ERNESTINA EN EL CIELO DE DIAMANTES

La historia de Papel Prensa es un relato de terror que escarcha la sangre. O es una saga erótica de las mil y una noches extrapolada al cono sur.

En este mundo traidor nada es verdad ni es mentira...

Ficción de guante blanco fraguada en teatros de operaciones ad hoc. Realidad inventada a fuerza de avaricia. Gula desmedida, omnimoda. Sanguinolenta por fuera, inmaculada por dentro. Realidad maquillada como los rostros inauténticos de sus protagonistas. Cabellos teñidos, dientes comprados, tetas fraudulentas, gestos prestados por el cirujano de turno.

La eterna juventud a cuotas. Retener las arrugas es la tarea. Guardar las llaves de las puertas del cielo de los privilegios terrenales. Administrar los candados de los cepos y los infiernos. Escupir hacia abajo y putear de vez en cuando para demostrar quién es el que manda acá.

Abajo de la nube, hay un basural con ratas asesinas y ratas esclavas. Y mucho humo. Las ratas matan y mueren como debe ser, y punto. El champagne y los amigos no merecen distracciones tan banales. Está todo orquestado, delegado, autorregulado. Un sistema casi perfecto. Faltaría encontrar a Mefistófeles para negociar la eternidad, y cartón lleno.

En el subsuelo de abajo, esbirros lujuriosos imaginando dolores ajenos, al compas de los ayes y la música estridente, desconan parlantes de radios viejas, en cuevas sucias, mazmorras rebosantes de sudores y lágrimas fatales.

Del otro lado de la línea, una mano perfumada dicta órdenes incurables, luego cuelga y retoma la planificación del gran atraco nacional. A veces, brinda con corbatas de seda, concurre a banquetes en inglés, viaja en francés, y comulga en la catedral con el nuncio castrense. Pertenece al Olimpo de los elegidos, de los que algún día mueren de muerte natural y deciden todos los días las otras muertes.

Sus vidas son negocios interminables sin solución de continuidad. Un casamiento, una herencia, un golpe de Estado, una fábrica de papel, un secuestro, una patota de violadores en celo con falos eléctricos y de carne, acciones robadas, hijos apropiados. Business. Plata, poder, relaciones, joya, obitos pergeñados para la rapiña impune, propiedades, cuentas bancarias, billetes, números en ascenso, codicia extrema, silencios.

Es el sueño del Tío Rico, nadando en mares de monedas de oro, hecho realidad. Se puede. Se siente lindo. Orgasmos verdes como los dólares que nunca se acaban y prolongan el placer sobre la suave alfombra del palacio vacío de amores y ternuras.

Amenazas, censura, más silencios, complicidades, favores, llamadas, órdenes. Fulgor inesperado, intentos vanos por ocultar latrocinios imperdonables. La luz del sol no transa con los vampiros. Amanece en la república violada durante dos siglos.

Poco a poco el gran castillo de cartas marcadas se caerá, inevitablemente...

Daniel Mancuso