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Las noticias pasan rápido, los medios escupen nuevas preocupaciones para que la opinión pública las trague y las repita en eructos tilingos que enrarecen el aire y la vida de los temerosos mortales clasemedieros.
Pero la memoria y la pelea popular perfuman y anulan los miasmas derechosos. Seguimos juntando firmas para que se vaya el ex comisario Jorge Fino Palacios. Vamos hacia las 100 mil firmas, a pesar del silencio desinformativo.
Si no firmaste podés hacerlo en:
www.noalfinopalacios.blogspot.com
Pero cuidado, Mauricio Macri no se queda quieto. Sigue y sigue pensando como cagarnos mientras sonríe en un reportaje con TNbaum y Sloto, o se saca una foto en la Rural, al lado de una vaca lechera.
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La nueva del jefe de gobierno: el inefable Mauricio Macri, decidió recortar el presupuesto de los carnavales y destruir la cultura popular...
El gobierno PRO dio un nuevo golpe contra la cultura popular al anunciar recientemente el recorte de más de la mitad, en forma ilegal y arbitraria, del presupuesto asignado para las agrupaciones de carnaval de la ciudad de Buenos Aires por el Legislativo porteño.
Este presupuesto se le otorga a las murgas desde 1997 cuando por ley se estableció que la actividad carnavalera porteña es patrimonio cultural de la ciudad de Buenos Aires y se rescató el carácter tradicional, popular, callejero y barrial del carnaval.
Más de 100 murgas, 15.000 artistas populares, 40 corsos barriales y un espectáculo gratuito que los últimos años convocó a más de 1 millón de personas en cada febrero, peligran con esta medida de Mauricio Macri y de su ministro de Cultura, Hernán Lombardi.
A mediados de los `90 las murgas salimos a recuperar el carnaval para volver a organizarlo con sus distintas expresiones, y poder recuperar también el histórico feriado nacional de lunes y martes que la última dictadura militar nos quitó en 1976.
Esta lucha no sólo abarcá la recuperación del aspecto histórico, artístico y festivo del carnaval sino que llevó implícita también, como una de las marcas que la distinguieron, la creación de fuertes redes de contención social que salieron a enfrentar la fractura social generada por el neoliberalismo.
Desde entonces, el carnaval y las murgas porteñas se han transformado en un polo de identidad social e intercambio de experiencias organizativas para amplios sectores de la ciudad que ahora el macrismo quiere destruir como otro de sus ataques a la cultura.
Ataques que van desde la paralización de las obras del Colón, el cierre de la Orquesta Académica, la desfinanciación de los teatros oficiales y centros culturales, el ataque a los centros carnavales y el intento de aniquilación del sector de circos que se creó de forma autogestionaria durante estos últimos años.
Ataques que en conjunto representan la más brutal ofensiva contra la cultura que recuerde la ciudad de Buenos Aires desde la llegada de la democracia en 1983, y que proponen una cultura privatizada, elitista y antipopular orientada hacia el turismo for export y que deja afuera a amplios sectores sociales, en especial a los más desfavorecidos.
Más allá de la cuestión monetaria, este nuevo recorte busca vaciar el carnaval, desnaturalizar su identidad, quitarle su carácter independiente y popular, como una forma de volver a implementar políticas neoliberales y exclusivas, que también abarcan a la educación, la salud, la vivienda y la seguridad.
Por todo esto, la comunidad carnavalera invita a enfrentar estos planes de aniquilamiento de la expresión popular.
* POR LA DEFENSA DEL CARNAVAL Y LA CULTURA POPULAR
* CONTRA LOS RECORTES PRESUPUESTARIOS A LA CULTURA
* POR UNA CULTURA INCLUSIVA QUE EXPRESE NUESTRA IDENTIDAD
* POR UNA CIUDAD PARA TODOS
firma:
Comunidad del Carnaval
No se preocupen, no duden, el ingenio gorila del ingeniero no descansa. Otra nueva paparruchada política vendrá para sorprendernos en nuestra buena fe y seguiremos pensando, diciendo, gritando... ¡¡¡Macri, sos un H de P...!!!
Daniel Mancuso
1 comentario:
Acabo de postear otra, que tuvo un poco más de cobertura (seguramente sólo matutina, como para que a la noche ya todos se hayan olvidado): el violento desalojo en el Centro Cultural Almagro, con balas de goma incluidas, que era usado, entre otros, por los "cartoneros de la ciudad", aquellos que fueron presentados por este insoportable gobierno como una muestra de su dedicación por los trabajadores más empobrecidos, sólo por haberles dado un uniforme con franjas fluorescentes.
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