No caben dudas de que somos un país de gente inteligente, lúcida y capaz. También nos tocó la gracia de la riqueza natural y la geografía variopinta y generosa. Pero tenemos un problema histórico y recurrente: vivimos en una constante dualidad. Llegando al bicentenario de la patria no hemos podido resolver la dicotomía de la argentinidad: un país para pocos o una Nación para todos.
La intelligentzia ha desempeñado un gran papel para que no podamos pluralizar la felicidad. Hoy en día, vemos cómo el aparato mediático de desinformación opera agresivamente, golpeando al gobierno a más no poder, para restituír un modelo de país parecido al que el Neoliberalismo de los 90 quiso imponer para siempre.
Don Arturo Jauretche entendía a la sociedad como un conjunto de estructuras, dominadas por una superestructura cultural, en forma de valores reconocidos y transmitidos, que se articulan merced a unos subsistemas que ejecutan y trasmiten esos valores. Daba singular importancia a esa subjetividad y afirmaba que “no existen chances de instalar un proyecto político si no se crea, simultáneamente, un estado de opinión” (Arturo Jauretche: 1962: 64).
Don Arturo nos dejo muchas enseñanzas, entre las que podemos rescatar una idea central: el impacto que tienen los valores dominantes para determinar el destino del país, ya sea apoyando su desarrollo o frustrándolo, como en el caso argentino.
« ... Quienes realizan la tarea intelectual al abrigo de los aparatos ideológicos forman entonces la intelligentzia. El término abarca desde el maestro de escuela al académico consagrado, pasando por los periodistas de la "prensa libre", los profesores universitarios, los artistas, los escritores y los políticos profesionales. Por supuesto, no todos los intelectuales pertenecen a la intelligentzia. Si el intelectual que difunde las zonceras de la pedagogía colonialista es un exponente de la intelligentzia, aquel que se atreve a denunciarlas y desafiarlas pertenece al campo de la inteligencia nacional. Tomaremos el caso de Sarmiento: primero, porque es el héroe máximo de la intelligentzia, y segundo, porque es el más talentoso de la misma ».
¿Cuántos han sido los intentos de construír un Nación justa, libre y soberana?
Dos, 2, due, two, deux: En el siglo XX, el peronismo 1945 a 1955 fue el intento más cercano a la meta soñada por las mayorías. A pesar de que los historiadores y medios de comunicación hagan distintas lecturas, Argentina en esa década tuvo trabajo, distribución de la riqueza, industrias, ferrocarriles, flota naval, salud pública, investigación... el golpe de Estado de 1955, con el apoyo de la "oposición" y de la "argentina para pocos" frustró ese proceso.
Y hoy. A pesar de las asignaturas pendientes de esta marcha hacia una democracia verdadera, el país necesita seguir transitando el modelo iniciado por Nestor Kirchner y continuado por Cristina. A los errores cometidos en la forma de acumulación y construcción de poder hay que ofrecerles ideas y militancia. Es cierto que este horizonte enrarecido de las elecciones puede llegar a confundir a más de uno. Es necesario trabajar en aclarar el cielo político, despejar los nubarrones confundidores, y ser capaces de generar voluntades concientes en lugar de votos ocasionales.
Ahora que no puede hacer golpes de Estado con el apoyo militar, la "argentina para pocos" intenta abortar el proceso iniciado en 2003 por la vía "democrática". El 28 de junio y la democracia son para la oposición: justificar lo injustificable en sus candidatos y criticar duramente a los del gobierno. Todo está mal y estará peor, ese es el mensaje mediático.
Doble discurso perverso: expulsan a Julio Cobos para siempre, de la UCR, por participar del gobierno K; y ahora que les conviene lo perdonan, por ser la figura mejor posicionada del partido. A partir de su voto "no positivo" en el Senado, Julio Cesar Cleto Cobos se transformó en el primer vicepresidente argentino que traicionó el voto popular, traicionando al gobierno al que pertenece, criticándolo en cada micrófono y haciendo campaña opositora desde adentro. Los medios lo rescatan como gran demócrata y dirigente ejemplar.
Así, apareció el cauce por donde transita la erosión. Desde la 125 y los cortes de ruta, se armó un triunvirato destituyente maquiavélico: los agrogarcas, los medios y la oposición. Estos tres factores destituyentes forman un polo, a veces homogeneo, a veces dispar, pero siempre enfrentado al modelo redistributivo e industrialista en marcha.
« ...Con motivo de la muerte de Alfonsín, hemos asistido a una operación mediático-política de alta intensidad, dirigida a presentar una peculiar historia de los primeros años de la recuperación democrática argentina, con el visible objetivo de mostrar el contraste de ese relato con el cuadro político del país actual ».
A la imagen del cardenal Jorge Mario Bergoglio opinando sandeces se le oponen las dos caras de Jano mirando en sentidos opuestos. Jano es el dios romano de los cambios y las transiciones, de los momentos en los que se traspasa el umbral que separa el pasado y el futuro. Su protección, por tanto, se extiende hacia aquellos que desean variar el orden de las cosas. Se le honraba cada vez que se iniciaba un proyecto nuevo, nacía un bebé o se contraía matrimonio. El 28 J, los que no creemos en la iglesia, cómplice de los genocidas del Proceso y el triunvirato destituyente, nos encomendamos a Jano...
Daniel Mancuso
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