LILITA CARRIO

Pobre Lilita, está enferma. Padece una patología crónica. Su negación no le permite pedir ayuda, y al no saber escuchar, la omnipotencia la lleva por el camino de la soberia y el enojo.

Se miente a sí misma, todo el tiempo. Y, le miente a todos. Es usual que lo hagan, no aceptan, no revisan. ¿No pueden?

No quieren.

Nos miente. Te miente. Me miente...

Yo sostengo que cada enfermedad que nos toca, se origina en un necesario grado de nuestra propia estupidez, pero eso da para otra charla.

Hay que tener cuidado con las aseveraciones taxativas. Las ausencias o los excesos de algo pueden ser nocivos por igual para los seres humanos. La comida, la bebida, el cigarrillo o el sexo pueden ser malos o buenos según se mire.

Si fuma mucho se muere por pulmones intoxicados y si no fuma la matan los nervios. Si no coje la envenena el mal humor y si tiene sexo oral se agarra un cáncer bucal.

Pobre Elisa, casi no entra como Diputada, el 28 J. Se peleó con Margarita, la expulsaron de la APDH, está disgustada y se pelea con Cleto Cobos, quiere encarcelar a Mercedes por las reservas, defiende al pobre coronel Sarmiento y ahora le prohiben los Taxi boys por cuestiones de salud...

Seamos sinceros, la gran llaga que corroe el humor de Lilita no es la obesidad, ni la falta de sexo. Desde el 28 de octubre del 2007, cuando Cristina la vapulea y se consagra ganadora en primera vuelta con el 45,29 % de los votos positivos -con uno de los más holgados márgenes de ventaja desde el retorno de la democracia en 1983, Lilita perdió el sueño. Cristina sacó 8.651.066 de votos. Elisa logró 4.401.981 (el 23.04 %). Ese día, la gorda perdió el juicio, la moral, las buenas costumbres, los códigos, la decencia, la dignidad, el patriotismo, la honestidad, el decoro...

Poco a poco, se fue transformando en una sombra triste de lo que prometió ser, algunas vez, en los canales de teve. Siempre mediática, Lilita alimentó su ego, y como el personaje de Julian McMahon en la película de los 4 Fantásticos se hinchó, se hinchó y reventó. Pus.

Las verdaderas motivaciones de sus juicios y conductas están debidamente analizadas en las CONFESIONES DE ELISA.

En cada palabra de cada una de sus declaraciones en cadena nacional desinformativa destila soberbia y odio irracional. Por lejos le gana a PINO SOLANAS en el ranking del egocentrismo, y eso es decir mucho.

Dicen que unas tres mil personas mueren por año en la Argentina como consecuencia del cáncer bucal, una patología en la que se observa un notorio crecimiento de los casos provocados por la práctica del sexo oral, según señalaron algunos especialistas odontológicos y médicos.

"En la Argentina, aparecen unos 800 nuevos casos de cáncer bucal por año y, en ese mismo período, se mueren unas 3.000 personas por esta enfermedad", señaló el doctor Eduardo Cecotti.

"El alcohol y el tabaquismo son los dos riesgos históricos, pero ahora se agregó el sexo oral".

"La edad histórica de las personas con esta enfermedad son los 60 años, pero hoy se encuentran casos en los jóvenes comprendidos dentro de la segunda y la tercera década. Al aumento de la práctica del sexo oral en la juventud se la debe tener como de riesgo".

"Un estudio realizado en los Estados Unidos reveló que de unos 100 casos de cáncer de lengua y faringe, 70 presentaban el virus HPV".

El experto detalló que virus del papiloma humano tiene "100 tipos diferentes, pero sus variantes 16 y 18 son las que se encuentran en cáncer de lengua".

"El alcohol tomado en forma crónica produce alteraciones en el núcleo de las células, ocurre un crecimiento anormal de las células y se transforman en cancerígenas. En individuos que toman y fuman, el riesgo aumenta 14 veces".

De todas maneras, el especialista aclaró que "a esta enfermedad si se la detecta en su etapa primaria, se la puede curar" y, en ese sentido, aconsejó que "todos se deben hacer un control con su odontólogo".

Lilita recaliente gritaba mientras se comía un sánguche de bacalao en la cocina del Instituto Hanna Arendt: "¡Pero no puede ser! Ya me mandaron al neurólogo, al psicólogo, al psiquiatra, ahora al odontólogo, déjense de joder, no tengo tiempo para eso, debo dar conferencias, ir a lo de Luís Majul".





- ¡Cuidado Lilita, hablar mucho también puede producir cáncer de lengua! -le decía la cocinera consternada, trantando de esconder los helados.

- Pero por lo menos expulso el odio que tengo mezclado con el tejido adiposo, eso me hace engordar, el odio, carajo, me hincha como una pelota de corticoides... ¡¡¡Cristina!!! te odiooooooo...

Daniel Mancuso