Marcelo Tinelli no es ni bueno ni malo. O mejor dicho, es tan malo como lo dejan. Hace negocios con los pibes y los pone a bailar como adultos, con complicidad de los padres, por unos billetes, eso está mal. El vacío legal al respecto, es otra causa que aporta a la necesidad de una nueva Ley de Comunicación Audiovisual que deseche la ley de la dictadura que nos rige actualmente. Hay que ponerle límites a la codicia empresaria en los Medios que bastardea los contenidos y las personas.
Tinelli aprovecha la etapa pre electoral y apela a una de las herramientas más viejas de la humanidad (junto con el fuego) para hacer negocios: EL HUMOR. Y como cualquier herramienta, el humor tampoco es bueno o malo, no tiene moral, y no debe tenerla, esa es su virtud.
Existen diferentes tipos de humor adaptados a diferentes sensibilidades y grupos humanos. Por ejemplo los niños suelen reírse más de las caídas y tropiezos, mientras que no comprenden la sutileza de la sátira o de la ironía. El humor de Gran Cuñado no va a cambiar el resultado de las elecciones, quizás deje al descubierto algunas cosas ocultas y aumente o contribuya al pensamiento crítico de algunos. Porque mal que les pese a quienes lo hacen y quienes lo padecen el humor está por encima de todos, es como el aire, como la música, que no se dejan agarrar facilmente...
lo tomamos prestado de http://brochettargentina.blogspot.com/
Daniel Mancuso
1 comentario:
...sin embargo yo creo que el humor sin moral, pasa a ser grosería, y la grosería mentirosa, se codea con la infamia. todo tiene un límite, hasta el humor, cuando es malicioso mas que reir nos hace llorar, en fin cada uno vive de lo que puede y cada uno elige ver lo que quiere.
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