LA DICTADURA DEL NÚMERO

Mauricio Macri representa el neoliberalismo de los 90 en el poder. Es la resaca de aquella segunda década infame que inauguraron Carlos Menem y EduardoDuhalde, y tuvo a Domingo Cavallo como protagonista del gran desfalco nacional.

A Mauricio lo vomitó la tilinguería porteña sobre la democracia en marcha, marchándola de oprobio.

Algunos lo votaron porque "si es empresario y tiene plata, no se va a meter en la política para robar...". Lamentablemente, se equivocaron. Peor que eso, Macri es la representación del autoritarismo político, en saco sin corbata, con una ciudad de vecinos preocupados por las veredas rotas, miles de marginados viviendo en la calle, y funcionarios gerentes de la empresa PRO sociedad anónima que controla los dineros públicos.

Hoy, en la Legislatura Porteña, en una sesión especial, el macrismo frenó por ahora la creación de una comisión investigadora: impuso su número y logró desactivar temporalmente la iniciativa de la oposición. También evitó un pedido de licencia y el juicio político del jefe de Gobierno Mauricio Macri.

La intención PRO es llevar al Congreso el escándalo por el espionaje: impuso sus 20 votos para detener todas las propuestas de la oposición, que votó en bloque y no pudo quebrar la barrera de los 31 votos. Esas iniciativas necesitaban al menos 40 votos para prosperar. El bloque macrista propuso que sea la Comisión Bicameral de Fiscalización y Seguimiento de los Organismos de Inteligencia, que depende del Congreso Nacional, la que investigue políticamente el caso de las escuchas, en el que se encuentra procesado por la Justicia el jefe de Gobierno.


Algunas voces en la sesión frustrada, frustrante, donde el PRO demostró, una vez más, que no quiere transparentar nada, ni colaborar con la investigación... Pura soberbia de quienes no están acostumbrados a dar explicaciones, sino a dar órdenes...

Daniel Mancuso