La aparicion del Nieto 102 encontrado por la incansable lucha de las abuelas, trae a la superficie, nuevamente, el tema de la dictadura y su lamentable vigencia en este presente democrático.
Faltan 400 nietos, todavía, por recuperar. El ADN de los pibes clama silencioso, busca la luz de la justicia postergada en la impunidad. La herida abierta en el 76 no cierra, a pesar de que algunos periodistas progres y políticos reaccionarios (vaya coincidencia) dicen que hay que dejar el pasado atrás.
Releyendo el libro de Marisa Sadi, El Caso Lanuscou, volvemos a encontrar la incognita del paradero de Matilde, la beba que no aparece luego del bombardeo a la casa de San Isidro, donde murieron sus padres y hermanitos. El cadáver no existe, y se presume sea Marcela Noble herrera, hija adoptiva de la dueña de Clarín.
¿Por qué todavía tenemos la incertidumbre? ¿Por qué no se resuelve el caso?
La poderosa influencia de Ernestina Herrera viuda de Noble, sumada a la subordinación y complicidad judicial durante años, tienen a toda la sociedad en ascuas. Por eso es que el pasado vuelve, los 70 están aquí con la dictadura vivita y coleando.
La batalla cultural en marcha, con la política en la vanguardia y la memoria haciendo el aguante son el reaseguro para que esta Primavera democrática termine con el invierno de 34 años de Impunidad.
El país puja hacia adelante, el Estado se encuentra de pie y con buena salud, el trabajo vuelve a ser protagonista, los pibes movilizados por sus derechos, la marcha inclaudicable hacia la justicia social, las esperanzas a flor de piel... preanuncian que los mejores días están por llegar.
Daniel Mancuso
No hay comentarios:
Publicar un comentario