Mi noche triste (Lita)
(Tango, 1916. Música: Samuel Castriota, letra: Pascual Contursi)
(Tango, 1916. Música: Samuel Castriota, letra: Pascual Contursi)
Percanta que me amuraste
en lo mejor de mi vida,
dejándome el alma herida
y espina en el corazón,
sabiendo que te quería,
que vos eras mi alegría
y mi sueño abrasador,
para mí ya no hay consuelo
y por eso me encurdelo
pa'olvidarme de tu amor.
Cuando voy a mi cotorro
y lo veo desarreglado,
todo triste, abandonado,
me dan ganas de llorar;
me detengo largo rato
campaneando tu retrato
pa poderme consolar.
Ya no hay en el bulín
aquellos lindos frasquitos,
arreglados con moñitos
todos del mismo color.
El espejo está empañado
y parece que ha llorado
por la ausencia de tu amor.
De noche, cuando me acuesto
no puedo cerrar la puerta,
porque dejándola abierta
me hago ilusión que volvés.
Siempre llevo bizcochitos
pa tomar con matecitos
como si estuvieras vos,
y si vieras la catrera
cómo se pone cabrera
cuando no nos ve a los dos.
La guitarra, en el ropero
todavía está colgada:
nadie en ella canta nada
ni hace sus cuerdas vibrar.
Y la lámpara del cuarto
también tu ausencia ha sentido
porque su luz no ha querido
mi noche triste alumbrar.
Dice Leónidas Lamborghini:
...Cuando Leopoldo Lugones escucha “Mi noche triste”, de Pascual Contursi (es el primer tango-canción, dicen) le da la mano y lo felicita, este Lugones tan execrado, tan riguroso que llegó a decir que si no había rima no había poesía, y los tenía locos a los jóvenes con eso, lo felicita a este tanguero (recordá que el tango era algo marginal) y le dice: mire, lo felicito, porque cuando nuestros versos se hayan olvidado, los suyos van a seguir perdurando... yo he dado clases y hemos analizado la letra de “Mi noche triste”, sacá lo sentimental, sacá todo y andá a la estructura, esta hablando de la ausencia de la mujer a través de los objetos: los frasquitos, los moñitos, los biscochitos, eso es gran poesía, es un invento de la gran poesía, y va ganando un crescendo porque... “la guitarra esta colgada”, después viene el invento de que... “la catrera está cabrera”, y despues viene el final: ...“y la lámpara del cuarto / también tu ausencia ha sentido / porque su luz no ha querido / mi noche triste alumbrar”... ¡es de una perfección! Y esa felicitación resuena como un canto en la literatura argentina, a despabilar giles, esos son poetas, aunque yo me resisto a llamarles poetas, porque claro, está connotado de la poesía “poesía”, ellos son letristas, que es más difícil que ser poeta, porque no creo en el poema musicalizado, yo creo en lo decían ellos, “la letra” y después viene la música y le pone luz, quiere decir que ellos escribían una letra pensando que la potencia la iba a alcanzar con la música... y después ha tenido “cantores”...
Bandoneón arrabalero
(Tango, 1928. Música: Juan Bautista Deambroggio,
letra: Pascual Contursi)
(Tango, 1928. Música: Juan Bautista Deambroggio,
letra: Pascual Contursi)
Bandoneón arrabalero
viejo fueye desinflado,
te encontré como un pebete
que la madre abandonó,
en la puerta de un convento,
sin revoque en las paredes,
a la luz de un farolito
que de noche te alumbró.
Bandoneón
porque ves que estoy triste y cantar ya no puedo,
vos sabés
que yo llevo en el alma
marcao un dolor.
Te llevé para mi pieza
te acuné en mi pecho frío...
Yo también abandonado
me encontraba en el bulín...
Has querido consolarme
con tu voz enronquecida
y tus notas doloridas
aumentó mi berretín.
El motivo (Pobre paica)
(Tango, 1914. Música: Juan Carlos Cobián,
letra: Pascual Contursi)
(Tango, 1914. Música: Juan Carlos Cobián,
letra: Pascual Contursi)
Mina que fue en otro tiempo
la más papa milonguera
y en esas noches tangueras
fue la reina del festín.
Hoy no tiene pa' ponerse
ni zapatos ni vestidos,
anda enferma y el amigo
no aportó para el bulín.
Ya no tienen sus ojazos
esos fuertes resplandores
y en su cara los colores
se le ven palidecer.
Está enferma, sufre y llora
y manya con sentimiento
de que así, enferma y sin vento
más naide la va a querer.
Pobre paica que ha tenido
a la gente rechiflada
y supo con la mirada
conquistar una pasión.
Hoy no tiene quien se arrime
por cariño a su catrera.
¡Pobre paica arrabalera
que quedó sin corazón!
Y cuando de los bandoneones
se oyen las notas de un tango,
pobre florcita de fango
siente en su alma vibrar
las nostalgias de otros tiempos
de placeres y de amores,
¡hoy sólo son sinsabores
que la invitan a llorar!
Pascual Contursi, nació el 18 de noviembre de 1888, en Chivilcoy, una ciudad rural de la fértil pampa argentina, 170 kilómetros al oeste de Buenos Aires. Su familia se trasladó a los pocos años al barrio de San Cristóbal. Desde la adolescencia se sintió atraído por la vida artística. Escribía poemas y entonaba, acompañándose en guitarra, sus propias canciones. Así dio a conocer "Mi noche triste", cantándolo por primera vez en el cabaret Moulin Rouge, de Montevideo. Este local era propiedad de Emilio Matos, padre de Gerardo Hernán Matos Rodríguez, compositor de "La cumparsita".
La letra de tango fue su creación, y con ella convirtió al tango en la canción sentimental de Buenos Aires. Le introdujo temas humanos de validez universal -la nostalgia, la melancolía, las frustraciones del amor, la ambición, la codicia, la decadencia y la injusticia-, aunque su universo específico fuera el de la vida prostibularia, con sus rufianes y rameras. En aquellas primeras décadas del siglo XX, el aluvión inmigratorio había traído a centenares de miles de hombres solos, que alimentaron un enorme mercado del sexo.
Trascendiendo a las letrillas livianas y picarescas del tango primitivo, Contursi, radicado por entonces en Montevideo, estableció entre 1914 y 1915 las nuevas coordenadas poéticas del género, que incluyeron como particularidad -en algunos casos- el relato de todo un argumento, desarrollado en unos pocos versos. Tal el caso de "De vuelta al bulín", que escribió en el '14 sobre notas musicales del pianista José Martínez. Contursi solía adosarles letras a tangos instrumentales de esa época, posteriormente identificada como "la Guardia Vieja". Uno de esos casos fue el de "Lita", pieza del pianista Samuel Castriota, que con las estrofas de Contursi pasó a llamarse "Mi noche triste".
Hay cierto consenso en considerar a éste el primer tango canción, aunque de hecho no lo fue. Sin embargo, por su hondura, por la audacia de sus metáforas y por el perfecto encastre de los versos en la música tuvo la virtud de ser el heraldo de una nueva época para el tango. Fue también crucial que Carlos Gardel lo grabase en 1917, y que un año después se convirtiera en la gran atracción de una pieza teatral. En general, la relación con Gardel fue clave en la proyección de Contursi, porque halló así al óptimo intérprete de sus obras.
Contursi aprovechó una actuación montevideana del dúo Carlos Gardel y José Razzano para acercales "Mi noche triste", que el primero cantó en el teatro Urquiza de la capital uruguaya, para después estrenarlo en Buenos Aires en el teatro Esmeralda. Pero el impacto no fue inmediato, como suele ocurrir con las obras renovadoras. El verdadero éxito le llegó cuando en 1918 fue incluido en "Los dientes del perro", una pieza ligera de José González Castillo y Alberto Weisbach, cantado por Manolita Poli, una actriz de 19 años, hija de padres zarzueleros.
El suceso de su tango impulsa a Contursi a regresar a Buenos Aires, donde se dedica de lleno a la creación teatral, en colaboración con otros autores exitosos del momento. Produce así una serie de sainetes y piezas atractivas para el público, pero que no perdurarán. En los argumentos de las obras intercalaba tangos de su autoría.
Contursi viajó a Europa en 1927. Vivió en España y en Francia. Volvió en 1932 a Buenos Aires, pocos días antes de morir, en un patético regreso, perdida la razón. Gardel fue uno de quienes en París se encargaron a repatriarlo. En esa ciudad había escrito en 1928, con música de Juan Bautista Deambroggio "Bachicha", uno de sus tangos más conmovedores: "Bandoneón arrabalero", que muestra, quizá como ninguno hasta entonces, la profunda relación afectiva entre dos abandonados: un hombre y un fuelle. Excepcional también es "Pobre paica", que en 1914 ideó para la música de "El motivo", del pianista Juan Carlos Cobián, en el que Contursi se conduele del drama de una prostituta, abatida por el tiempo y la enfermedad.
Filoso, crítico y sarcástico en "Champagne tangó" (música de Manuel Aróztegui), "Ivette" (Julio Roca) y "Flor de fango" (Augusto Gentile), todos de 1914, Contursi no mantendría siempre ese nivel. Quizá deba mencionarse, entre el resto de su producción, al burlesco "La mina del Ford", de 1924 (con Fidel del Negro y Antonio Scatasso), pero sobre todo a "Ventanita de arrabal" (con Scatasso), que escribió en 1927 para su sainete "Caferata" (término lunfardo que designaba al proxeneta). Murió el 29 de mayo de 1932.
por Julio Nudler
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