Para entender el conflicto entre Siderar y el Estado nacional hay que retrotraerse al pasado 15 de abril, cuando tuvo lugar la última asamblea de accionistas de Siderar.
En esa oportunidad, su accionista mayoritario –Ternium, del Grupo Techint– no permitió a los representantes de la ANSES ejercer la representación que le corresponde en virtud de su tenencia accionaria del 25,9 %, a pesar de lo que indica la legislación vigente a partir del Decreto de Necesidad y Urgencia 441/2011.
De este modo, los representantes de la ANSES impugnaron la votación realizada en esa asamblea, entre ellos la distribución de dividendos que aprobó Techint, en tanto el objetivo del Estado es que la empresa distribuya los $ 6.859 que Siderar mantiene como Resultados No Asignados y, en menor cuantía, como reservas legales.
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Ante las graves irregularidades, la Comisión Nacional de Valores (CNV) declaró nula la asamblea, y una medida cautelar del juez Papa, días más tarde, suspendió suspender todo lo resuelto en la misma.
- La justicia ratificó ayer la decisión de suspender el pago de dividendos que pretendía realizar hoy la empresa Siderar, del Grupo Techint, y exhortó a sus representantes legales a que eviten en el futuro la presentación de reclamos judiciales que “conlleven a confusión”.
El fallo pertenece al titular del Juzgado Nacional en lo Comercial Nº 12, Hernán Diego Papa, quien de manera contundente dejó en claro que la empresa no puede utilizar fondos de un estado contable que se encuentra provisoriamente suspendido por el propio magistrado.
Desde el lunes pasado, cuando Siderar tomó notificación personalmente de la medida cautelar que suspendía las decisiones tomadas en su última asamblea, la justicia asumió un rol protagónico. Ese mismo día, la empresa obtuvo una resolución que le permitía distribuir a sus accionistas $ 1.511,5, pero tomándolos de ejercicios anteriores. El magistrado confirmó ayer esa misma posición, al establecer que los accionistas de Siderar pueden acceder a su justa retribución, siempre y cuando la firma se circunscriba, para ello, “a los estados contables aprobados y no impugnados por ejercicios contables correspondientes al año 2009 y anteriores”.
De esa forma, la decisión final de pagar dividendos correrá exclusivamente por parte de Siderar.
“Al decretarse la suspensión de la aprobación de los estados contables y del destino del ejercicio correspondiente al año 2010, mal puede Siderar pagar dividendos utilizando fondos con apoyo en resoluciones preventivamente suspendidas”, afirma el fallo del juez Papa.
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En síntesis, la justicia obligó a Siderar a suspender el pago de los dividendos de 2010 porque frenó un desembolso por $ 1511,5 millones que se aprobó en la asamblea impugnada por vía judicial y administrativa, pero la empresa sí está en condiciones de repartir las utilidades de las utilidades que no distribuyó en años anteriores.
El directorio de Siderar pretendía distribuir $ 1511,5 millones a sus accionistas durante la jornada de hoy, pero luego del fallo adverso aceptó la resolución judicial y, mediante un comunicado a la Bolsa de Comercio, informó que suspendía el pago, si bien apelará la medida (ver recuadro aparte).
No fue la única declaración relevante en las escasas cuatro carillas que tiene el fallo. Además de favorecer la posición de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), la resolución judicial afirma que “en virtud de la forma en que se resuelve el recurso de reposición, se exhorta a Siderar a que en lo sucesivo evite realizar presentaciones ante este Tribunal como la de fs. 406/407 que conlleven a confusión”.
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“No tenemos ningún conflicto de interés con las empresas, de hecho ninguna de ellas ha puesto trabas a nuestra participación”.
“Lo de Siderar es un caso excepcional, que tiene que ver con que el Grupo Techint busca un Estado prebendario”, le dijo a Tiempo Argentino el titular de la ANSES, Diego Bossio.
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El director general de Siderar, Martín Berardi, quiere indicarle al gobierno cómo gobernar. En el programa de Nelson Castro, por TN, se lo escucho tranquilo pero con un discurso típico de los empresarios que estaban acostumbrados a un país donde las corporaciones determinaban las políticas económicas y el rumbo a seguir. Eso sucedía durante el neoliberalismo, cuando el Estado nacional hacía los deberes que le dictaban desde Washington y el FMI. Eso ya pasó. Desde 2003, la película es otra.
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Martín Berardi reivindica a los representantes de los trabajadores en el directorio que aprueban los balances de la empresa.
Lo que no cuenta es que el voto de Francisco Cudof, el representante de Naldo Brunelli (de la UOM San Nicolas) en el directorio de Siderar, quien acompañó la posición de la patronal durante la asamblea donde se buscó designar al economista Axel Kilisoff en el directorio de la firma, es un voto cautivo, subordinado a los caprichos empresarios.
Naldo Brunelli hizo poco y nada para evitar la privatización de Somisa, cuando la planta se la quedó Techint por 340 millones de pesos. El Programa de Propiedad Participada representó el 20 por ciento del paquete accionario, unos 46 millones.
“Las acciones se pagaron al 5 por ciento del valor que abonó Rocca y se dividió en partes iguales entre los trabajadores. A los pocos años, al compás de la racionalización laboral, los trabajadores fueron vendiendo. Techint, en tanto, recompraba en el mercado secundario”, explicó aMiradas al Sur una fuente sindical. Hoy, la participación de los trabajadores apenas alcanza al 2,5 por ciento del paquete accionario. La misma fuente agregó que el peso “de Brunelli se nutre, en gran medida, de los 3 mil trabajadores de la planta de Siderar”...
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Martín Berardi no acepta el Decreto de Necesidad y Urgencia 441/2011 y quiere indicarle al gobierno cómo se debe gobernar. "Cambiaron las reglas de juego, por eso vamos a la Justicia", dijo.
La empresa quiso comprar las acciones en poder de la ANSES, por supuesto que la ANSES no quiere verder las acciones que son el reaseguro de los dineros de los trabajadores y jubilados.
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En la segunda parte del reportaje, Nelson Castro hace un apología de la responsabilidad empresaria para cuidar las Instituciones de la República de los atropellos de un Estado activo. Un mamarracho el doctor periodista "independiente"...
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En octubre de 1980, cuando Jacobo Timerman estuvo en una conferencia de prensa de la asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), en San Diego, California (donde uno de los temas era la violación a la libertad de prensa en la República Argentina), el presentador dijo: “En la República Argentina, donde hay un gobierno antimarxista…” Entonces Jacobo pide la palabra y dice: “Le quiero hacer una aclaración. No hay un gobierno antimarxista, hay un gobierno fascista, que persigue y mata a la gente. Hay miles y miles de desaparecidos”. Y deja sentada una posición.
Los editores argentinos hacían cola para pegarle. Habló Jorge Annuar, de El Pregón, de Jujuy; habló David Kraiselburd, de El Día, de La Plata; Máximo Gainza Paz, de La Prensa; y José Claudio Escribano, de La Nación. Todos a favor del Proceso y agrediéndolo a Timerman. Cuando terminaron de hablar los cuatro, Jacobo les dijo: “Muchachos nadie les pide tanto, no se arrastren”.
Parafraseando a Jacobo Timerman, desde acá le decimos a Nelson Castro lo mismo: Nelson nadie le pide tanto, no se arrastre...
Daniel Mancuso
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