¿Quién dijo que todo está perdido? ¿Quién dijo que no se podía? ¿Quién dijo que no hay futuro? ¿Quién dijo que esto no tiene arreglo y que nada va a cambiar? ¿Adónde se metieron los cancerosos promotores de la derrota?
Los sabores amargos del neoliberalismo privatizador serán un recuerdo lejano que los viejos le contarán a sus hijos en las sobremesas de la felicidad futura y los pibes no sabrán de qué se trata, y seguirán preguntando para saber cómo era eso de tener una Argentina arrodillada...
Habrá madrugadas desveladas, zapin frenético por los noticieros opositores que nos harán reír como si fueran comedias de enredos. Tendremos las zapatillas gastadas de caminar marchas militantes, sonrisas compartidas con desconocidos, abrazos y besos ad libitum con el que este más cerca como si lo conociéramos de toda la vida. Las broncas añejas devenidas en expectativas galopantes, la imaginación exacerbada, las banderas pintadas con manos presurosas, con olor a fiesta.
Habrá llantos, porque no todo es fácil, porque ellos golpearán fuerte, porque la histeria financiera inventará alguna patraña y querrá engañarnos. Los tipos no saben que los pibes estarán preparados, gomeras listas, cabezas frescas, conciencias limpias, corazones calientes de pueblo resistente hacia la victoria, el único destino posible...
Daniel Mancuso
4 comentarios:
muy bueno cumpa. Al fin tenemos una buena este año...
salud!
Muy bueno cumpa
Como siempre de lo más claro y directo al cuore que se puede leer.
Abrazos!
gracias compañeros, abrazos y besos
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