A propósito del proyeto de ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que Cristina presentó en el Congreso, me acordé de mi papá y su sabiduría simple. Mi itálico viejo siempre decía que hay dos tipos de personas malas: los boludos y los hijos de puta. En la oposicion política nacional hay de los dos modelos. Las declaraciones mediáticas de los líderes opositores, tan faltos de ideas y honestidad intelectual, da escalofrío, miedito, pena, decepción, angustia.
¿Por qué dios nos mandó a tantos hijos de puta por acá? ¿Por qué se reproducen los boludos y no se acaban de una vez? ¿Menos mal que en la Presidencia tenemos un cuadro político de alta gama y no un hijo de puta como Menem ni un boludo como De la Rua?
¡Qué casualidad! Los opositores al gobierno adscriben al hijo de puta y al boludo, vienen de esos palos, repiten los mismos esquemas políticos, tienen similares miradas del mundo, son neoliberales, reaccionarios y antipopulares...
Daniel Mancuso
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