A veces, pasan cosas que parecen imposibles. ¿Alguien puede ignorar el nombre del arquero de Boca? Sí. ¿Ignorar quién es el ministro de Economía? También.
¿Pero no lees los diarios, no mirás la tele, no hablás con tus vecinos? No, no, no... Cuando me reciba, a lo mejor, me pongo a mirar afuera del microclima que me inventé para pasarlo bien, ¿viste?
Renunció el Fino Palacios, ¿Qué opinás? NO sé, ¿Dónde jugaba? Me suena...
¿Sabías que estuvieron los presidentes de Suramérica en Bariloche? NO, ¿En serio? Ni me enteré, chabón. ¿Y la ley de medios, qué onda? Nooo, yo con las fracciones, matemática, todo eso... un desastre.
Como dice Luís, nos vacunaron 2 veces, groseramente: una con la Dictadura, el no te metás, el miedo. Otra, con el menemismo, el menefrega tutto, me miro el ombligo, me importa un carajo el otro... Tenemos una batalla cultural vieja, pero que está vigente y la tenemos que ganar nosotros, o por lo menos intentarlo, y como dice Silvio, me va la vida en ello.
Daniel Mancuso
2 comentarios:
buen post compañero.
La batalla cultural hay que darla en todas las edades, pero en mi generación (la del informe de 678) es peor....
un abrazo
No sabés las cosas que se escuchan entre la gente de medio siglo para arriba, mamita cuanta incultura y gorilismo...
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