Los muchachos del Grupo Clarín y La Nación, los dos tanques hegemónicos de la comunicación argentina, están más preocupados por el desagrado yanqui que por el respeto de las leyes argentinas y nuestra soberanía.
No sorprende la actitud servil a los intereses extranjeros de los editores de ambos medios, ni la mirada colonizada que implica subordinación al imperio. Pero no deja de indignar la cotidiana tarea de embarrar las mentes ciudadanas con manipulaciones tan perversas.
Clarín y La Nación juegan en contra, ya no del gobierno al que se oponen y detestan sino de la Argentina. Son infames traidores a la Patria, porque más allá de su enfrentamiento con el gobierno democrástico que les recorta sus posibilidades de negociados y componendas (que gozaron durante la dictadura genocida y mientras reinó el neoliberalismo canalla) sus periodistas y trabajadores son argentinos, viven en este país y se deben a la defensa de los intereses nacionales.
Las tapas que publican estos medios sobre el conflicto de la valija son parte del gran andamiaje que despliega el imperialismo en el siglo XXI para sojuzgar a los países emergentes y latinoamericanos y que intentamos explicar en
CIPAYOS AND "SMART POWER".
La cotidiana creación de un imaginario de violencia social protagonizada por jóvenes pobres, la constante erosión hacia las instituciones democráticas para desprestigiar a la política y la intervención del Estado en la vida nacional, la práctica perversa de sentirse atacados en la libertad de Prensa y no respetar la ley de la democrcia que regula la actividad ( Ley 26.522) ... demuestran sus torcidos procederes rayanos en la desestabilización y el golpismo en cuotas, y se erigen en un poder supraestatal que tiene sus propias reglas y su propia ética, por encima de todos los habitantes del país.
Por eso Magnetto y Mitre se sienten dioses del Olimpo y nos miran desde arriba a todos los argentinos... hasta que el pueblo les mueva la escalera, se caigan y se hagan mierda contra el suelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario