Hace una década, Abuelas de Plaza de Mayo denunció a Ernestina Herrera de Noble por la presunta apropiación de dos hijos de desaparecidos durante la dictadura cívico militar. La causa ya tuvo tres jueces, pero el ADN de Marcela y Felipe sigue sin ser comparado.
El 30 de abril de 2001 fue lunes. Esa mañana, temprano, la abogada Alcira Ríos entró en el Juzgado Federal N° 1 de San Isidro, a cargo de Roberto Marquevich, con una denuncia bajo el brazo. La firmaba Estela Barnes de Carlotto, en su carácter de presidenta de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, y en ella requería que se investigara la filiación de dos niños adoptados por la directora de Clarín, Ernestina Herrera de Noble. Las Abuelas tenían indicios firmes de que podía tratarse de hijos de desaparecidos durante la dictadura a quienes se les había robado la identidad.
Se cumplieron 10 años de aquella presentación judicial y la verdadera identidad de Felipe y Marcela Noble Herrera sigue siendo el secreto mejor guardado por el grupo mediático más grande de la Argentina, que utiliza todo el poder económico, de lobby y de desinformación que posee para mantenerlo en las sombras. Para hacerlo, entre otras cosas, logró la destitución del juez original de la causa y la complicidad de su reemplazante, Roberto Bergesio, que cajoneó el proceso durante más de ocho años. Desde principios del año pasado, la tercera jueza del caso, Sandra Arroyo Salgado, trata infructuosamente de establecer la filiación de los dos jóvenes mediante la comparación de su material genético con el de cientos de familiares de desaparecidos que están guardados en el Banco Nacional de Datos del Hospital Durand. Hasta ahora lo han evitado mediante chicanas jurídicas y ardides concretados con la ayuda de personal judicial y policial...
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Entrevista: Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo
─ La causa no se ha resuelto básicamente porque la Justicia obró incorrectamente. Si bien el juez Roberto Marquevich, quien tomó hace 10 años esta causa, investigó, encontró los expedientes y serias irregularidades, detuvo a la señora Herrera de Noble y dio órdenes de inmediata acción para que se realizaran los análisis inmunogenéticos a Marcela y Felipe, esto fue perturbado inmediatamente por los abogados de la señora y el juicio que le hizo el Consejo de la Magistratura al juez Marquevich. Lo separaron y ahí cae el juez CONRADO BERGESIO, quien a mi criterio es un delincuente porque ha cometido acciones innecesarias, haciendo la extracción de sangre en un lugar que no corresponde por ley, negando la obtención de ADN de la manera más correcta. Luego este juez fue desafectado y tomó parte la jueza actual que está actuando en consecuencia pero siempre con la perturbación de los abogados de la señora Herrera de Noble que dicen representar a estos jóvenes. La incorrecta actuación de la Justicia provocó esto que es inaceptable. Ya pasaron 10 años y aún no se sabe si son o no nuestros nietos. Otra cosa que se esconde detrás de todo esto es que hay un poder económico y mediático enorme. Seguramente si en vez de ser la señora Herrera de Noble era Juana Pérez, esto se solucionaba en tiempo y forma”.
─ En el momento en que presentaron la denuncia, ¿creía que iba a dilatarse tanto?
─ No, porque nosotros intentamos primeramente, hace muchos años, dialogar con la señora de Noble pensando en su inocencia y que habría adoptado dos chicos para darles amor y contención, desconociendo el origen. El recibimiento nos lo hizo Magnetto en dos oportunidades y en la segunda oportunidad lo que hizo fue chantajearnos. Dijo que nos revelaría quiénes eran las madres que habían abandonado los niños -él decía saberlo- si nosotras les dábamos los nombres de quienes denunciaron a la señora. A partir de ahí se cortó el diálogo, después los expedientes estaban perdidos, no se encontraban y los encontró el juez Marquevich. Todo fue una dilación en el tiempo pero nunca pensamos que esta persona podía ser lo que hoy sabemos que es, porque no necesitamos pruebas: es una delincuente, ha cometido un delito.
─ ¿Qué expectativas tiene de que finalmente se puedan realizar las extracciones de sangre?
─ Ahora Casación tendrá que resolver. Lo que esperaríamos para que esto no llegue a la Corte es que la Cámara de Casación no haga lugar y que aparte dé instrucciones a la Justicia de que inmediatamente, ateniéndose a la ley, cite a las personas a la concurrencia. Aceptarán voluntariamente a entregar ADN –ya sea por saliva, cabello, ropa o sangre– o se lo deberá hacer compulsivo, como también determina la ley. Ahora estamos en un compás de espera.
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Entrevista: Alcira Ríos, abogada que presentó la primera denuncia judicial
–¿Recuerda lo que ocurrió el 30 de abril de 2001, cuando presentó el primer recurso por la causa Noble?
–La denuncia se realizó porque había numerosas denuncias anónimas y escritas que decían que los hijos que tenía la señora Herrera de Noble eran hijos de desaparecidos. En ese momento pensamos en una denuncia porque había una adopción plena de por medio y al presentar la denuncia saqué de archivo los expedientes de adopción de menores de edad. Cuando vimos esos expedientes y el juez profundizó la investigación, era evidente que estaban armados y se probó que fue una supresión de identidad. El acta de nacimiento de los chicos es directamente la de adopción por parte de Herrera de Noble, no tienen acta de nacimiento anterior y por ende no se sabía el tiempo exacto en el que habían nacido los chicos. Como era obvio que eran de 1976, lo que hicimos fue buscar aquellas familias más cercanas a esas fechas que figuraban de la aparición de los chicos. Luego de ver cuáles eran las familias que tenían posibilidades por la cercanía del mes o lugar, la abuela Miranda fue querellante en un principio
–ahora la abuela falleció y sigue Carlos, su hijo; y el abuelo Gualdero. Pero cuando hubo que querellar se presentó la hija porque él también había fallecido.
–¿Qué expectativas tenían en ese momento de conocer la verdad?
–Teníamos muchas porque eran demasiadas las denuncias y además porque los expedientes de minoridad que facilitaron la adopción estaban totalmente armados. Felipe figura como que una madre lo va a entregar porque no lo puede mantener y en el documento que presentó resulta que esa mujer no existe, no existió nunca, y el documento es de un masculino muerto unos años antes. En el caso de Marcela, Herrera de Noble dijo que la encontró en el jardín de su casa de San Isidro en un canastito. Resulta que ella no vivía en San Isidro sino que la casa era de una amiga y se la prestaba cuando se iba a Europa. Además ella puso que la vecina fue testigo junto a su jardinero y resulta que el jardinero de la vecina no era otro más que su chofer de toda la vida.
–Teniendo en cuenta que son tan claras las pruebas, ¿por qué cree que se dilató tanto la causa?
–Porque está es una causa que está politizada, manoseada, no es una causa jurídicamente hablando. Después de ocho años empezamos de cero de nuevo. Es impensable pero es la realidad. Es sencillo, lo único que hoy falta es saber quiénes son, probar la identidad de los chicos porque todo lo demás está hecho. Si queremos dilatar la causa podemos hacer muchas cosas, seguir llamando testigos, pero la realidad es que la única y fundamental prueba es la del análisis.
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Entrevista: Roberto Marquevich, ex juez de la causa
– ¿En qué punto estaba la causa Noble cuando lo separaron de ella?
–La causa estaba en óptimo estado desde el punto de vista procedimental porque en ese momento se había ordenado el examen compulsivo de sangre, se había dictado el auto de procesamiento, se había llamado a indagatoria a la señora de Noble y se la había detenido como imputada directa del delito de sustracción de menores y apropiación de bebés.
–¿Por qué ordenó la detención de Ernestina Herrera de Noble?
–Porque todos los delitos por los cuales yo instrumenté el auto de prisión preventiva eran inexcarcelables y lo siguen siendo. Lo inexplicable es que sigue en libertad.
–¿Por qué considera que se dio esa situación?
–Porque se trata de la señora de Noble y no lo digo como argumento pueril. Hay que preguntarle a Abuelas todas las causas que tuvimos con idénticas circunstancias, que no sólo estuvieron detenidos con prisión preventiva sino que también fueron condenadas por mí. No era mi primera causa ni detención. Fui magistrado durante 17 años y pertenecí al Poder Judicial durante 36.
–¿Cree que por esa misma causa, por ser Ernestina Herrera de Noble, lo separan a usted?
–Claro. Lo hizo Ernestina acompañada por el Grupo Clarín. Por ejemplo, si yo me robo el auto del juzgado y además hago la causa y me echan por los dos motivos, usted puede decir: “Bueno, pero usted se robó un auto”. Y a mí no me destituyeron por otra causa más que por el caso Noble, por esa detención que consideraron irregular porque el Consejo de la Magistratura no tiene facultades para decir que es ilegal. A tal punto no es ilegal que la causa continuó y continúa todavía.
–A 10 años de esa presentación y con la cantidad de irregularidades que hubo, ¿cómo cree que continuará la causa?
–Acá hubo un personaje judicialmente siniestro que fue el juez que me reemplazó, Conrado Bergesio, al que recién ahora le han pedido un juicio político. Pero tuvieron que transcurrir diez años. Ocho años tuvo la causa y no hizo absolutamente nada. Obviamente nadie ignora que él formaba parte del “Camarón”, la cámara que juzgaba a los subversivos en la época del Proceso. Más claro imposible. Todas las personas que él nombraba como conjueces para que lo reemplazaran cuando él no estaba, José Garona, Roberto Durrieu, Rodríguez Varela, eran todas personas que formaron parte del Proceso militar. Yo todavía no puedo asimilar qué es lo que se le pasó por la cabeza al Consejo de la Magistratura. Supongamos que yo me equivoqué en algo, para eso existe una Cámara de Apelaciones, una Cámara de Casación, una Corte Suprema que puede corregir. Pero si yo veo que la causa sigue estando pendiente de resolución y yo no estoy más en la Justicia, no es sólo inequitativo sino que es inexplicable. La cantidad de irregularidades que hubo durante este tiempo es infinita. Yo me llevaba el expediente original a mi casa para que nadie pudiese tener acceso. Ahora la jueza Arroyo Salgado está haciendo lo que tenía que hacer Bergesio, pero no nos olvidemos que los abogados de Clarín son, por ejemplo, el doctor Jorge Anzorregui que es del estudio de Hugo Anzorregui que fue director de la SIDE. Ellos juegan con información, con conocimientos personales y de favores de los jueces, etcétera. De acuerdo a lo que yo creo, si hay un apoyo como el que existe de parte del Gobierno, tiene que haber una extracción compulsiva de sangre o de elementos. Naturalmente la causa tiene que progresar. Desde el punto de vista legal, el tiempo que pasó es inexplicable. ¿Cómo puede durar 10 años si las pruebas son claras y contundentes?
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Entrevista: Alan Iud, abogado de Abuelas
–El 30 de abril se cumplen 10 años de la primera presentación judicial de Abuelas de Plaza de Mayo por el origen de Felipe y Marcela Noble Herrera. ¿Por qué cree que la causa se demoró tanto tiempo?
–Considero que el tiempo que lleva esta causa refleja lo que es evidente: el poder de Herrera de Noble, única razón por la cual no se ha resuelto aún. Si uno hace un repaso desde el inicio hasta la actualidad, hubo momentos donde la causa estuvo frenada dos o tres años, donde sólo hubo algunos pronunciamientos judiciales de tribunales como la Cámara de Casación y la Corte Suprema. Por otro lado, desde el año 2002 está más que claro que es imprescindible realizar la extracción de sangre. Lo primero es eso, lo evidente del poder de esa mujer se ve reflejado en la causa al punto tal que cuando la discusión jurídica ya fue superada y saldada de modo favorable para las Abuelas de Plaza de Mayo, la Justicia ordenó dos allanamientos y en los dos se detectaron numerosas irregularidades que uno no puede evaluarlas sin tener en cuenta justamente el poder de la persona involucrada. En uno de los allanamientos la policía ingresó con más de una hora de demora, en otro con más de 10 minutos y se secuestraron diversos objetos personales pero que tenían varios perfiles genéticos. Esto hizo pensar a las partes, incluso la fiscalía lo pensó así, que pudo haber habido un sabotaje deliberado. Todo esto me parece que no se hace sin poder.
–¿Qué considera que puede ocurrir en los próximos meses?
–Nuestra expectativa es que se resuelva en un tiempo breve. Ahora la causa pasó a manos de la Cámara de Casación y tiene un plazo de 30 días. Yo entiendo que se estaría cumpliendo para mediados o fines de mayo y esperamos que se cumpla y que confirmen la orden de análisis obligatorio, con o sin consentimiento de Marcela y Felipe Noble, para que de una vez por todas se pueda saber si son o no son hijos de desaparecidos. En el caso de que esto fuera a la Corte Suprema, que también es una de las hipótesis, por supuesto que también esperamos que la Corte permita llegar a la verdad. Si hay voluntad de los jueces, esto se puede resolver en muy poco tiempo.
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Estamos a un paso de descubrir la verdad (o comernos otro sapo corporativo).
Si la estracción no se hace, si Felipe y Marcela se esconden como el Mercedes Benz trucho de Susana Giménez, si los poderosos hacen lo que quieren, si mediante trabas y chicanas jurídicas, el Grupo Clarín sostiene la injusticia de ocultar la identidad de ¿los hermanos?, y la complicidad judicial sigue sosteniendo la impunidad corporativa; entonces, nos encontraremos con una enorme herida que la dictadura cívico militar nos dejó, un bicho Alien que crece en el interior de nuestra patria y que amenaza con destruir la convivencia y la construcción de una sociedad verdaderamente democrática.
Daniel Mancuso
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