è bruta la vecchiaia... repetía la nonna, atrapada en su cuerpo achacado. Con sus manos atribuladas por el reuma me tomaba del brazo, acercaba su beso pródigo y me susurraba historias de la bota itálica.
Alguna vez, escuché a alguien que no quería llegar a viejo, Espero morirme antes, decía. Los músculos se van destartalando, la cabeza no responde, traiciona muy a pesar tuyo. Ser Norma Aleandro en El Hijo de la novia, un destino espantoso. ¿Te imaginás invadido paulatinamente por un COBOS que decide adentro de tu cerebro, que hace lo que no querés? ¡Qué pesadilla!
La vejez es una porquería. Terminás haciendo lo que criticaste toda tu vida, te das vuelta como un panqueque. Te volvés boludo, gagá, tonto, necio. No escuchas bien, interpretas cualquier cosa y se te cagan de risa al quedar descolocado, fuera de eje, solo como un cero solo...
Cuando mi nonno Carmine se estaba por morir, se hizo católico, luego de 87 años de comunismo acérrimo, y de ser el referente político en Calabria y alrededores, comenzó a rezar, pedía que viniera el cura del pueblo y hablaba de dios hasta agotarte. ¿Qué le pasó? Se puso viejo, el tiempo le cobró factura con intereses altísimos.
Salvo que hayas cultivado una humilde sabiduría, y tu paso por la vida no haya sido sólo mirarte el ombligo, serás infeliz hasta lo último. Si no, te encontrarás con tu viejo de mierda. Pisotearás cada ideal esgrimido en la primavera vital hasta corromper la memoria y devenir en una máscara fétida. Serás amado por tus enemigos del pasado, repudiado por tus compañeros de ruta. Y finalmente, olvidado como un esputo de la historia.
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Daniel Mancuso
2 comentarios:
Debe ser muy fulero llegar a viejo y ser lo que siempre repudiaste cuendo eras joven. En el caso de tu abuelo, a los 87 años, se puede entender, pero en el caso de Pinito, me parece que es algo más que boludismo de viejo, creo que la explicación está en el último párrafo.
Pino ¡sos un escándalo! No tenés vergüenza, qué gorila, por favor,
saludos, Inés
(desde Italia)
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