico inigualable, el doctor Carlos Pagni se encontró con la gran herida que afecta al gobierno, y que en pos de la sanación todos los medios monopólicos reproducen, con el fin de mantener alerta a la ciudadanía. El doctor Carlos Pagni la describe magistralmente:
El peronismo se encuentra, otra vez, frente a su peor tragedia: le falta un jefe. El desafío de Cristina Kirchner no es hacer funcionar un mecano armado con piezas de distinta procedencia. Eso ya lo tenía. Lo que se quiere saber de ella es si está en condiciones de proveerle al Gobierno, y tal vez al peronismo, un nuevo liderazgo. Aunque sea un liderazgo de transición. Kirchner había ocupado ese lugar, de un modo tan autocrático que excluía a grandes fragmentos del PJ. Ahora esa función está vacante. Daniel Scioli y -atención- Carlos Reutemann estudian ese vacío. ¿Está la Presidenta en mejores condiciones que ellos para cubrirlo?
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El doctor Carlos Pagni hurgó, hurgó a fondo, y llegó al mal que andaba buscando. Una enfermedad autoinmune en el riñón del oficialismo que llevará indefectiblemente a la destrucción del paciente enfermo: soberbia virósica, muy común en los gobernantes populistas...
El oficialismo no tendrá, en adelante, un déficit de rigor e intemperancia. Cristina Kirchner puede ser más frontal y despiadada que su esposo. Scioli o Cobos, que padecieron su furia, pueden dar testimonio. Además, desconoce los grises: "Muchas veces Néstor me mandó a hablar con los de Clarín , pero rogándome: «Por favor, que no se entere Cristina»", recuerda un ex ministro. La cuestión es a qué orientación, a qué política, servirá ese temperamento. No es una incógnita teórica. Ya está planteada. ¿Qué camino tomará Cristina Kirchner? ¿El de la intemperancia que le propone su ala izquierda, que habla de reelección y de "profundizar el modelo" porque no se anima a decir "profundizar el conflicto"? ¿O ella está detrás de De Vido en la convocatoria a un encuentro entre la UIA y Hugo Moyano? La UIA había roto con el Gobierno por la manipulación del caso Graiver en la guerra oficial contra Papel Prensa. El escarmiento llegó pronto: Moyano y la participación de los trabajadores en las ganancias de las compañías. Aquel conflicto y este proyecto -crucial para la imagen que la izquierda kirchnerista tiene de sí misma- están ahora entre paréntesis. No se puede hablar de una tendencia. Pero ésta fue la primera operación concreta que realizó el Gobierno después de la muerte de Kirchner.
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Harto de los matasanos sin matrícula que lucran con la ignorancia tan difundida entre los ciudadanos que no se meten en política (porque la política es fea), Fabían del blog Conurbanos hace una denuncia estremecedora, dice que...
Pagni suele ocuparse de los temas vinculados al peronismo bonaerense. Y como no hay ningún otro columnista en el diario de los Mitre que se ocupe de estos temas, me imagino que los ricos le creen a Pagni. Porque Pagni aparece como un "especialista", en todas aquellas cuestiones políticas que para el lector promedio de La Nación pertenecen a una especie de submundo pre republicano...
Por eso me pregunto si vale la pena refutar a este personaje tan chiquito del pseudoperiodismo político nacional, que apenas si escribe para que lo lean un puñado de incautos con mucho dinero. Creo que no tiene mucho sentido. No le crean a Pagni.
Menos mal. Gracias por avisarme, Fabi.
Daniel Mancuso
1 comentario:
como bien decís, es un perfecto cagatintas, y berreta.
Pocho.
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