Nestor Kirchner les pegó para que tengan y recuerden. Les dijo a los del grupo Clarín que no son independientes ni objetivos, y se preguntó:
"¿Qué es lo que enfrenta al Grupo Clarín con el gobierno de Cristina? La respuesta es sencilla: un temor pánico a la pérdida de hegemonía monopólica en el negocio de las telecomunicaciones. Temor que a la luz de lo que puede ver cualquier observador externo y desinteresado no constituye en modo alguno una amenaza real sino un brote paranoico".
En el Paseo la Plaza, en el cierre de un acto que compartió con el candidato a diputado nacional por la ciudad de Buenos Aires, Carlos Heller, y con los intelectuales que se nuclean en torno al colectivo Carta Abierta, Nestor Kirchner dijo:
“No va a haber cambio si no se democratizan los medios. No llegamos para arrodillarnos. No hay que callar por temor. La democracia no soporta más monopolios mediáticos ¿Para qué queremos ganar las elecciones claudicando en nuestros principios?”
Recordando al inefable Julio Cesar Cleto Cobos, dijo:
“Cuando fui presidente tuve un vicepresidente que me ayudaba, pero Cristina está luchando sola y encima cuando ese vicepresidente le arma listas opositoras, ahora dicen que es un demócrata”.
Nestor resaltó el espacio que lidera Carlos Heller en Capital, como otra expresión de que la transversalidad sigue funcionando y al mencionar a la oposición, aludiendo a la alianza UCR-CC y el macrismo, dijo:
“veo a los que descontaron el 13 por ciento a los jubilados, a los de la fiesta del 1 a 1”.
Hoy, Ricardo Kirschbaum, editor general de Clarín, saca una nota tonta, una respuesta elemental y sin argumentos sólidos, que genera el asco de haber perdido el tiempo por leer semejante falta de respeto a la inteligencia, trata de ser políticamente correcto, cuando en realidad, todos los días, opera para desestabilizar la democracia.
Daniel Mancuso
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